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Otras escrituras

Virtuosidad

Decía el filósofo B. Spinoza que “quienes para ser virtuosos esperan que Dios los recompense, se alejan muchísimo de la verdadera virtuosidad”.
En otras palabras, el verdadero virtuoso no espera recompensa. Vive y actúa en el bien y por el bien no por el premio sino por convicción y naturaleza. Se es virtuoso o se aparenta ser por conveniencia.
El verdadero virtuoso, al igual que un buen padre que educa y apoya a sus hijos sin esperar compensación alguna, hace el bien sin importarle el premio o la recompensa, su amor es desinteresado y por naturaleza se entrega tanto a moros y cristianos, judíos o musulmanes, sea cual fuera su religión o credo. Tampoco lo hace por principios religiosos que profesa o porque lo mandan las buenas costumbres y las normas de la sociedad, simplemente vive y actúa según lo dictamina su conciencia, puesto que, como bien afirma el filósofo, “quienes se dedican a censurar al hombre y desprecian sus vicios en lugar de enseñar virtudes, aquellos que debilitan almas en vez de fortalecerlas, resultan insoportables para sí y para los demás”.
Spinoza afirma que “no somos libres cuando deseamos algo con mucha fuerza”, puesto que el apego a una determinada persona, causa, ideología o religión nos domina y deforma nuestro juicio y razón. Dice también, que “nada puede incidir tan fuertemente sobre el ánimo como un odio nacido de la devoción y piedad extremas”. En otras palabras, el verdadero virtuoso no siente orgullo insensato de profesar la religión acertada o creerse más o mejor que los demás y, por lo tanto, no persigue a quienes no comparten su opinión apartándose de todos los que hacen esfuerzos para que los demás amen lo que ellos aman y odien lo que ellos odian.
Por consiguiente, para el verdadero virtuoso no es importante lo que él cree o lo que creen los demás, puesto que lo esencial es que cada uno se ame, busque su perfección y se esfuerce en conservar su ser. Dice el filósofo “para obedecer a Dios simplemente se debe amar al prójimo, puesto que sólo esto satisface por completo la ley”.
Al definir nuestras creencias y objetivos nos convertimos en jueces y nos pasamos la vida tratando de llevar agua a nuestro molino. Ególatras y autoritarios por naturaleza, nos creemos investidos de la razón absoluta y con el derecho de juzgar a los demás. No nos limitamos a actuar según nuestras creencias o principios, dejando al libre albedrío a cada cual, adherirse o no a nuestras ideas, sino que vamos mas allá, condenamos o despreciamos a quienes se apartan de nuestras creencias.
En nombre de lo verdadero y de lo justo se cometieron a lo largo y ancho del mundo los crímenes más horrendos, y quienes todavía se vanaglorian de ser dueños de la verdad o de la ética que profesan deberían avergonzarse cuando con orgullo no disimulado, aplauden acciones reñidas con los más elementales principios humanos, justificando dictaduras de derecha o izquierda, intervenciones violentas, el uso de la fuerza y hasta convalidando asesinatos y torturas en pro del bien común, de la unidad, etc. Todo esto demostrando que detrás de la máscara religiosa, patriótica o ideológica se esconde un vulgar fanático tan peligroso o más que aquellos que dice combatir. Limitémonos a hacer el bien por el bien, tratando de amar a nuestro prójimo tal como es y sobre todo recordando que en el fondo de un pecador se redime un santo, y al revés, en un santo se esconde un arrepentido pecador.

La noche del abrazo de la Tierra a la luna

La noche del abrazo de la Tierra a la luna Miles de espectadores se maravillaron con la última alineación del año de los tres planetas. El satélite terrestre se ocultó y volvió a brillar tras la rotación de la Tierra; por momentos adquirió colores marrón y rojizo.
Una fría descripción del eclipse, quizás... si hubiera nacido unos años antes hubiera disfrutado, mas que ahora, este fenómeno.... mmmmm... no se quizás en la época de Julio Verne, o mejor aun en la época de caballeros, dragones, princesas y brujas cuando la luna si era cosa mística, temerosa, oculta. quizás en la época donde la luna era la musa preferida de los poetas o quizás cuando alguien (Yuri Gagarin) soñaba despierto que se colgaba de la luna y decía: "Veo la Tierra, es tan hermosa"...
Quizás hubiese sido mejor verla durante los siglos, donde los seres humanos sólo pudieron conquistar a la Luna a través de la poesía, la pintura y los sueños.

