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El emotivo discurso de Bob Dylan al recibir el Premio MusiCares Person of the Year 2015

El emotivo discurso de Bob Dylan al recibir el Premio MusiCares Person of the Year 2015

 

Hay unas cuantas personas a las que debemos dar las gracias esta noche por hacer posible este gran evento. Neil Portnow, Dana Tamarkin, Rob Light, Brian Greenbaum, Don Was. Y yo también querría agradecer al Presidente Carter por su presencia. Ha sido una larga noche y no quiero hablar demasiado, pero diré unas cuantas cosas.

Estoy contento por el hecho de que mis canciones sean objeto de un honor como éste. Pero ya sabéis, no han llegado solas hasta aquí. Ha sido un largo camino y ha habido muchas cosas que hacer. Mis canciones son como historias de misterio, del tipo que Shakespeare veía cuando iba haciéndose mayor. Creo que podríais seguir el rastro de lo que hago hasta ese extremo. Estaban fuera de lo convencional entonces, creo que están fuera de lo convencional ahora. Y suenan como si hubieran viajado con los pies en el suelo.

Debería mencionar a unas pocas personas que, a lo largo del tiempo, contribuyeron a que esto fuera posible. Sé que debo mencionar a John Hammond, gran cazatalentos de Columbia Records. Él me consiguió un contrato con ese sello cuando yo no era nadie. Puso toda su fe en ello, y se expuso a un gran ridículo, pero él era su propio dueño y tenía coraje. Y por eso le estaré siempre agradecido. La última persona que descubrió antes que a mí fue Aretha Franklin, y antes, Count Basie, Billie Holiday y un montón más de artistas. Ninguno era un artista comercial.

Las modas no le importaban a John, y yo era muy poco, poquísimo, comercial pero él no me abandonó. Creía en mi talento y eso es todo lo que importa. No puedo darle suficientes gracias por eso. Lou Levy llevaba Leeds Music, y ellos fueron los que publicaron mis primeras canciones, pero no duré mucho ahí.

El propio Levy, estuvo ahí hace mucho mucho tiempo. Me hizo firmar con esa compañía y grabó mis canciones, y yo las canté delante de una grabadora. Me habló con franqueza, no había precedente de lo que estaba haciendo, que yo iba adelantado a mi tiempo o atrasado. Y si yo le llegaba con una canción como “Stardust”, él la habría rechazado porque era demasiado tarde para eso.

Me dijo que si yo andaba adelantado a mi tiempo –y no estaba en realidad seguro de ello, pero si eso estaba sucediendo y era verdad, al público le costaría normalmente tres o cuatro años pillar lo que hacía– debía estar preparado. Y eso sucedió. El problema era que cuando el público lo pillaba yo ya andaba tres o cinco años por delante de eso, así que la cosa se complicaba. Pero él me dio coraje y no hizo ningún juicio de mí, y lo recordaré siempre por ello.

Artie Mogull de Witmark Music me fichó después para su compañía y me dijo que sólo siguiera escribiendo canciones, no importaba sobre qué, que continuaría estando en el meollo de algo. Bueno, también estuvo pendiente de mí y siempre estaba impaciente por lo siguiente que le iba a entregar. Antes de eso ni siquiera pensaba en mí como autor de canciones. También le estaré siempre agradecido por su actitud.

Tengo que mencionar a algunos de los primeros artistas que grabaron mis canciones, muy pero que muy pronto, sin que nadie se lo pidiera. Simplemente había algo en ellas que les hizo sentir que les iban bien. Tengo que decir gracias a Peter, Paul and Mary, a todos los cuales conocía por separado antes de que se convirtieran en un grupo. Ni siquiera había pensado en mí como autor de canciones para que otros las cantaran pero estaba empezando a suceder y no pudo haber sucedido a, o con, mejor grupo.

Cogieron una canción mía que había sido grabada antes de que estuviera enterrada en una de mis grabaciones y la convirtieron en una canción de éxito. No en la manera en la que yo lo hubiera hecho –ellos le dieron la vuelta–. Pero desde entonces cientos de personas la han grabado y no creo que eso hubiera pasado si no hubiera sido por ellos. Definitivamente para mí supusieron el principio de algo.

The Byrds, the Turtles, Sonny & Cher, convirtieron algunas de mis canciones en éxitos del Top 10 pero yo no escribía canciones pop, y realmente no quería hacerlo pero fue bueno que sucediera. Sus versiones de las canciones eran como cuñas publicitarias pero no me importa en realidad porque cincuenta años después mis canciones están siendo usadas en cuñas publicitarias. Así que también fue bueno y me alegro de que lo hicieran.

Purvis Staples and the Staple Singers, mucho antes de que estuvieran en Stax estuvieron en Epic y fueron uno de mis grupos favoritos de todos los tiempos. Los conocí en el ’62 o en el ’63. Escucharon mis canciones en directo y Purvis quiso grabar tres o cuatro de ellas y lo hizo con The Staples Singers. Ellos eran el tipo de artistas que yo quería que grabara mis canciones.

Nina Simone. Solía cruzarme con ella en NYC en el club Village Gate. Estos eran los artistas a los que yo prestaba atención. Grabó algunas de mis canciones y las aprendió directamente de mí. Era una artista total, al piano y cantando. Una mujer muy fuerte, muy franca. El hecho de que ella estaba grabando mis canciones daba sentido a cada cosa en la que yo estaba metido.

Oh, y no puedo olvidarme de Jimi Hendrix. Vi a Jimi Hendrix actuar, de hecho, en una banda llamada Jimmy James and the Blue Flames, algo así. Y Jimi ni siquiera cantaba. Sólo era el guitarrista. Cogió algunas pequeñas canciones mías a las que nadie prestaba ninguna atención y las hizo explotar en los lejanos límites de la estratosfera y las convirtió en clásicos. Tengo que dar las gracias a Jimi, también. Ojalá estuviera aquí.

Johnny Cash grabó algunas de mis canciones bien pronto, también, como en el ’63, cuando era todo pellejo y huesos. Viajó mucho, viajó duro, pero era uno de mis héroes. Solía escuchar varias de sus canciones cuando era adolescente. Me las sabía mejor que las propias mías. “Big River,” “I Walk the Line.”

“How high’s the water, Mama?”. Escribí “It’s Alright Ma (I’m Only Bleeding)” con esa canción reverberando en mi cabeza. Todavía me pregunto, “¿Cuán profunda está el agua, tía?”. Johnny era un carácter intenso. Vio cómo esa gente andaba poniéndome verde por tocar música eléctrica y envió cartas a revistas llamándoles la atención y diciendo que se callaran y le dejaran cantar.

En el mundo de Johnny Cash –drama sureño explícito– ese tipo de cosas no existía. Nadie le decía a nadie qué cantar o qué no cantar. Simplemente, no hacían ese tipo de cosas. Siempre le estaré agradecido por eso. Johnny Cash fue un gigante, el hombre de negro. Y siempre estimaré la amistad que mantuvimos hasta el día en que los días dejaron de existir.

Oh, y cometería una negligencia si no nombro a Joan Baez. Ella era la reina de la música folk, entonces y ahora. Le cogió gusto a mis canciones y me llevó con ella a dar conciertos, donde había multitudes de miles de personas cautivadas con su belleza y su voz.

La gente iba y decía, “¿qué estás haciendo con ese vagabundo guarrete y desarrapado?”. Y ella respondía a cualquiera en términos bien claros: “Más vale que te calles y escuches sus canciones”. Incluso tocamos unas pocas juntos. Joan Baez es tan resuelta como se puede ser. Un amor. Y es un espíritu libre, independiente. Nadie puede decirle qué hay que hacer si ella no quiere hacerlo. Aprendí un montón de cosas de ella. Una mujer de devastadora honestidad. Y por esa clase de amor y devoción nunca podré pagarle mi deuda.

Esas canciones no salieron del aire sin más. Yo no me las saqué simplemente de la chistera. De forma contraria a lo que Lou Levy dijo, había un precedente. Venía todo de la música tradicional: música folk tradicional, rock and roll tradicional y tradicionales orquestas de big band swing.

Aprendí letras y cómo escribirlas escuchándolas de canciones folk. Y las tocaba y conocí a otra gente que las tocaba tiempo atrás cuando nadie lo hacía. No cantaba nada más que estas canciones folk y me dieron el código para cada cosa que implica juego limpio, que todo pertenece a todos.

Durante tres o cuatro años todo lo que escuché fueron canciones tipicas de folk. Me iba a dormir cantando canciones folk. Las cantaba en todos sitios, clubs, fiestas, bares, cafeterías, campos de juego, festivales. Y conocí todo el tiempo a otros cantantes que hacían lo mismo y aprendíamos canciones unos de otros. Podía aprender una canción y cantarla a la hora siguiente con escucharla una sola vez.

Si cantáis “John Henry” tantas veces como yo –“John Henry era un hombre de acero fundido / Murió con un martillo en la mano / John Henry dijo que un hombre no es nada más que un hombre / Antes de dejar que esa máquina de vapor me arrastre / Moriré con ese martillo en la mano”–, si tú hubieras cantado esa canción tantas veces como yo hice, habrías escrito también “¿Cuántos caminos debe un hombre recorrer?”.

Big Bill Broonzy tenía una canción llamada “Key to the Highway”: “Tengo una llave para la autopista / Me han amonestado y estoy listo para partir / Voy a dejar esto corriendo porque al caminar se va despacio”.

“Georgia Sam, tenía una nariz sanguinolenta / el Departamento de asuntos sociales no le quería dar ropas, le preguntó al pobre Howard, “¿Dónde puedo ir?” / Howard le dijo, “Que yo sepa sólo hay un lugar”/ Sam dijo, “Tío, dímelo rápido, tengo que escapar.” / El viejo Howard tan sólo señaló con su pistola, / y  dijo, “Aquél camino baja a la Autopista 61”. Habríais escrito eso también si hubierais cantado “Key to the Highway” tantas veces como yo.

“No hace falta sentarse y llorar / Tú seras un ángel para siempre / Zarpad, señoritas, zarpad”. “Oh, zarpo de viaje, amor mío”. “Boots of Spanish Leather”, Sheryl Crow acaba de cantarla.

“Enrolla el algodón, oh yeah, enrolla el algodón / Diez dólares al día es lo que cobra un hombre blanco / Un dólar al día lo que cobra un negro / Enrolla el algodón”. Si vosotros cantáis esa canción tantas veces como yo, también habríais escrito “Nunca más voy a trabajar en la granja de Maggie”.

Canté un montón de canciones del tipo “Venid todos”. Hay cantidad de ellas. Hay un número tal que es difícil contarlas. “Venid, jóvenes, y escuchad mi historia / Os contaré mis problemas en el viejo camino de Chisholm”. O “Venid todos, buena gente, escuchad mi narración / del destino de Floyd Collins un tipo que todos conocemos bien / El destino de Floyd Collins, un tipo que todos conocemos bien”. “Venid todas bellas y tiernas damas / Cuidado en cómo cortejáis a vuestros hombres / Son como una estrella en la mañana de verano / Primero aparecen y al momento se han marchado”. “Si venis por aquí, gente / Una historia contaré / Sobre Pretty Boy Floyd, un forajido / Oklahoma lo conoce bien”.