Eclipses

Eclipses Bueno, ayer por los noticieros me entere que esta noche, 27 de octubre, habra un eclipse de luna y como hago siempre... (siempre que el cielo este despejado, siempre que este despierto, siempre que no haga frio, siempre que no tenga nada importante que hacer, siempre que...) tratare de ver en toda su extencion en dichoso eclipse.
El eclipse de luna rodea muchas historias, por ejemplo cuando los conquistadores "engañaron" a los indigenas americanos aprovechando el conocimiento sobre los eclipses.
La información es poder y la ignorancia, la madre del miedo.
"Viendo que los extranjeros se habían debilitado por las discordias y, hartos de cuentas, cascabeles y bonetes, los indios manifestaron que no les proporcionarían más víveres.
Colón resolvió el problema de un modo espectacular. Leyó en el Almanach Perpetuum, de Abrahám Zacuto que en el plazo de tres días, el 29 de febrero, se produciría un eclipse total de luna y advirtió a los indios que iba a pedir a su Dios que los castigara, privándoles de la luz lunar. En la tarde anunciada, cientos de indígenas se congregaron ante los barcos. Cuando salió la luna ya estaba parcialmente oscurecida y el pánico cundió entre los nativos al verla menguar. Rogaron al almirante que la hiciera volver y éste pidió a cambio la reanudación de los suministros."

Bueno esa es una de las muchas historias que rodean los eclipses, dicen que durara 80 minutos y pues se veran a plena vista, sin necesidad de telescopios ni nadaa por el estilo y si la naturaleza es venebola y no hay nubes perdidas por el cielo, otra vez vere como se devora la tierra a la luna...

Hombres luz

El hombre para despertar lo mejor que lleva dentro necesita de otros hombres que le despierten lo que puede llegar a ser. ¿No necesitan acaso los leños de un fósforo? En el pasado se llamaba a estos parteros de individualidades recios modelos de vida. Yo prefiero llamarlos hombres luz: individuos que con su palabra y su ejemplo nos exigen sobrepasar nuestras inercias y mediocridades. Al ser más que nosotros nos empujan a ser mejores.
Así como toda cerilla requiere de una superficie adecuada para encenderse, el hombre requiere de hombres más grandes que él para echar lumbre. Lastimosamente, hoy vivimos el eclipse de los grandes hombres. Tal vez se deba a que hemos cambiado por cuarenta monedas de plata la literatura por la televisión y el (mal) cine. Desde ese momento gris, nuestras cabezas se han introducido en cavernas sombrías, porque nos ocultan entre mil sombras vanas aquél que podemos ser.
Por decirlo claro y rápido. Los modelos de hoy, Superman, Batman, Rambo, Terminator, Robocop... desplazaron a los de ayer, Jesucristo, Buda, San Francisco de Asís, Tolstoi, Goethe, Leonardo da Vinci, Sor Juana Inés de la Cruz, Franz Tamayo, Adela Zamudio... Por tanto, ¿qué hombres habremos de cosechar? La respuesta no se deja esperar: seres mediocres y sin verdadero calado interior. Hombres que son la sombra de quienes pudieron ser si se hubieran fijado detenidamente en algo más elevado.
Ideales medianos, hombres medios. Esta es la situación existencial que se presenta a principios de siglo. Vemos mudar los hombres águila que nos llevaban por las alturas y vemos surgir los hombres escarabajo que nos precipitan a la mediocridad. Desoladora constatación: la sociedad se ha convertido en una gigantesca fábrica de enanos. Y si lo son, es porque no aspiran a ser más. No hay mayor desgracia que un hombre contento consigo mismo: se resignó ser algo más grande.
“Toda vida verdadera es encuentro”, dijo Martín Buber. El hombre es una caña y un anzuelo, depende de qué tan lejos tire la caña, para lo que vaya a pescar y con lo que habrá de alimentarse. Hoy, hemos dejado la caña en la cesta de basura y pusimos nuestros ojos, con indolencia y sin lucidez, en la televisión. No cabe duda de que no hemos llegado a ser ni mejor ni peor que la “quinta pared” de los hogares modernos: nuestro más íntimo espejo.
Los hombres luz, mientras tanto, descendieron a sus tumbas, encontrando en el silencio mejor compañía que la nuestra. Están a nuestra espera, nos ofrecen trocar el kitsch en que hemos convertido nuestras vidas en una renaciente epopeya. ¿Pueden oír aún nuestros oídos? ¿Queda todavía un resto de espíritu en nosotros para escalar nuevas cumbres? ¿Hay auroras que esperan dormidas a renacer?
Es imperativo traer desde los mausoleos de la historia y rescatar desde la plataforma del presente la figura de grandes mujeres y hombres, no por su estatura física ni por sus ambiciones de poder; sino porque siendo iguales a nosotros son mejores que nosotros. Aquellos que se cruzaron por nuestros caminos y que en nuestra ceguera no alcanzamos a ver.