Si vosotros cantarais todas estas canciones del tipo “Venid todos” todo el rato, estaríais escribiendo: “Venid gente, reunios, dondequiera que estéis / y admitid que las aguas han crecido a vuestro alrededor / y aceptad que pronto estaréis calados hasta los huesos, / si creéis que estais a tiempo de salvaros / será mejor que comencéis a nadar u os hundiréis como piedras / porque los tiempos están cambiando”.

Las habríais escrito tambien vosotros. No hay ningún secreto en ello. Tan sólo hacedlo de forma subliminal e inconsciente porque es lo único que hace falta, y eso es todo lo que yo canté. Eso fue todo por lo que sentí aprecio. Ese era el único tipo de canción que tenía sentido para mí.

“Cuando bajes hasta Deep Ellum, guarda el dinero bien en los bolsillos / Las mujeres en Deep Ellum te dejan sin blanca”. Cantad esa canción un buen rato y podríais salir con “Cuando estés perdido bajo la lluvia en Juárez / y sea también tiempo de Pascua / y te falte el equilibrio y la negatividad no te sostenga / no te las des de nada cuando estés abatido en la Avenida de la Rue Morgue, / hay por allí algunas mujeres hambrientas que te echan realmente a perder”.

Todas esas canciones están conectadas. Que no os engañen. Yo tan sólo abrí una puera distinta en una especie de camino distinto. Es solo distinto, pero dice lo mismo. No creo que fuera nada fuera de lo normal. Bueno, ya sabéis, sólo pensé que estaba haciendo algo natural, pero desde el principio, por alguna razón mis canciones provocaban división. Dividían a la gente. Nunca supe el por qué. Unos se cabreaban, otros las amaban. No supe por qué mis canciones tenían detractores y partidarios. Un extraño entorno en el que tener que lanzar tus canciones, pero lo hice de todas maneras.

Lo último que pensé fue a quién le importaba qué canción estaba escribiendo. Yo sólo las escribía. No pensé que estuviera haciendo nada diferente. Sólo pensé que estaba alargando la línea. Quizás de forma un poco revoltosa pero así eran los tiempos. Tal vez difícil de intimidar pero, ¿qué pasa con eso? Un montón de gente son difíciles de intimidar. Sólo tienes que soportarlo.

En verdad no me importó lo que Lieber y Stoller pensaban de mis canciones. No les gustaban pero a Doc Pomus sí. Está bien eso de que no les gustaran porque a mí nunca me gustaron sus canciones tampoco: “Yakety yak, don’t talk back”, “Charlie Brown is a clown,” “Baby I’m a hog for you”. Canciones chuchería. No hablaban sobre nada serio. Las canciones de Doc eran mejores: “This Magic Moment”, “Lonely Avenue”, “Save the Last Dance for Me”. Esas canciones rompieron mi corazón. Supongo que preferiría tener sus bendiciones, cualquier día, antes que las de ellos.

Ahmet Ertegun no tenía mucho en estima mis canciones, pero Sam Philips sí. Ahmet fundó Atlantic Records. Produjo algunos grandes discos: Ray Charles, Ray Brown, por nombrar sólo a unos pocos. Se hicieron grandes discos ahí, no hay discusión. Pero Sam Philips grabo a Elvis y Jerry Lee, Carl Perkins y Johnny Cash. Una mirada radical que sacudió de lleno la esencia de la humanidad. Revolución en estilo y mirada. Duras maneras y color. Radical hasta la médula. Canciones que te llegaban hasta las tripas. Renegados en cualquier escala haciendo canciones que nunca decaerían y aún hoy resuenan. Oh, sí, prefiero tener las bendiciones de Sam Philips cualquier día.

Merle Haggard no tenía mucho en estima mis canciones. Sé que no las tenía. No me lo dijo pero lo sé. Buck Owens sí y grabó algunas de mis primeras canciones. Merle Haggard: “Mama Tried,” “The Bottle Let Me Down,” “I’m a Lonesome Fugitive”. No puedo imaginarme a Waylon Jennings cantando “The Bottle Let Me Down”. ¿“Together Again”? Esa es de Buck Owens y sobrepasa cualquier cosa que venga de Bakersfield. ¿Buck Owens y Merle Haggard? Si tienes que tener la bendición de alguno… imaginaos.

Vale. Los críticos me han puesto a caldo desde el primer día. Los críticos dicen que no puedo cantar. Que croo. Sueno como una rana. ¿Por qué no dicen lo mismo sobre Tom Waits? Los críticos dicen que mi voz está fundida. Que no tengo voz. ¿Por qué no dicen eso sobre Leonard Cohen? ¿Por qué me dan este tratamiento especial? Los críticos dicen que no puedo aguantar una melodía y que hablo a mi manera durante las canciones. ¿De verdad? Nunca escuché decir eso sobre Lou Reed. ¿Por qué él se va de rositas?

¿Qué he hecho yo para merecer esta atención especial? ¿No tengo rango vocal? ¿Cuándo fue la última vez que escuchasteis a Dr. John? ¿Por qué no decís eso sobre él? Arrastro las palabras, no tengo dicción. Gente, ¿habéis escuchado alguna vez a Charley Patton o Robert Johnson, Muddy Waters? Hablan sobre palabras arrastradas y ausencia de dicción. ¿Por qué no dicen lo mismo de ellos?

“¿Por qué yo, Señor?”, me digo a mí mismo.

Los críticos dicen que retuerzo mis melodías, que dejo mis canciones irreconocibles. ¿Oh, de verdad? Dejad que os cuente algo. Hace unos años estuve en un combate de boxeo viendo a Floyd Mayweather peleando con un chaval portorriqueño. Y el himno nacional de Puerto Rico, alguien lo cantó y fue maravilloso. Fue sentido y conmovedor.

Después fue el momento de nuestro himno nacional. Y una hermana cantante de soul muy popular fue la elegida para cantarlo. Cantó cada nota que tiene y algunas que no tiene. Hablan sobre retorcer una melodía. ¿Coges una palabra de una sílaba y la haces durar 15 minutos? Estaba haciendo cabriolas vocales como si estuviera en un número de trapecio. Pero a mí no me hizo gracia. ¿Dónde estaban los críticos? ¿Retorcer letras? ¿Retorcer una melodía? ¿Retorcer una canción que es un tesoro? No, yo tengo la culpa. Pero no creo que realmente haga eso. Sólo creo que los críticos dicen que lo hago.

Sam Cooke dijo esto cuando le dijeron que tenía una voz maravillosa. Dijo: “Bueno, eso es muy amable de tu parte pero las voces no deben ser consideradas por lo bonitas que son. Más bien importan solo si te convencen de que están diciendo la verdad”. Pensad en ello la próxima vez que estéis escuchando a un cantante.

Los tiempos cambian siempre. De verdad lo hacen. Y vosotros siempres deberíais estar listos para algo que se cierne y nunca habríais esperado. Hace tiempo, cuando estaba en Nashville grabando algunos discos, leí este artículo, una entrevista a Tom T. Hall. Tom T. Hall andaba maldiciendo acerca de cierto tipo de nuevas canciones y no podía entender sobre qué trataban estos nuevos tipos de canción que estaban saliendo.

Claro que Tom era uno de los más importantes autores de la época en Nashville. Un montón de gente grababa sus canciones e incluso él mismo lo hizo alguna vez. Pero estaba enrocado con una canción de James Taylor, una canción que tenía James llamada “Country Road”. Tom no daba una en esta entrevista: “Pero James no dice nada sobre un camino rural. Sólo habla de cómo te puedes sentir en un camino rural. No entiendo eso”.

Ahora alguno podría decir que Tom es un gran autor. No voy a dudar de ello. En el tiempo en el que estaba haciendo esa entrevista yo estaba, de hecho, escuchando una canción suya en la radio. Se llamaba “I Love”. Estaba escuchándola en un estudio de grabación y él hablaba sobre todas las cosas que ama, una canción del tipo de esas que son para todos, que intentan conectar con la gente. Todos amamos las mismas cosas y estamos en esto juntos. Tom ama sus pequeños patitos, trenes que van despacio y la lluvia. Ama las viejas camionetas de transporte y los pequeños riachuelos. Dormir sin soñar. Bourbon en un vaso. Café en una copa. Tomates en rama y champiñones.

Ahora escuchad, no voy a menospreciar a otro autor de canciones. No voy a hacerlo. No estoy diciendo que es una mala canción. Sólo estoy diciendo que podría estar un poco más elaborada. Pero ya sabéis, estuvo en el top 10 de todas maneras. Tom y unos pocos otros escritores tenían toda la escena de Nashville encerrada en una caja. Si querías grabar una canción y ponerla en el top 10 tenías que ir a ellos, y Tom era uno de los principales. Estaban muy cómodos haciendo sus cosas.

Esto sucedía por el tiempo en el que Willie Nelson lo tuvo claro y se trasladó a Texas. Más o menos por ese tiempo. Todavía está en Texas. Todo era de lo más satisfactorio. Todo estaba perfecto hasta que Kristofferson llegó a la ciudad. Bueno, no habían visto a nadie como él. Llegó a la ciudad como un tipo salvaje, aterrizó con su helicóptero en el porche de Johnny Cash como si fuera un autor convencional. Y se tiró a la yugular. “Sunday Morning Coming Down”.

 “Me desperté un domingo por la mañana / sin manera de cogerme la cabeza sin sentir dolor / Y la cerveza que desayuné no estaba mal / así que me tomé otra más de postre / y me puse a buscar a tientas en el armario / Encontré mi camiseta sucia más limpia / Me lavé la cara, puse en orden mi cabello / y fui dando tumbos por la escalera para toparme con el día”.

Puedes ver un Nashville pre-Kris y otro post-Kris porque él lo cambió todo. Esa única canción echo a perder las timbas de poker de Tom T. Hall. Podría haberle mandado al manicomio. Dios me perdone si escuchó alguna vez alguna de mis canciones:

“Entras a la habitación con tu lápiz en la mano, / ves a alguien desnudo y tú, tú dices, “¿quién es ese hombre?” / Intentas entenderlo pero no lo consigues; / esto es precisamente lo que dirás cuando llegues a casa. / Porque algo está ocurriendo aquí, pero no sabes lo que es, ¿no es así, Mr. Jones?”.

Si “Sunday Morning Coming Down” agitó la torre de marfil de Tom, lo mandó al cuarto trastero, mi canción seguramente le hubiera reventado el cerebelo, ahí en su caravana. Esperemos que no la escuchara. Acabo de publicar un disco de versiones, canciones todas que han versionado Michael Buble, Harry Connick Jr., tal vez Brian Wilson ha hecho un par de ellas, Linda Rondstadt las ha hecho. Pero las críticas de sus discos son distintas de las que han hecho del mío. En las críticas de los suyos nadie dice nada. En las del mío tienen que mirar debajo de cada piedra y reseñarlo todo. Tienen que mencionar los nombres de todos los autores. Me parece bien. Después de todo son grandes autores y estas son canciones clásicas. He visto las críticas y al llegar a la mitad ya han mencionado a todos los autores, como si todo el mundo los conociera. Pero nadie ha oído hablar de ellos en estos tiempos que corren. Buddy Kaye, Cy Coleman, Carolyn Leigh, por nombrar a unos pocos.

Pero ya sabéis, estoy contento de que mencionen sus nombre, ¿y sabéis qué? Estoy contento de que sus nombres salgan en la prensa. Puede que haya hecho falta algún tiempo para lograrlo, pero aquí están por fin. Sólo puedo preguntarme por qué hizo falta tanto. Mi único lamento es que no estén aquí para verlo.

Rock and roll tradicional, de eso estamos hablando. Todo trata sobre el ritmo. Johnny Cash fue quien mejor lo dijo: “Coge el ritmo, coge el ritmo cuando toques blues”. Muy pocas bandas de rock and roll tocan hoy con ritmo. No saben lo que es. Rock and roll es una combinación de blues, y es un híbrido hecho de dos partes. Un montón de gente no sabe lo que es pero el blues, que es una música americana, no es lo que crees que es. Es una combinación de violines árabes y valses de Straus a pleno rendimiento. Es la verdad.

La otra mitad del rock and roll tiene que ser el hillbilly. Y ese es un término peyorativo pero no debería serlo. Es un término que incluye a los Delmore Brothers, los Stanley Brothers, Roscoe Holcomb, Clarence Ashley, grupos como ellos. Traficantes de whisky enfebrecidos. Coches veloces en caminos polvorientos. Ese es el tipo de combinación que creó el rock and roll y eso no puede cocinarse en un laboratorio científico o en un estudio.

Tienes que tener el exacto tipo de ritmo para tocar este tipo de música. Si no puedes tocar a duras penas el blues y no tienes sentimiento hillbilly, ¿cómo vas a tocar rock and roll sin esos otros dos tipos de música dentro de ti? Puedes remedarlo pero no puedes hacerlo de verdad.

Los críticos se han labrado una carrera acusándome de haberme labrado una carrera en el arte de confundir las expectativas. ¿De verdad? Porque eso es todo lo que hago. Esa es la manera en la que afronto el tema. Confundiendo las expectativas.

“¿Cómo te ganas la vida, tío?” –“Oh, confundo las expectativas”.

Vas a tener que buscar un trabajo, dice el hombre. “¿Qué haces?” –“Oh, confundo las expectativas”. Y dice el hombre: “Bueno, esa papeleta está cubierta. Llámanos más tarde. O no nos llames, ya te llamaremos”. Confundir expectativas. ¿Qué significa eso? “¿Por qué yo, Señor? Los confundo pero no sé cómo hacerlo”.

Los Blackwood Brothers me han estado hablando sobre hacer un disco juntos Eso podría confundir las expectativas pero no debería. Por supuesto sería un disco de gospel. No creo que eso fuera algo fuera de lo normal en lo que a mí respecta. Ni un poquito. Una de las canciones que estoy pensando cantar es “Stand By Me” de los Blackwood Brothers. No “Stand By Me” la canción pop. No. La auténtica “Stand By Me”. La auténtica va como sigue:

“Cuando se encrespa la tormenta de la vida / quédate conmigo / Cuando se encrespa la tormenta de la vida / quédate conmigo / Cuando el mundo me deshecha / como un barco sobre el mar / Tú que riges el viento y el agua / quédate conmigo.

En medio de las tribulaciones / quédate conmigo / En la niebla de las tribulaciones / quédate conmigo / Cuando los huéspedes del infierno embistan / y mis fuerzas empiecen a fallar / Tú que nunca pierdes una batalla / quédate conmigo.

En medio de la culpa y el fracaso / quédate conmigo / En medio de la culpa y el fracaso / quédate conmigo / Cuando hago lo mejor que puedo / Y mis amigos no entienden / Tú que lo sabes todo sobre mí / quédate conmigo”.

Esa es la canción. Me parece mejor que la canción pop. Si grabo una con ese nombre, esa va a ser ésta. También estoy pensando en grabar una canción, no en ese disco: “Oh Señor, por favor, no dejes que me malinterpreten” (“Oh, Lord, Please Don’t Let Me Be Misunderstood”).

Sea como sea, ¿por qué yo, Señor? ¿Qué he hecho?

De todas formas, estoy orgulloso de estar aquí esta noche en este evento de MusiCares. Me siento honrado de que todos estos artistas canten mis canciones. No hay nada como eso. Grandes artistas. Están cantando la verdad y podéis escucharla en sus voces.

Estoy orgulloso de estar esta noche en este evento de MusiCares. Pienso mucho en esta organización. Ayudan a mucha gente. Muchos músicos que han contribuido enormemente a nuestra cultura. Personalmente me gustaría agradecerles lo que han hecho por un amigo mío, Billy Lee Riley. Un amigo mío a quien ayudaron durante seis años cuando estaba fatal y no podía trabajar. Billy fue un hijo del rock and roll, obviamente.

Fue un auténtico genuino. Lo hizo todo: tocaba, cantaba, escribía. Podría haber sido una estrella mayor pero surgió Jerry Lee. Y ya sabéis lo que pasa cuando surge alguien como ése. No te queda ninguna posibilidad.

Así que Billy se convirtió en lo que en la industria se conoce –término condescendiente, por cierto– como una sensación de un solo éxito. Pero algunas veces, sólo algunas veces, muy de vez en cuando, una sensación de un solo éxito puede tener un impacto mucho más poderoso que una estrella que haya grabado y dejado veinte o treinta éxitos. Y la canción de éxito de Billy fue “Red Hot” (Al rojo vivo) y estaba al rojo vivo. Podía hacerte reventar la calavera y hacer que te sintieras feliz por ello. Podía cambiar tu vida.

Lo hizo con estilo y gracia. No lo encontraréis en el Rock and Roll Hall of Fame. No está. Metálica sí. Abba sí. Mamas and the Papas, sé que están. Jefferson Airplane, Alice Cooper, Steely Dan, no tengo nada en contra de ellos. Soft rock, hard rock, pop psicodélico. No tengo nada en contra de ninguno de esos estilos pero, después de todo, se llama Rock and Roll Hall of Fame. Y Billy Lee Riley no está. Todavía.

Iba a verle un par de veces al año y pasamos algún tiempo juntos siempre. Andaba en el circuito de los festivales nostálgicos del rockabilly, y nuestros caminos se cruzaban una y otra vez. Siempre pasamos tiempo juntos. Es uno de mis héroes. Escuché “Red Hot” cuando debía de tener quince o dieciséis y la impresión que me causó todavía perdura.

Nunca me canso de escucharla. Como no me cansaba de ver actuar a Billy Lee. Pasábamos tiempo juntos simplemente charlando y tocando entrada la noche. Era un hombre profundo, honesto. No tenía amargura ni sentía nostalgia. Simplemente aceptaba lo que había venido. Sabía de donde procedía y estaba satisfecho de quién era.

Entonces, un día, enfermó. Y como mi amigo John Mellencamp cantaría –porque John ha cantado la verdad hoy–, “un día enfermas y no mejoras”. Eso es de una canción suya titulada “Life is Short Even on Its Longest Days”. Es una de las mejores canciones de los últimos años, de verdad. No miento.

Y no estoy mintiendo cuando digo que MusiCares pagó las facturas del médico de mi amigo y le ayudo a conseguir dinero para sus gastos. Fueron capaces de hacer su vida confortable, soportable en sus momentos finales. Esa es una deuda impagable. Cualquier organización capaz de hacer eso ha de tener mi bendición.

Ahora voy a marcharme. Voy a quitarme de vuestra vista en un plis plas. Probablemente no me he referido a mucha gente y he hablado demasiado de unos pocos. Pero es lo que hay. Como dice el espiritual: “Aún estoy cruzando el Jordán”. Espero que nos encontremos de nuevo. Y lo haremos si, como Hank Williams dice, “es la voluntad del buen Señor y el arroyo no se desborda”.

Traducción de Antonio Curado, febrero 2015 (Descarga en PDF)

(excepto los fragmentos de canción de Dylan, traducidos sin crédito en la web goddylan.com)

Lea también: Una voz en la tierra: El increíble discurso de Leonard Cohen al recibir el Asturias.

 

Una voz en la tierra: El increíble discurso de Leonard Cohen al recibir el Asturias

"El discurso del maestro Leonard Cohen en los premios Príncipe de Asturias. Mejor que eso, solamente el silencio." Jorge Drexler

 

Majestad,

Altezas,

Excmas. e Ilmas. autoridades,

Premiados,

Señoras y señores:

Es un gran honor estar aquí ante ustedes esta noche, quizás como el gran maestro Riccardo Mutti, no estoy acostumbrado a estar ante un público sin orquesta tras de mi, pero haré lo que pueda en mi desarrollo de esto. Me quedé toda la noche en vela, anoche, pensando qué podía decir aquí, en esta asamblea de distinguidas personas. Y después de comerme todas las barras de chocolate, todos los cacahuetes del minibar, garabateé unas pocas palabras y no creo que me tenga que referir a ellas.

Obviamente estoy muy emocionado por ser reconocido por la Fundación, pero he venido aquí esta noche para expresar otra dimensión de gratitud, creo que puedo hacerlo, en tres o cuatro minutos y lo voy a intentar. Cuando estaba haciendo el equipaje en Los Angeles para venir para acá estaba un poco inquieto porque siempre he sentido cierta ambigüedad en cuando a la poesía, la poesía viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista. Es difícil aceptar un premio de una actividad que yo no controlo, es decir si supiera de dónde vienen las canciones haría más canciones con mayor frecuencia.

En esa situación de hacer el equipaje para venir, cogí mi guitarra, tengo una guitarra Conde que está hecha en la calle Gabenas, 7, en España. Es un instrumento de hace 40 años más o menos. Lo saqué de la caja, el instrumento, esta guitarra, y era como si estuviera llena de helio, era muy ligera. Y me la puse en la cara, casi, y la miraba con lo bien diseñada que está y olía la fragancia de la madera viva, sabemos que la madera nunca llega a morir. Y oía esa fragancia del cedro, tan fresco como si fuera el primer día cuando compré la guitarra hace 40 años. Y la voz parecía decirme eres un hombre viejo, y no has dado las gracias, no has devuelto tu gratitud a quien la merece, al suelo, a la tierra, con esta fragancia de donde viene esta frangancia, así que vengo hoy, aquí, esta noche, a agradecer al suelo, a la tierra, a este pueblo que me ha dado tanto.