Mi cambio de civil tranquilo a asesino a sueldo

Aprovechando el viaje de mi novia y mi lesion de abductores que no me permite moverme con la agilidad que quisiera, me puse dos opciones, una era comprarme un telescopio y observar a los vecinos y la otra fue sentarme frente a la pc y escribir incoherencias.
Lo primero hubiese sido un medio adecuado para, en caso de ser observado, meterme en lios grandes, ademas no quiero parecerme a cierto personaje de peliculas ni mucho menos... la otra no me convencia, tenia que ser algo mas agil, no se... donde pueda sacar mi espiritu maligno y calmar mi hiperactividad, lo segundo no era precisamente el medio mas factible de lograrlo.
Suelo ver a mi hermano jugar esos juegos,valga la redundancia, (con la habilidad de un Da Vinci para la pintura, la anatomia, la optica o la hidraulica) de tipo -Shoot´em´all- como counter strike y todas las ramas afines de estas... asi que decidi meterme a probar mi habilidad con juegos como estos... veamos como me fue (pasa al siguiente post)

Hitman 3: Contratos

Hitman 3: Contratos Hitman 3: Contratos, me parecio interesante (basta ver la portada del pack del juego)... La mirada maliciosa que manejo constantemente para matar, con la mirada, a algunas personas que no saben que es privacidad, el traje signo de distincion, pulcridad y en ciertos casos seriedad, los guantes de cuero negro (similares a los usados por un jugador de futbol americano inculpado por asesinar a su esposa), y aca el pequeño gran detalle... una pareja de silverballers semiautomaticas, me apresuraron a internarme en mis nuevos "contratos".
Primero no hay nombres, eres simplemente el agente "47", empezamos en un psiquiatrico y joer... los Swats han rodeado el edificio, puedes salir disparando o sigilosamente...
Para todas las fases del juego (12 en total) cuentas con las famosas silverballers semiautomaticas, matan rapido pero hacen mucho ruido y el tiempo de recarga pueden ser decisivos en los momentos criticos, pero sin duda son las mejores armas que llevas a mano; pero si quieres ser silencioso esta la silverballer S. tiene un practico silenciador y es semiautomatica; Mas efectivo para guardias o personas solitarias y distraidas, es el cable de fibra maliciosamente silenciosas. Como instrumentos adicionales tienes una ganzua (no hay puerta que se resista y no son detectadas), un visor nocturno (lo escencial es apagar las luces, apagando generadores, quemando fusibles, etc. y ten por seguro que el visor, sera un fiel aliado) y para terminar los infaltables prismaticos (es un efectivo aliado tactico en misiones claves).
Pero esto no termina aca... un lujo de arma que solo lo tienes en fases adelantadas, un rifle francotirador w2000, que podes manejarla en un practico maletin; tambien puedes cojer todo tipo de armas desde cuchillos, navajas, rifles, ametralladoras, etc etc de tus posibles victimas.
Tus victimas vienen a ser desde un simple carnicero, hasta las grandes mafias chinas. Pero no solo es matar y matar debes usar inteligencia, lograr confusion, robar y usar ropas indicadas para cada mision. La mejor mision desde mi perspectiva es la final "Cazador y Presa", no es para menos, para variar estas rodeados por Swat`s en cada esquina, francotiradores te tienen en su mira, soplones por todo lado, y para aumentar tu nerviosismo tienes que matar al jefe de la policia, que porsupuesto esta bien custodiado.
Excelentes pausas cinematicas, excelente historia, excelente entorno grafico (graficos increibles y excelentes no solo del lugar donde te desarrollas, sino tambien de todo tu entorno), el sonido ni que se diga parece que sacaron todo su "arsenal" de tecnologia (mejor si se oye con parlantes Creative: Inspire 6.1)... lo mejor es que no hay forma de aburrirse, cada que comenzas un nuevo juego puedes intentar nuevas estrategias.
IO es el que nos da este excelente juego. como veran todos mis comentarios son alabanzas y si alguien quiere convertirse en un pacifico civil a un estrategico y silencioso asesino a sueldo.
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Vea tambien:
Hitman 3: Contratos, Pagina oficial
PortalMix, Descripcion, argumento e imagenes.
Softonic, Descarga el demo.

Invitaciones GmaiL de regalo

Invitaciones GmaiL de regalo Apenas me deshago de las que tengo y me llegan mas... creo que borrare mi cuenta de gmail (jejejeje) y bueno pues los que quieran cuentas gmail, dejen su email y su nombre en los comentarios, hoy se regalan 5 cuentas GMAIL.

El pingüino que le dio un sopapo al imperio Microsoft

El pingüino que le dio un sopapo al imperio Microsoft Octubre ha sido el mes elegido por los agentes de venta del magnate de la informática Bill Gates para comercializar "Windows XP Edition Starter" en las tiendas de software de Malasia, Tailandia e Indonesia. Una versión de bajo coste del sistema operativo que alimenta el 90 por ciento de los ordenadores del mundo, 350 millones de usuarios repartidos de Sillicon Valley, domicilio del gigante Microsoft, hasta la capital tailandesa Bangkok. Objetivo: frenar la difusión del software libre por el continente asiático tras el impulso dado por el Día Mundial del Software Libre, celebrado el pasado 28 de agosto. Objetivo también: evitar iniciativas como la promovida el pasado mes por los tres países tecnológicos más importantes de Asia, Japón, Corea del Sur y China para el desarrollo de un sistema operativo basado en el software libre.
Software como Linux (lo utilizan Google, Disney y Pixar), el del pingüino en su cabecera, el más popular y alternativa natural a Windows; o también el procesador de textos OpenOffice o el navegador Mozilla. Libres porque alimentan una filosofía basada en cuatro libertades: la de usar el programa con cualquier propósito; la de estudiar cómo funciona el programa, y adaptarlo a las necesidades del usuario; la de distribuir o vender copias, mejorando el programa y haciendo públicos esos cambios para que toda la sociedad se beneficie. Todo esto con un requisito: que el código fuente del programa, el lenguaje en el que está escrito, esté abierto y sea accesible.
Pero no sólo se extiende por Asia. Sobre todo lo hace por América Latina, lejos de donde el finlandés Linus Torvards colocó por primera vez un sistema operativo libre en la red. Es Brasil, precisamente, uno de los países a la vanguardia en el uso de software libre. Es una de las banderas políticas del gobierno de Lula da Silva que pretende que, el próximo año, el 80 por ciento de los ordenadores comprados por el Estado se alimenten de este software de código abierto. Un intento, en palabras del Gobierno, de democratizar el acceso a la tecnología con la intención de que 17 millones de brasileños la tengan a su alcance. Hoy son ya 60 las alcaldías que utilizan este tipo de programas y 2500 los dólares que se ahorra Brasil por cada 10 ordenadores que usan Linux, según datos de la revista PC News.
El cono sur es tierra abonada para el "software sin dueño". Argentina también. A principios de este año, el gobierno de Néstor Kichner anunció que todos los ordenadores del gobierno nacional tendrán en el plazo de cinco años como sistema operativo el software Linux. Iniciativa similar si viajamos hasta Venezuela o Perú.
Y también si lo hacemos hasta Afganistán, donde Estados Unidos no gobierna en la paz como tampoco lo hace uno de sus baluartes, Microsoft. Pierde la batalla contra Linux apoyado incluso por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el terreno para facilitar la tecnología a los afganos. Tecnología abierta a sus necesidades, abierta a la autogestión, a que sean ellos los que la mani-pulen, desatando la dependencia del software propietario controlado por Microsoft.
Porque ese es el objetivo del software libre, desatarse de la dependencia de unos laboratorios localizados en la Costa Oeste de Estados Unidos, de la dependencia de una tecnología encarecida en cada versión del sistema, en cada actualización del software, y enmarañada con un sinnúmero de programas sujetos los unos a los otros para su uso. Es un software propietario, antítesis del desarrollo sostenible y autosostenido de los países del Sur, más si parten de cero. Dice a la cadena BBC Ashraf Hasson, uno de miembros destacados del todavía reducido Grupo Iraquí de Usuarios de Linux, que el software abierto y libre "podría ayudar a sentar una sólida base en la tecnología del país". Y lejos de eso, hoy, los iraquíes empiezan a tener problemas una vez las copias ilegales de software propietario que han caído en sus manos, el de Microsoft, han caducado. Lo siguiente hay que pagarlo.
Y de Irak hasta Nigeria, Sudáfrica, India, Chile, Noruega, España, Francia y Alemania. Allí también ha llegado el software libre. Ejemplo en Europa, el del gobierno de Munich que está sustituyendo en sus equipos el sistema Windows por Linux.
Es una apuesta por reducir los costes, por evitar la piratería, por autogestionar la red informática, por frenar la intromisión de los hackers, los piratas informáticos, alimentada por la privacidad. Ya no la hay, lo que existe ahora es libertad para construir un software, otro tipo de software posible, al alcance de todos, puente en la división informática entre mundos, cura para la brecha que hiere al Sur postrado en el subdesarrollo tecnológico.