Porque un hombre no es una credencial y un país no es solo eso, tampoco, una carga, un crédito no es país, en esta fraternidad en la que estoy con el poeta Federico García Lorca, puedo decir que cuando era joven y adolescente y buscaba una voz en mí, estudiaba a los poetas ingleses y conocía bien su obra, y copiaba sus estilos, pero no encontraba mi voz: solamente cuando por fin leí, aunque era una traducción, las obras de Federico García Lorca, fue entonces cuando comprendí que había una voz.

No es que haya copiado su voz, yo no me atrevería a hacer eso, pero me dió permiso para encontrar una voz, para ubicar una voz, es decir, para ubicar el yo, un yo que no está del todo terminado, que lucha por su propia existencia, y conforme me iba haciendo mayor comprendí que las instrucciones venían con esa voz. ¿Qué instrucciones eran esas? Nunca lamentar, y si queremos, ni siquiera casualmente, ni si queremos expresar la derrota que nos ataca a todos tiene que ser en los confines estrictos de la dignidad y de la belleza. Y por tanto ya había encontrado yo mi voz, pero no tenía el instrumento para expresarla, no tenía una canción.

Y ahora voy a contarles muy brevemente la historia de cómo conseguí mi canción. Porque era un guitarrista indiferente, yo aporreaba la guitarra, solo sabía unos cuantos acordes, me sentaba con mis amigos, mis colegas, bebíamos y cantábamos canciones, pero en mil años nunca me vi como un músico o como cantante. Pero un día, a principios de los 60, estaba de visita en casa de mi madre en Montreal, que esta junto a un parque, y en el parque hay una pista de tenis, y allí va mucha gente a ver a los jóvenes jugadores de tenis disfrutando de su deporte.

Fui a ese parque que conocía de mi infancia y había un joven tocando una guitarra, una guitarra flamenca, y estaba rodeado de dos o tres chicas que estaban escuchándole, y me encantaba como tocaba. Había algo en su manera de tocar que me cautivaba, yo quería tocar así, y yo sabía que nunca sería capaz de tocar así. Así que me senté allí con otras personas que escuchaban durante un rato y luego se hizo un silencio, un silencio muy apropiado, le pregunté que si me daría clases de guitarra.

Era un joven de España, y solo podíamos entendernos en un poquito de francés, él no hablaba inglés, y dijo sí, te daré clases de guitarra; le dije, vivo allí, en la casa de mi madre, y quedamos, establecimos el precio de las clases, y vino a la casa de mi madre al día siguiente y dijo, déjame oirte tocar algo, yo intenté tocar algo, y dice: no tienes ni idea de cómo tocar, ¿verdad? Dije: no, la verdad es que no sé tocar. En primer lugar déjame que afine la guitarra, porque está desafinada. Cogió la guitarra, la afinó, y dice: no es una mala guitarra eh, no era la Conde pero no era una guitarra mala. Me la devolvió, y dice: ahora ponte a tocar.

No sabía tocar mejor, la verdad. “Te voy a enseñar algunos acordes”. Y cogió la guitarra y produjo un sonido de la guitarra que yo evidentemente nunca habia oído. Y tocó la secuencia de acordes, así, de manera rápida, y dice: ahora hazlo tú, yo no sé hacerlo. “A ver déjame que use yo tus dedos y te digo cómo los tienes que poner”, y los puso en el mástil, “y ahora toca”. Fue un desastre, evidentemente. Vuelve mañana, me dijo.

Volvió al día siguiente, me puso las manos en la guitarra, la puse en mi regazo, de manera adecuada, con la postura buena, y empecé otra vez, con todos esos seis acordes. Y la provisión de seis cuerdas, muchas canciones flamencas a base de esa provisión de seis acordes, y la verdad es que me sentía mejor ese día. Al tercer día mejoró la cosa. Pero ya sabía los acordes. Y sabía que aunque no podía coordinar los dedos adecuadamente para producir el sonido correcto, la pauta de sonido que él quería, pero sabía los acordes, los sabía muy muy bien. Al día siguiente no vino, no vino.

Yo tenía el número de la pensión en la que estaba quedándose en Montreal y llamé por teléfono para ver porqué no había venido a la cita y me dijeron que se había suicidado, que se había suicidado. Yo no sabía nada de este señor, no sabía de qué parte de España procedía, nada. Desconocía porqué había venido en concreto a la ciudad de Montreal, porqué se quedaba en Montreal en esos momentos, porqué estaba en esa pista de tenis, no tenía ni idea de porqué se había quitado la vida. Estaba muy triste, evidentemente. Pero ahora estoy contando algo que yo nunca había contado nunca en público.

Esos seis acordes. Esa pauta de sonido de la guitarra aquella ha sido la base de todas mis canciones, de toda mi música, y ahora podrán comenzar a entender las dimensiones de la gratitud que yo tengo por este país. Todo lo que han encontrado favorable en mi trabajo, en mi obra, viene de este lugar que les he contado.

Todo lo que ustedes encuentren favorable en mis canciones, en mi poesía están inspiradas por esta tierra, y por tanto les agradezco enormemente esta hospitalidad que me han mostrado y que han mostrado por mi obra, porque es suya, y me han permitido poner mi firma en el final de la última página.

Muchas gracias señoras y señores.

El escritor que olvidó cómo leer

Un día como cualquier otro, Howard Engel (un escritor canadiense de novelas) despertó ávido de leer las noticias del periódico matutino que le dejaban en la puerta todos los días. Aquello se había hecho ya un habito, pero curiosamente aquella mañana, como cualquier otra, se dio cuenta que le habían hecho una broma de mal gusto llenando las paginas de signos ininteligibles y letras en otras lenguas. Al saberse engañado, Howard corrió a su biblioteca y sacó un libro que sabía que estaba en inglés, y se dio cuenta con horror que también estaba escrito con los mismos garabatos.

Engel había sufrido un derrame cerebral que había afectado a la parte de su cerebro que usaba para leer. Sufría de lo que el neurocientífico francés Stanislas Dehaene llama “ceguera de palabras”. Los ojos de Engel funcionaban bien, podía distinguir la forma de las cosas, pero simplemente no podía discernir las letras. El giro dramático estaba dado, el escritor que vivía de las letras se había olvidado de leer y según el mismo eso había sido todo.

“Estoy acabado como escritor. He terminado” había dicho y aunque todo parecía irreversible, Engel descubrió que, si seguía el trazo de una letra con el dedo, si simulaba los movimientos que hacía al escribir, de a poco volvía a ver las palabras y las comprendía. Oliver Sacks, también un neurocientífico, explica que, como su corteza visual estaba rota, Engel tuvo que volver a aprender a leer con la parte motora de su cerebro.

Empezó siguiendo las letras con los dedos, pero luego se le hizo más sencillo directamente dibujar las letras en el aire. Al final encontró un método más discreto: también le servía dibujar las letras en su paladar, con la lengua.

Con los años, Engel aprendió a leer con su lengua. Ha llegado al punto en que casi puede leer los subtítulos de una película. Dice que puede llegar hasta la mitad antes de que desaparezcan de la pantalla.

Oliver Sacks narra la historia de Engel en su libro, El ojo de la mente. Cuenta que Engel volvió a escribir y que sigue viviendo de su trabajo. “Encontró la forma de seguir siendo un hombre de las letras”, dice Sacks. “Que haya podido hacerlo muestra varias cosas importantes: la dedicación de sus terapeutas, su propia voluntad de volver a leer, y la adaptabilidad del cerebro humano.”

Su voz (en inglés) cuenta esta historia en el video animado de más abajo “The Man Who Forgot How to Read”, que se halla en la página de La National Public Radio (NPR). Engel jamás recuperó su capacidad de leer, y tuvo que reentrenar su cerebro para lograr descifrar párrafos y páginas con una paciencia infinita. Sin embargo, y por esos misterios de nuestras neuronas, su habilidad para escribir permaneció intacta. Continuó publicando libros como si nada.

Lea tambien: The Man Who Forgot How to Read.

Morrison, el poeta

“Mientras existan hombres, recordaran palabras y combinaciones de palabras. Solamente poesía y canción permanecerán” - Jim Douglas Morrison

Un 3 de Julio de 1971, un paro cardiaco se llevo la vida de Jim Douglas Morrison, a sus 27 años se volvía una leyenda. La muerte lo condujo a ser un corresponsal de los fantasmas en Pére Lachaise, vecino de Gertrude Stein, Oscar Wilde y Balzac, en la ciudad de los muertos… un reino que siempre le perteneció.

Era actor, cantante, borracho por naturaleza, desnudista de vez en cuando, un descontento consumado, hiperactivo, pero mucho mas allá del fenómeno musical de quien llevaba tatuado en el alma el nombre del rey lagarto, encontramos al poeta transeúnte de los sueños, que perseguía darle una atmósfera teatral a su experiencia musical para traspasar las fronteras convencionales del rock y plasmar así una autentica lucidez dentro de los escenarios mas comprometidos con el lenguaje; para incorporar una poética acorde con la nueva sensibilidad que presentaba en el mundo.

Dicen que cuando Jim Morrison sugirió el nombre “The Doors” para su grupo, inspirado en las lecturas de William Blake y Aldous Huxley -de donde tomó los fragmentos sobre las puertas que abrirían un camino al universo– sus compañeros Densmore, Krieguer y Manzarek sabían que se enfrentaban a una especia de Dionisio, dios del sentimiento, las sensaciones internas, la danza, la música, que a pesar de habitar una Temporada en el infierno como su admirado Rimbaud, representaba una imagen sublime, angelical, llena de contrastes, en la que sus acentos confusos lo hacían fracasar constantemente en los múltiples intentos de alcanzar estados místicos por medio de las drogas y el alcohol.

Era el gran poeta maldito del rock, que buscaba desde la premisa de Nietzche sobre el nacimiento de la tragedia a partir del espíritu de la música, entregarle al rock una categoría ritual que se enfrentara a la historia para competir con todas las estructuras morales ya establecidas, en la cual no importara asesinar al padre y violar a la madre como proclamaba en un poema de 11 minutos de duración titulado “The End” que incluyo en el primer larga duración del grupo y que también se puede oír en su Coletania Box Set en 18 minutos de sonidos acústicos delirantes y esa voz sublevada limítrofe entre lo sensual y lo malévolo, lo extraño y lo alucinante (audio).

Siempre se considero mejor poeta que compositor, el novelista español Mariano Antolín Rato, llegó a afirmar que en realidad lo que "Morrison deseaba era ser un poeta francés". En 1969, Morrison escribió “oda a los angeles” en memoria del guitarrista de los Rolling Stones (Brian Jones), muerto días antes, probando ser una vez más el gran vidente de su generación tanto de la música como en la poesía.