Le llamaban Pantriste

Le llamaban Pantriste Siempre de negro, ausente, disperso, indolente, deprimido, solitario. Tuvo un guiño de furia el día que una niña no aceptó ser su novia. Era una bomba de tiempo, que nadie se percató en desactivar. Gustaba oír a Marilyn Mason, un icono del rock pesado cuyo verdadero nombre es Brian Warner, pero que decidió llamarse así en homenaje a la Monroe "la rubia que se suicidó" y al magnicida Charles Mason "que en un ritual satánico dizque diseñado por su amo, cargo con Sharon Tate y sus amistades, allá por los 70".
Su alma en estado de confusión, posiblemente escuchó demasiadas veces las letras de las canciones de mayor demanda. La gente hermosa, dice: "No te quiero ni te necesito. No te molestes en resistir. Te voy a derrotar. No es tu culpa que estés siempre equivocado, los débiles están ahí para demostrarlo...". "¿Qué ves? ¿Algo hermoso, algo libre? No hay tiempo para discriminar, hay que odiar sólo a los hijos de puta...". O esta otra perlita cuyo título no recuerdo: "Úsame cuando quieras venir. Me desangré tanto por recibir tu caricia. Cuando estoy en vos me quiero morir. Usuario amigo, puta estrella de la droga obscena, vas a morir cuando estés en la cima, no vas a morir por mí".
Hijo de un oficial de la armada, Rafael, que sin explicación aparente, estructuró una tragedia de proporciones globales disparando a quemarropa toda la carga de una 9 mm sobre sus aterrados compañeros de aula, expresaba y grababa palabras sobre el suicidio colectivo más que descifrables, si alguien con criterio hubiese deseado amarlo. Advirtió en infinidad de lenguajes su necesidad de ser alimentado emocionalmente. Era un púber como tantos otros del mundo. Un proyecto de hombre, que aseguran siempre tuvo un techo seguro, un cuerpo cubierto, un plato de comida, una escuela básica y unos progenitores, que desde los manuales sociales, eran una pareja bien avenida, un matrimonio católico, unos padres enérgicos aseguran. Gente decente, como diría el vulgo, que ahora no entiende por qué "El Junior" —así le decían, todos los que le frecuentaban—, se perdió en su laberinto y tiñó de sangre el aula.
Hoy, todos tratan de explicar su acción tenebrosa; y para hacerlo transitan el manido expediente de la violencia social, de las influencias de los medios de comunicación, de la falta de sicólogos, de la venta irrestricta de armas. Pero, lo extraño es que casi nadie se percata que el drama de este ser humano con la vida destrozada para siempre, quizá empezó cuando los que lo trajeron a este mundo no entendieron los tiempos estrictos