Escribió también que solo las palabras sobrevivirían a la catástrofe…

Morrison, el Poeta

Chacal, escoltamos el rastro de los sobrevivientes de las caravanas.
Recogemos las sangrientas cosechas de los campos de batalla.
De ningún cuerpo cadáver se ausentan nuestros flacos vientres.
El hambre nos guía hasta la fragancia del viento.
Extranjero, viajero, observa atentamente nuestros ojos y traduce el horrible ladrido de los antiguos perros.

Bob Dylan de moda

Bob Dylan de moda

“El Yo es un otro” (Bob Dylan citando a Arthur Rimbaud)
“Dylan es tantos hombres que me pierdo” (Joaquin Sabina)
“Dylan ha sido varios Dylan” (Rodrigo Fresan)

"El rockero que merece el Nobel" de Pablo Gianera.

"las primeras noticias acerca de la candidatura de Bob Dylan al premio Nobel de Literatura empezaron a llegar recién hacia fines de 1996, cuando se organizó en Estocolmo un comité de campaña, apoyado, desde los Estados Unidos, por el poeta Allen Ginsberg -miembro además de la American Academy of Arts and Letters- y Gordon Ball, profesor de la Universidad de Virginia. En su justificación, Ginsberg afirmaba: "Dylan es uno de los más grandes bardos y juglares norteamericanos del siglo XX y sus palabras han influido en varias generaciones de hombres y mujeres de todo el mundo". Y Ball, por su lado, escribió: "Aunque es conocido como músico, sería un grave error ignorar sus extraordinarios logros en el campo de la literatura. Dylan ha devuelto la poesía de nuestra época a su transmisión primordial a través del cuerpo, revivió la tradición de los trovadores. Su obra excede los límites de la cultura popular". Ambos comentarios eran tan precisos como protocolares. Desde entonces, su nombre ha rodado por los escritorios nórdicos. A esta altura de las cosas, Dylan no necesita ese premio. Recibió ya distinciones variopintas, desde el Oscar por la canción "Things Have Changed" (incluida en la película Fin de semana de locos) hasta, en junio de este año, el Príncipe de Asturias de las Artes ("es una de las máximas figuras de la canción, en la que combina, de una manera magistral, la belleza de su poesía y su compromiso ético", fue el dictamen del jurado) pasando por varios Grammy. Además, en los últimos ocho años grabó tres de los discos más rotundos de su carrera: Time Out of Mind (1997), Love and Theft (2001) y Modern Times (2006). Mientras tanto, se puso a la venta hace una semana un disco triple antológico, que recupera 51 de sus canciones más relevantes, se espera el primer remix de uno de sus temas ("Mostly Likely You Go Your Way (And I ll Go Mine)", se editó localmente en DVD Don t Look Back -el documental de D. A. Pennebaker que registra una gira por Inglaterra del año 1965- y se presentó en Venecia la película biográfica I m Not There. Y, acaso lo más importante de todo, también este mes las editoriales Global Rhythm y Alfaguara acaban de publicar en España (el volumen llegará a Buenos Aires en diciembre) Letras 1962-2001 , puntual edición bilingüe, en traducción de Miquel Izquierdo y José Moreno, del equivalente en inglés Lyrics 1962-2001 .

"¿Por qué los poemas que hacen las canciones de Dylan son tan buenos? Esa es la pregunta que se hizo, y respondió con imbatible maestría, el crítico inglés Christopher Ricks -profesor, aunque ya retirado, de las universidades de Cambridge y Boston- en Dylan s Visions of Sin , el libro más brillante que se haya escrito sobre las letras del autor de "Blowin in the Wind". En línea con los requisitos de otro crítico, William Empson, Ricks se propone no tanto constatar que los poemas son buenos sino mostrar cómo es que llegaron a serlo. A lo largo de la visita apasionante a los siete pecados capitales que propone el título, Ricks teje un entramado de las citas -deliberadas o involuntarias- y de las referencias ocultas que recorren, como vetas, sus poemas, desde John Donne y Lord Byron hasta Philip Larkin. Dylan posiblemente sea uno de los poetas en lengua inglesa con mejor oído desde el victoriano Alfred Tennyson y, como observa agudamente Ricks, uno de los grandes rimadores de la historia de la literatura en su lengua. Los ejemplos son numerosos, pero bastaría decir que los pares skull ("calavera") y Capitol ("Capitolio"), de la canción "Idiot Wind" en el disco Blood on the Tracks (1975), sense (aquí "sentido común") y coincidence ("coincidencia") de "It s All Over Now, Baby Blue", o crave ("deseo") y grave ("tumba"), de "Someday Baby" en Modern Times exceden por completo las meras exigencias de consonancia de un canción y arman unidades de sentido tan asombrosas como imprevistas, hechas de la colisión productiva entre el sonido y el sentido.

Leer Completo…

El articulo escrito por Pablo Gianera en La Nacion, es un verdadero recorrido apasionado por las letras de Bob Dylan que nos trasportan y nos dejan como referencias mas próximas discos y canciones esenciales en la carrera del poeta, no poeta quien ya merece un premio Nobel.

“La ambigüedad es, para el poeta, una estrategia de la supervivencia. Los poemas de Dylan son irreductibles. No se les puede dar jaque mate porque se salen siempre del tablero. Como toda la poesía que vale la pena recordar, sus versos son talismanes. Los arabescos de las palabras siguen diciendo algo cuando se pensaba que ya lo habían dicho todo. Algo semejante ocurre con el hombre que los escribió.”

En imagen: Empezando de arriba, derecha, Marcus Carl Franklin, Cate Blanchett and Ben Whishaw; Abajo, Christian Bale, Heath Ledger and Richard Gere. De This Is Not a Bob Dylan Movie y un extensor articulo, en ingles, aproximándonos a la visión biográfica múltiple y refractada de la película “I m Not There”, sobre la vida de Bob Dylan.

Entre Libros

No hay mejor fragata que un libro para llevarnos a tierras lejanas.
Emily Dickinson.

El libro es una pértiga que permite dar saltos inimaginables en el espacio y en el tiempo; el testigo de la más hermosa carrera de relevos; un infalible e íntimo amigo silencioso.
Antonio Gala.

Sea en las calles o en vistosos aparadores siempre los consecuentes lectores nos damos el gusto de encontrar libros que nos atraen ya sea por sus portadas, sus contratapas o por su don de Clasico. Las ferias de libros vendrian a ser entonces un enorme oasis de posibilidades del que podemos nutrirnos anualmente y como anualmente espero la feria para ver el abanico de posibilidades, la de este año -en La Paz- no podia ser la excepcion.

He salido con Bartleby “El escribiente” –en una linda presentacion de bolsillo- del mismo autor de Moby Dick, que con su presentacion basta para insertarnos la curiosidad y hacer un desafio al posible lector: “Este libro puede ser peligroso. Tras el correr de sus paginas, del entrecruzado de sus signos, usted no sera la misma persona. Hay lecturas, que como surcos en la tierra, marcan; adentrarse en el mundo de Bartebly, este personaje que vive en su oficina, silencioso, aislado y sin pasado; deja sin duda huellas, da o resta sentido al cotidiano” dice a manera de invocación de compra, no me resisto y con placer pago lo acordado.

Entre la bodega de libros me topo –ocultos entre grandes libros- con dos libros de aventuras, obras que me retraen a mi infancia y a los tiempos donde el Westerns eran posibles. Mas al rincón encuentro dos memorias fotografias de La Paz y Oruro de antaño, no son completas pero el precio es demasiado tentador. Un placer culpable, una edición especial de Halo en la revista PC Gamers, a 20 bolivianos, un regalo.

Me llevo a los deshabitados de Marcelo Quiroga y Relatos de la Villa Imperial de Potosí de Bartolomé Arzans de Orsúa, busco a Jaime Saenz y su nueva edicion de Felipe Delgado y mientras recuerdo la frase de Theodor Fontane –“Los libros tienen su orgullo: cuando se prestan, no vuelven nunca”- juro jamas volver a prestar un libro, me dicen que saldra recien el penultimo dia de la feria.

El resto del paseo solo es masoquismo puro: un resumen del rock boliviano de las ultimas 5 decadas; biografias de los grupos del rock mundial que tienen buena pinta e información alucinante (Lou Reed, The Velvet Underground, Janis Joplin…); Obras completas de H. P. Lovecraft; Obras Completas de Borges; Obra poetica de Cerruto; Charles Baudelaire; Obras completas de Cortazar... la mayoria de ellas en lindísimas presentaciones.

Terminada la feria y si hay necesidad de seguir buscando, hay aun la posibilidad de buscar en los rincones donde se juntan los libros en las paradas momentaneas de sus interminables caminatas, donde seguiremos recuperandolos como tesoros olvidados.

Lea Tambien:
Obras literarias imprescindibles de Bolivia.
Lecturas clásicas imprescindibles de América.
Los 100 libros mas notables de la literatura mundial.

Kafka en Pedazos

Kafka en Pedazos

Un día como mañana en 1883, en Praga, nacía Franz Kafka, uno de los fenómenos en la literatura mundial, creador de “La metamorfosis”, creador también del mito de Praga ciudad que inspiro muchas de sus letras.

En afán de homenaje al desconcertante imprescindible escritor que se llevo mis muchas horas de lectura, me hago de los artículos de Gustavo Faveron que nos muestran a un Kafka en Pedazos: 1. Las calles de Kafka, 2. Los viajes de Kafka, 3. El cinematógrafo de Kafka.

El segundo de los articulos de Gustavo Faveron, nos remonta a un pasado poco conocido del escritor que maleta en mano recorrió buena parte de Europa que ahora revolviendo por los pasos de Kafka el fotógrafo Jan Jindra ha encabezado un curioso proyecto llamado Los viajes de Kafka: una larga serie de excursiones que siguen las rutas de los viajes de Kafka tanto dentro de la antigua Checoslovaquia como por los otros países que visito: Alemania, Francia, Italia y Suiza, al menos. En cada escala, Jindra toma fotografías en blanco y negro de los sitios que sirvieron de estación a Franz Kafka.

En su tercer articulo en puente Aéreo, rebusca los filmes inspirados por las letras del escritor y nos regala además un par de descubrimientos en youtube: El primero, titulado Franz Kafka (1991) hecho por Piotr Dumala y el otro un cortometraje en dos partes, una interesante adaptación de La metamorfosis, una versión esquizoide dirigida por el español Fran Estévez.


En video: Cortometraje en español “La metamorfosis” - Parte 1 (ir Parte 2).

Como enlaces añadidos, además de los grandes artículos de Puente Aéreo, en la revista de literatura “La maquina del tiempo” nos encontramos con una serie de textos Kafkianos, entre ellos uno donde Borges habla sobre el mundo Kafka.

En "L'Album de Franz Kafka", encontramos una colección de imágenes de Kafka por las calles de Praga. Un interesante estudio sobre la intertextualidad de Franz Kafka en Jorge Luis Borges y como añadidura una reescritura de “la metamorfosis” de Franz Kafka a través de Calvin y Hobbes.

El Poeta

El Poeta

El Poeta le ha escrito al viento, la guerra, al pacifismo, a la segregación racial y la realidad social de una generación que buscaba esperanzas. El Poeta ha sido apocalíptico, simbolista, populista, sentimental e irresponsable.

El Poeta ha acompañado sus letras con melodías en constante metamorfosis, las ha recitado con viejas guitarras acústicas y con guitarra eléctricas. El Poeta ha sido influenciado por canciones, para luego volverse influencia.

El Poeta no sabe que sus letras ya son parte del mito. El poeta no sabe que le hemos robado versos para enamorar y tampoco sabe que siempre andamos tartamudeando sus ficciones en la que mora para perdernos en ellas. El Poeta no sabe que hay quienes le tienen un altar y como esos quienes, cada uno tiene uno propio para alabar de cuando en cuando sus versos y sus canciones.

El Poeta aun esta nominado, como hace incontables años, para un Nóbel de Literatura. El Poeta, mientras tanto, se ha guardado un Asturias y no se cree Poeta: "Wordsworth es un poeta, Shelley es un poeta: Allen Ginsberg es un poeta y no tocan rock and roll". “Compositor de canciones” y no “poeta”.

Lea también:
Bob Dylan, Premio Príncipe de Asturias de las artes 2007.
Mas del poeta.

Crónica Roja 002: Joyero cornudo le clavo un alfiler en el corazón

En un ataque de celos, convirtió a su mujer en un engarce perfecto.

Entregaron luego a Kassim para montar, un solitario, el brillante más
admirable que hubiera pasado por sus manos.
–Mira, María, qué piedra. No he visto otra igual.
Su mujer no dijo nada; pero Kassim la sintió respirar hondamente sobre el solitario.
–Un agua admirable... –prosiguió él–. Costará nueve o diez mil pesos.
–Un anillo... –murmuró María al fin.
–No, es de hombre... Un alfiler.
A compás del montaje del solitario, Kassim recibió sobre su espalda trabajadora cuanto ardía de rencor y cocotaje frustrado en su mujer. Diez veces por día interrumpía a su marido para ir con el brillante ante el espejo. Después se lo probaba con diferentes vestidos.
(…)
–¡Dame el brillante! –clamó–. ¡Dámelo! ¡Nos escaparemos! ¡Para mí! ¡Dámelo!
–María... –tartamudeó Kassim, tratando de desasirse.
–¡Ah! –rugió su mujer enloquecida–. ¡Tú eres el ladrón, miserable! ¡Me has robado mi vida, ladrón, ladrón! ¡Y creías que no me iba a desquitar... cornudo!
(…)
–Estás enferma, María. Después hablaremos... Acuéstate.
(…)
No durmió bien. Despertó, tarde ya, y vio luz en el taller; su marido continuaba trabajando. Una hora después Kassim oyó un alarido.
–¡Dámelo!
–Sí, es para ti; falta poco, María –
repuso presuroso, levantándose. Pero su mujer, tras ese grito de pesadilla, dormía de nuevo.
A las dos de la madrugada Kassim pudo dar por terminada su tarea: el brillante resplandecía firme y varonil en su engarce. Con paso silencioso fue al dormitorio y encendió la veladora. María dormía de espaldas, en la blancura helada de su camisón y de la sabana.
Fue al taller y volvió de nuevo. Contempló un rato el seno casi descubierto, y con una descolorida sonrisa apartó un poco más el camisón desprendido.
Su mujer no lo sintió.
No había mucha luz. El rostro de Kassim adquirió de pronto una dureza de piedra, y suspendiendo un instante la joya a flor del seno desnudo, hundió, firme y perpendicular como un clavo, el alfiler entero en el corazón de su mujer.

Fragmento extraído de “El Solitario” (Cuentos de amor, de locura y de muerte -pdf-) de Horacio Quiroga.

Crónica Roja 001: Desconfiado fusila a su camisa

Lo fusilo sin asco después de haberla usado, pasó en Bolivia y ya pocos lo recuerdan.

Después de soportar 24 intentos de derrocarlo de la presidencia de Bolivia, el gobernante militar desconfiado pronuncia una frase… “Confianza, ni en mi camisa”. Dicho y hecho, rato después la prenda de vestir es presentada frente al pelotón de fusilamiento y sin pedirle ningún último deseo, los coraceros abren fuego.

Extraído de la “Historia de Bolivia”, El fragmento recuerda a Mariano Melgarejo que asumió, por golpe de estado, la presidencia de Bolivia el 28 de diciembre de 1864 hasta el 15 de enero de 1871 donde es derrocado.

El hilo argumental de las “Crónicas Rojas” tendra como base aquel articulo de Literatura y crónica roja, la diferencia será que extraeremos pasajes de la historia, retazos de canciones, fragmentos de novelas para recordar pasajes clásicos de otra forma.

Lea también: Chistoria.

Felipe Delgado de Saenz y Pequeños Bukowski ilustrados

Felipe Delgado de Saenz y Pequeños Bukowski ilustrados

“Navegar es necesario, vivir no es necesario” (Jaime Saenz).

Jorge Luis Borges decía: “un clásico es un autor del que todos hablan pero al que nadie lee”, entonces no es casual ver a alguien llenarse la boca hablando de Jaime Saenz, sin conocer su obra y es que Saenz además de ser un escritor prolífico ha marcado profundamente el espacio cultural boliviano de la segunda mitad del siglo XX, su obra ha trascendido el tiempo, volviéndolo un mito como personaje y como literato (imagen de escritor rebelde, marginado, alcohólico, nocturno y enemigo del artificio de la “gente bien”). Su espacio vital se centro en La Paz donde nació, vivió (bebió) y murió, gracias a él La Paz es la ciudad singular pero universal, como el Dublín de Joyce, el París de Baudelaire, Londres de Conan Doyle o la Praga de Kafka. Su obra escrita es casi inexistente en tiempos actuales, remitiéndome al comentario de Pablo Osorio Abud es más fácil hallar el Santo Grial que un ejemplar de las obras de Jaime Saenz original.

Sorprendido gratamente me encuentro en el blog de Rodeado por la Noche de Paul Telleria el proyecto de inmortalizar en la red de redes a Felipe Delgado, la obra mítica que marco la carrera de Jaime Saenz.

Felipe On Line

Estimados, empiezo hoy la idea de crear una edición virtual del Felipe Delgado, la misma busca ser un proyecto colectivo fruto de todos los colaboradores que quieran sumarse a esta bizarra idea de rescatar una gran novela paceña por este medio democrático y gratuito.

Lo único que necesitan es tener una edición del Felipe y empezar a typear. Calculé que para terminar en un año se necesitaría transcribir algo así de 2 páginas por día. Con sólo diez transcriptores, a cada uno le tocaría como un párrafo diario, cosa que en la práctica llevaría sólo 10 minutos con más gente.

http://el-felipe-delgado.blogspot.com/

Lastimosamente hace pocos años "Felipe Delgado" me ha enseñado que hay libros que jamas deberias prestar, pero apoyare la iniciativa typeando algunas paginas copiadas a pulso.


Pequeños Bukowski ilustrados

“Me da igual lo que hagan conmigo cuando muera pueden quemarme, pueden hacerme rebanadas, pueden donar mis pelotas a la ciencia, no me importa.” (Charles Bukowski)

“El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco” fue el último libro escrito en vida de Charles Bukowski. Dentro de toda su bibliografía, esta obra es un tanto particular. Todos los libros del autor son de alguna manera autobiográficos, pero “El capitán salió a comer…” toma la forma de un diario íntimo y presenta de forma sencilla y cronológicamente, los hechos de su vida cotidiana desde agosto de 1991 a febrero de 1993, meses antes de su muerte. De esta forma, las páginas de este libro están plagadas de acontecimientos cotidianos (levantarse, desayunar, recibir visitas, etc.), reflexiones sobre el mundo literario y los personajes que lo componen, obsesiones (la muerte) y algunas anécdotas y escenas típicas de sus otros libros.

Pero algo que hace de este libro aún más particular, son las estupendas ilustraciones que acompañan los diferentes pasajes del libro de la mano de Robert Crumb, otro referente indiscutible de la contracultura norteamericana y uno de los principales representantes del comic underground.

Como era de esperarse, el libro está disponible para descarga desde la web, completo y en castellano junto con otras obras del Charles Bukowski, gracias a bukbooks.

Pequeños Bukowski ilustrados, Vía: Katarsis.

De revistas literarias online

Gracias a Gustavo Faveron de Puente Aéreo, nos llega una colección de enlaces a revistas literarias hispanas más activas online, muchas de ellas conocidas pero hay un par que no las tenia.

Zona Literatura: aparentemente hecha en Argentina, Zona Literatura recoge poesía, ensayo, cuento e incluso más de media docena de novelas escritas por autores argentinos y españoles jóvenes. La calidad de algunas es sorprendente.

Sololiteratura: es un portal que recoge varias decenas de relatos, cuentos, ensayos y poemas de unos cuarenta escritores hispanos consagrados, incluyendo a Mario Vargas Llosa y Julio Ramón Ribeyro, pero también a autores de generaciones siguientes, como Alan Pauls, Edmundo Paz Soldán o Juan Villoro. También hay joyitas bastante desconocidas, como los cuentos del venezolano Ednodio Quinteros.

Remolinos: la activa revista literaria Remolinos, que recoge reseñas, artículos, entrevistas, relatos y poemas, estaba esta mañana inaccesible. Probablemente un problema temporal que se corregirá en cualquier momento. Tiene cosas recomendables; sobre todo, la frescura comparativa de sus ensayos.

El Interpretador: inquietante y bastante radical por momentos, El Interpretador tiene la buena costumbre de los dossiers oportunos, como el del número 28 acerca de Evita Perón y su representación en las artes y las letras argentinas.

Hotel Kafka: es en verdad un sitio (real) y un sitio (web) dedicados a los cursos de creación literaria (con profesores tan conocidos como Isaac Rosa y Martín Casariego), pero el portal de Internet coloca muchos de los escritos de profesores y estudiantes, y es en verdad recomendable.

Letralia: por supuesto, Letralia es una de las publicaciones virtuales más grandes y abarcadoras de la literatura en español. Si no la conocen ya, dense una vuelta. También es recomendable su "itinerario", con enlaces a varias decenas de sitios de interés.

Arte Literal: desde Ciudad Guayana, en Venezuela, una revista online que combina las letras tradicionales con la experimentación, incluso vinculando literatura con artes plásticas.

Ciudad Seva: hace muchas cosas distintas, pero en una de ellas son especialmente eficientes: el archivo de relatos clásicos de la literatura hispana. Hay de todo, en transcripciones mucho más correctas de lo que uno suele encontrar en Internet.

Ficticia: es una de las mayores colecciones de relatos escritos por autores hispanos poco conocidos o poco difundidos. Hay de todo, y mucho de ello es interesante. (Una curiosidad: los cuentos de Carlos Cuarón, hermano del cineasta Alfonso).

Ficción Breve Venezolana: sitio construido por la ONG del mismo nombre, y que tiene como propósito difundir la narrativa corta de autores venezolanos. Si hacen un repaso mental de los autores venezolanos que han leído en ese rubro, verán que no está de más enterarnos un poquito sobre el tema.

El tigre, el simbolo, Borges y Blake

“Tigre… belleza solitaria, piel de volcanes que erupcionan vértigo y hermosura, dignidad y libertad. Tigre que ruge entre altares de versos.”

Tigre: piel espolvoreada de volcanes. Rostro tiznado de serenidad y fiereza. La belleza hipnótica del gran felino fue conocida en Occidente a partir de Alejandro Magno y su campaña a la India. Tigre deriva de "thigra", palabra iraní que significa agudo, punzante. En Roma ruge por primera vez en el año 19 como obsequio de embajadores indios al emperador Augusto. Se asocia con la pantera y el lince y la embriaguez de Dioniso. En Oriente se cree que diversas partes del tigre poseen cualidades terapéuticas y afrodisíacas. En China, se enlaza con lo "yang", lo masculino y fuerte por su vitalidad y energía. Por respeto se evitaba pronunciar su nombre que lo señalaba como "rey de las montañas". Hasta los demonios le temían, por lo que en los sepulcros, para evitar furtivos asaltos demoníacos sobre los difuntos, se colocaban estatuas de piedra. En la China meridional, abundaban las representaciones de "hombres-tigres".

Los tigres motivaron su estirpe de símbolos. Y también fascinaron a los poetas. A un inglés del siglo XVlll, William Blake, y a un argentino de la pasada centuria: Jorge Luis Borges. Borges sintió su inicial arrebato de fascinación por el felino al observar por primera vez, con ojos asombrados de niño, la jaspeada estampa tigresca en la Enciclopedia Británica. En uno de los recodos de su obra, talla en el mármol de su poesía el poema El otro tigre.

Borges siempre estimó que la sustancia de lo real se evade del follaje de las palabras. Y esto es lo que ocurre con el tigre. El verdadero, el otro tigre, sólo late fuera de los brazos del lenguaje. Por eso es criatura inefable, radiante, preverbal.

El otro hechizado por la hermosura tigresca, es William Blake (1757-1827). Poeta precursor del romanticismo inglés, autor de Las bodas del cielo y el infierno, escribió el poema El tigre. O acaso el tigre saltó, rugió, se escribió en la hoja y la pluma y las palabras del poeta. El tigre como erupción de energía incandescente, cósmica, acaso demoníaca o divina. Tigre que se enciende luz en los bosques de la noche.

Vía: Temakel.

Lea También: Calvin, Hobbes y Borges.

Literatura y Crónica Roja

La crónica roja es la comida para el morbo, abrir paginas o mirar imágenes crudas sin duda es un acto desagradable pero que de a poco se ha arraigado en la vida diaria. Los medios actuales se valen de la crónica roja para rebuscar y complacer ese interés malsano por las personas.

Eso pasa ahora, pero que tan diferente serian algunas obras literarias si hubieran contado con los medios actuales sensacionalistas; quizás el canibalismo de Cronos resaltaría en letras rojas abriendo los titulares “Extraño caso de canibalismo (Padre desconfiado devora a sus hijos después de ser dados a luz) la imagen de portada no seria otra que la de Goya y su “pintura negra”. “No hay peor bruto que el que no quiere oír (Le ruegan y le suplican, pero es una trampa…)” dirían de la obra de Shakespeare, “Julio Cesar” (acto tercero) donde Cesar es asesinado por Bruto. “No contento con matarlo, lo arrastra (Dos individuos, conocidos en el ambiente por su belicosidad, ajustaron cuentas con armas punzocortantes)”, que tal titular para retratar la muerte de Héctor a manos de Aquiles en “La Iliada”.

Mas allá de la anécdota y el rebusque de titulares, la idea ya ha esta siendo explotada. Linda manera de recuperar obras literarias e incentivar la lectura de una revista literaria mensual –ALEJANDRIA (Literatura, libros e ideas)- editada en La Paz (Bolivia). En el sector de Crónica Roja se recuperan escritos que bien podrían servir de titulares sensacionalistas, leyéndola se me ocurren ideas que bien podrían aportar a la sección, pinturas y canciones quizás buscando mil y una formas de apoyar a la cultura. En caso de que las ideas no lleguen a buen puerto, estaremos abriendo de acá a poco un sector de crónica roja por el blog.

CRÓNICA ROJA:

MUERTE DE AMANTES, PROVOCA DESMAYO
Celoso marido dio cuenta de adúlteros distraídos en la lectura.

(Segundo círculo del infierno, donde están los lujuriosos y los adúlteros)

-¡Oh, almas atormentadas, venid a hablarme si otro no se opone a ello.
-¡Oh, criatura graciosa y compasiva que nos visitas en medio de este aire negrusco a los que hemos teñido el mundo de sangre! Amor, que se apodera pronto de un corazón gentil, hizo que éste se prendara de aquel hermoso cuerpo que me fuera arrebatado de un modo que aun me atormenta. Amor, que no dispensa de amar al que es amado, hizo que me entregara vivamente al placer de que se embriaga éste, que, como ves, no me abandona nunca. Amor nos condujo a la misma muerte.

Al oír aquellas almas heridas, baje la cabeza y la tuve inclinada tanto tiempo que el poeta me dijo: ¿En que piensas?

- ¡Ah! -exclamé al contestarle- ¡Cuán dulces pensamientos, cuántos deseos les han conducido a este sitio tan doloroso!
Después me dirigí a ellos diciéndoles:
-Francesca, tus desgracias me hacen derramar tristes y compasivas lágrimas: ¿Cómo os permitió el Amor conocer vuestros secretos deseos?
Ella me contestó:
- Si tienes tantos deseos de conocer cual fue el principal origen de nuestro amor, haré como el que habla y llora a la vez. Leíamos un día por pasatiempo las aventuras de Lancelot y de que modo cayo éste en las redes del amor: estábamos solos y sin abrigar sospecha alguna. Aquella lectura hizo que nuestros ojos se buscaran muchas veces y que palideciera nuestro semblante; mas un solo pasaje fue el que decidió por nosotros. Cuando leíamos que la deseada sonrisa de la amada fue interrumpida por el beso del amante, éste, que se jamás se ha de separar de mí, me beso tembloroso en la boca: el libro y quien lo escribió fue para nosotros otro Giandotto; aquel día ya no leíamos más.
Mientras que un alma decía esto, la otra lloraba de tal modo, que, movido de compasión, desfallecí como si muriera y caí como cae un cuerpo inanimado.

Dante: Divina Comedia, Canto III.
(Crónica roja 3: Salida en Junio de 2006 en la revista literaria mensual “ALEJANDRIA -Literatura, libros e ideas-”).

La imagen: El momento del adulterio, previo asesinato de Giandotto a la pareja, retratado por Augusto Rodín.

Lea También:
Besos: (…) Quizás uno de los mas trágicos de la literatura sea el descrito por el italiano Dante Alighieri en el canto quinto del infierno, en “La divina comedia”. En la obra, el apasionado beso de Paolo y Francesca es sorprendido por Giandotto, el marido engañado que sin pensarlo, les quita la vida (…).

Manual del escritor liviano (Sólo para nativos) y otros perfiles

Manuel Vargas es un escritor boliviano, nacido en tierras vallegrandinas y entre hojeo y hojeo de algunos artículos escritos por él me encuentro con este manual para un escritor liviano y aunque solo es para nativos de Bolivia, bien podría usarse como manual de un escritor de bitácoras para los nacidos o no en Bolivia.

¿Quieres estar en la onda? ¿Quieres llegar al éxito? Pues, siempre que además te creas joven y de buena presencia, cuando escribas, toma nota de este decálogo. Nace de mis largas investigaciones y de la experiencia misma de nuestra connotada cofradía de intelectuales bolivianos (¡tacha ese adjetivo!) modernos.

1. Tu obra vale por ti misma (todo esta en tu cabecita). Desperdicia toda referencia geográfica e histórica que recuerde tu origen o la curva de tu nariz.

2. Tu obra es internacional. Familiarízate con celulares, computadoras, genomas, vuelos interoceánicos, países adelantados, grandes ciudades del primer mundo. A lo mucho habla de La Paz, siempre en un contexto universal como Borges hablaba de Rótterdam, por ejemplo.

3. Cita, con o sin comillas, frases de autores extranjeros, mete palabras en ingles (especialmente en los títulos: signo de elegancia y universalidad). A lo mucho puedes hablar del Che, siempre que ninguno de los poderosos del país real se sienta aludido. O del narcotráfico, siempre que… O de cualquier cosa, siempre que…

4. Vive convencido de que la literatura boliviana (¡tacha ese adjetivo!), comienza contigo. Lo demás es aburrimiento. Huye de toda referencia local como de la peste.

5. No digas que eres light, sino que no eres pesado ni serio ni triste. Tu literatura no denuncia nada pues no perteneces a un pasado primitivo y oscuro. 6. Sonríe, sonríe: las cámaras te están enfocando.

6. Se posmoderno. Vive el presente y mira siempre adelante. Para darte ánimos, cada cierto tiempo recuerda el fracaso literario de los escritores de los 70 y 80.

7. Desprecia olímpicamente lo que no conoces y lo que no este citado y comentado por los escritores y críticos (bien pagados) de moda.

8. Expulsa de tu vocabulario, por groseras y demostrativas de atraso, las palabras campesino, palmeras, montañas, tierra, vaca, Plan Cóndor, mina y otras del mismo tenor.

9. Cuando escribas una línea, o cuando llegues a un párrafo, pregúntate: ¿Tiene esto un sentido político o social? Si la respuesta es positiva, rompe lo escrito; si es negativa, ¡adelante! Vas por buen camino.

10. No lamentes públicamente haber nacido en Bolivia; pero piensa y actúa como ciudadano del mundo, sin complejos, sin complejos…

11. Repite este decálogo cada vez que abras la boca, y enséñaselo a tus condiscípulos. Cumplido lo cual, ya puedes mandar tu obra a los concursos: la razón de tu vida y de tus desvelos.

Otros Escritos (Perfiles)

También hojeando, ya no en paginas de papel sino en la biblioteca intocable del Internet, me encuentro con la recopilación de perfiles de grandes personajes escritos por otros grandes personajes, recopilación hecha por Marisol García en su blog De Gira (Archivos) y llegado acá gracias a la Petite Claudine. Acá algunos interesantes:

FRANK SINATRA, por Esquire ("Frank Sinatra has a cold") / GRETA GARBO, por Zadie Smith ("Nature’s work of art") / MARLON BRANDO, por Truman Capote ("The duke in his domain") / HP LOVECRAFT, por Michel Houellebecq ("The myth maker") / BOB DYLAN, por Marianne Faithful ("¿Qué hace una chica como tú en un lugar como éste?") / SARTRE Y BEAUVOIR, por The New Yorker ("Stand by your man") / JOHNNY CASH, por Diego A. Manrique ("El viejo roble") /  EVA PERÓN, por Rodrigo Fresán ("Esta mujer") / GEORGE HARRISON, por Ravi Shankar ("Remembering George Harrison") / MADONNA, por Rodrigo Fresán ("¿Quién es esa mujer?") / JOHNN LENNON, por Diego A. Manrique ("Las mil caras de Lennon").

Leer Colección de perfiles completa (Perfiles para leer).

Lecturas clásicas imprescindibles de América

“Algunos libros son inmerecidamente olvidados; ninguno es inmerecidamente recordado.”
Wystan Hugh Auden (1907-1973)

El filosofo norteamericano Amos Bronson decía: "Un buen libro es aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho", meditando en ello me doy cuenta que pocos libros me han insatisfecho en el transcurso de mi vida. Ya anotamos en este blog dos listas de libros, una sobre los 100 libros mas notables de la literatura mundial y la otra, terruño adentro, las obras magistrales de la literatura Boliviana y aunque no son preceptos que se deban seguir al pie de la letra sirven como pautas a tomar en cuenta. De todas las leídas muchas las he disfrutado.

Hoy, aprovechando que hace un par de días (23 de abril) se ha celebrado el día del libro (aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes y también nacimiento y la muerte de William Shakespeare) recojo del diario 20 minutos una lista imprescindible de los 20 libros de autores de esta América variopinta.

(*) Audio: El viento en la isla (Pablo Neruda) - Fher

Lecturas clásicas de América

‘Rayuela’ - Julio Cortázar
Amor, cotidianidad, azar y arte se entrelazan entre las ciudades de París y Buenos Aires de la mano de Horacio Oliveira en este clásico de la literatura universal.

‘Veinte poemas...’ - Pablo Neruda
Imprescindible paseo por las obsesiones de Neruda: amor, desamor, sentimientos, dolor y olvido.

‘La ciudad y los perros’ - Mario Vargas Llosa
De marcados tintes autobiográficos, la represión y la violencia marcarán la formación de unos jóvenes alumnos de una escuela militar en Lima.

‘Antología poética’ - Mario Benedetti
El compromiso social con su tiempo y la palabra como arma arrojadiza, para un imprescindible de verbo dulce y certero. Política, melancolía, amor y desencuentros marcan la obra de este uruguayo afincado en Argentina.

‘Cien años de soledad’ - García Márquez
Titánica obra pionera que bautizó el realismo mágico en una suerte de diálogo entre vivos y muertos y una familia estigmatizada por la soledad.

‘El siglo de las luces’ - Alejo Carpentier
Tres personajes arrastrados por el vendaval de la Revolución Francesa dan lugar a una reflexión filosófica con tinturas históricas.

‘Mal de amores’ - Ángeles Mastretta
Retrato de la fragilidad y valentía de una apasionada mujer en tiempos de la Revolución mexicana, que inaugura el mundo moderno.

‘Antología personal’ - Alvaro Mutis
Acercamiento a este genial escritor colombiano, que hace de cada rincón de la existencia un verso lleno de luminosidad esperanzadora. Crea, con una habilidad endemoniada, realidades y ficciones.

‘2666’ - Roberto Bolaño
Relato detectivesco, poema épico, ensayo filosófico y reportaje periodístico que ofrece una profunda meditación y reflexión sobre el mal y sobre la muerte.

‘Tres tristes tigres’ - Cabrera Infante
Un viaje a los dominios de la fama y la celebridad escrita en cubano. Es el mayor exponente de la obra de este autor.

‘Un mundo para Julius’ - Bryce Echenique
Julius es un niño inteligente y un retoño de la oligarquía limeña, a la que retrata este libro. Esta novela muestra la fragilidad y la injusticia de la sociedad peruana.

‘La muerte de Artemio Cruz’ - Carlos Fuentes
Novela que empieza por el final. Narra las intimidades de la política mexicana de la época de los líderes sindicales y el exceso de poder en una vibrante Ciudad de México.

‘La invención de Morel’ - Adolfo Bioy Casares
Es una novela de misterio, en la que se transita por la realidad y la alucinación. Narra la historia de un fugitivo de la justicia en una isla desierta.

‘El túnel’ - Ernesto Sábato
El amor truncado por un engaño convertirá el corazón de un hombre en un pedazo de hielo. El protagonista tendrá en sus manos el cuchillo para poner fin a su sufrimiento.

‘Pedro Páramo’ - Juan Rulfo
Este libro revolucionó el panorama literario por su aparente falta de unidad del texto, la ausencia de un argumento central, la aparición de elipsis y unos personajes fantasmagóricos.

‘La casa de los espíritus’ - Isabel Allende
Fue su primera novela. Narra la historia de una familia de terratenientes de una América Latina marcada por el mestizaje y las injusticias sociales.

‘Paradiso’ - José Lezama Lima
El hilo argumental es la infancia y juventud de José Cemí, el protagonista. El personaje tiene una evidente raíz autobiográfica y le sirve de base al autor para la construcción de un mundo poético.

‘El Aleph’ - Jorge Luis Borges
18 relatos, los más elogiados. Muestran las posibilidades expresivas de Borges, fusión de su visión matemática, metafísica y poética del mundo.

‘Lo mejor de...’ - Octavio Paz
Un compendio del poeta mexicano, premio Nóbel y Cervantes, cuyas posiciones públicas siempre suscitaron pasiones y polémicas.

‘Cuentos de la selva - Horacio Quiroga
La selva es el escenario y personaje omnipresente de estos cuentos de Quiroga. Y en medio, el hombre, a veces destructor, a veces destruido.

La frase que abre el articulo en parte reza “Algunos libros son inmerecidamente olvidados” y por supuesto, como ya dije las listas están para tomarlas en cuenta y no para aferrase a ellas, por ejemplo me hubiera gustado ver a Franz Tamayo “Odas” o “Ficciones” de Jorge Luis Borges, Cesar Vallejo, Eduardo Galeano o tantos otros, pero de los “recordados ninguno lo es inmerecidamente”.

(*) En Audio: Excusa perfecta para poner El viento en la Isla de Pablo Neruda, recitado con guitarra en mano por Fher (Vocalista de Maná) del disco Tributo a Neruda. En el tributo de 2 discos se pueden oír las interpretaciones de Joaquín Sabina (Oda a la crítica), Andrés Calamaro (El Toro), Javiera Parra (Soneto XXV), Miguel Bose (El tigre), entre otros y por supuesto los “20 poemas y una canción desesperada” recitadas por Pablo Neruda.

Artículos Relacionados:
- Las obras literarias magistrales de Bolivia.
- Los 100 libros mas notables de la literatura mundial.

La blogosfera hispana: Pioneros de la cultura digital

Con la participación de mucho bloggers y otros pocos blogologos, ha salido al aire el libro “La blogosfera hispana: Pioneros de la cultura digital”. Una suerte de manual perfecto para recorrer lo que hay más allá de la simple escritura:

“El fenómeno blog es uno de los más significativos de la construcción de la Sociedad Digital y replantea y cuestiona gran parte de las estructuras y conceptos tradicionales de la comunicación, la política y la empresa.”

El libro, impulsado por la Fundación France Telecom (España) será de acá en más una referencia en el estudio y análisis de la blogosfera hispana.

Lo más rescatable es que bajo la licencia Creative Commons, la versión digital (.pdf) se puede descargar aquí.

Vea: Índice.
Descargar: La blogosfera hispana: Pioneros de la cultura digital.

¿Quiénes están salvando el mundo?

"Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo."

Los Justos, Jorge Luis Borges

Bendita, bendita sea la música…

El poema fielmente recordado por Orsai en su articulo "Los Justos".

Otros Borges:
Calvin, Hobbes & Borges.
Charlas de café: Borges–Sabato.

Vargas Llosa vs. Eduardo Galeano

Vargas Llosa vs. Eduardo Galeano

Vargas Llosa dice:

“Asoma en la región un nuevo racismo: indios contra blancos. Con Evo Morales, Ollanta Humala y Hugo Chávez, la raza se vuelve ideología.”

“Además de racistas y militaristas, estos nuevos caudillos bárbaros se jactan de ser nacionalistas.”

"Plantear el problema latinoamericano en términos raciales como hacen aquellos demagogos es una irresponsabilidad insensata."

"Equivale a querer reemplazar los estúpidos e interesados prejuicios de ciertos latinoamericanos que se creen blancos contra los indios, por otros, igualmente absurdos, de los indios contra los blancos".

"Un latinoamericano se blanquea a medida que se enriquece o adquiere poder, en tanto que un pobre se cholea o indianiza a medida que desciende en la pirámide social".

"Evo es el emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador y latero, y con una vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical".


Eduardo Galeano dice:

“La caracterización como "caudillos bárbaros" de los actuales líderes populares de algunos países de América Latina es "un mito mentiroso" y un "acto de auto desprecio"

"Me parece muy significativo lo que ocurre en Bolivia como un acto de afirmación de la diversidad", lo cual es opuesto al "racismo, el elitismo y el militarismo, que nos dejan ciegos de nuestra maravillosa plenitud, de ese arco iris que somos",

"Es la resurrección de uno de los mitos más caros, más entrañables de los dueños del poder en América Latina, que es el mito de la civilización y la barbarie".

"Este es un acto de auto desprecio, que es una herencia colonial y se ha convertido en la cultura dominante, que es lo que yo llamo la cultura de la impotencia".

"hay mucha esperanza puesta en esto, no sólo boliviana, sino también latinoamericana y universal".


Fuentes:
La Nación:
Asoma en la región un nuevo racismo: indios contra blancos.
BBC Mundo: Vargas Llosa: "un nuevo racismo".
BBC Mundo: Galeano le contesta a Vargas Llosa.

Otras Charlas:
Charla entre Borges y Sábato.

Proverbios del infierno y las bodas del cielo y el infierno

Proverbios del infierno y las bodas del cielo y el infierno

Aun encantado por las letras de William Blake, les dejo un par de proverbios del infierno y un par más de las bodas del cielo y el infierno:

PROVERBIOS DEL INFERNO

“El rugir de los leones, el aullido de los lobos, el oleaje furioso del mar huracanado y la espada destructora son porciones de la eternidad demasiado grandes para que las aprecie el ojo humano.”

“La cabeza es lo Sublime; el corazón, lo patético; los genitales, la Belleza; manos y pies son la Proporción.”

LAS BODAS DEL CIELO Y EL INFIERNO

"Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombre como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna."

"Para ver el mundo en un grano de arena, y el Cielo en una flor silvestre, abarca el infinito en la palma de tu mano y la eternidad en una hora."

De la imagen: The Ancient of Days (God as an Architect) 1794, William Blake.