de su lactancia; no entendieron los tiempos estrictos de sus cuentos infantiles; no entendieron los tiempos estrictos de sus horas de juego con asistencia de sus padres; no entendieron sus tiempos estrictos de afectos en los pupitres que habitó. Esos tiempos que son los tiempos en que se blinda el corazón de cada cogollo en estado de germinación contra la podredumbre de este siglo vigente. Esos tiempos que, posteriormente, difícilmente se pueden reconstruir. Esos tiempos de descuido, dejadez y abulia, que son los que roturaron irresponsablemente la tierra suficiente para que la semilla peligrosa de culturas ajenas a su memoria genética, lo inunden y lo alienen. Entre todos hemos creado a esa criatura que puede clonarse con inquietante cercanía en las geografías nuestras, sino entendemos que los valores y las emociones no se predican, sólo pueden instalarse en los corazones de hijos, hermanos, amigos desde el ejemplo cotidiano de ejercerlas.

El Evangelio con un San Mateo - Parte II

· (Las frases que siguen se parecen sospechosamente a los aforismos de Luder).
· Todo refrán o aforismo es reversible. Errar es divino, perdonar es humano.
· Es una fatiga ser refinado. Tienes que vivir atento, porque al menor descuido se te escapa una vulgaridad.
· Teoría marxista (de la línea Groucho): La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.
· Diógenes podía ahorrarse la lamparita para buscar un hombre honesto: le bastaba preguntar a cada uno si lo es; y si respondía que sí, entonces fija que era corrupto.
· Es de sabios callar y poner cara de cojudo que hablar para despejar dudas ajenas.
· Hacer política es decirle al ciudadano: ¿Me va a creer a mí o a sus propios ojos?
· Frase de un político de cepa: Mis principios son irrenunciables, pero si le molestan, puedo plantearle otros.
· Sabiduría marxista (grouchiana): Un candidato puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.
· Otra de Groucho: luchar por el honor de alguien es probablemente más de lo que él se propuso jamás.
· Buena respuesta para un escritor vanidoso: "Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo." Groucho Marx.
· Id. Id. Para un actor id.: "No me gustó la obra de teatro, pero fue que la vi bajo circunstancias adversas —con las cortinas elevadas."

El Evangelio con un San Mateo - Parte I

· Tal como voy, sospecho que mi vida acabará en un funeral.
· Consuelo: que seas paranoico no quiere decir que no te estén persiguiendo.
· Consuelo 2: Que jamás te juzguen irremplazable. Si no, ¿cómo te van a ascender?
· En las municipales, vota por el que menos prometa. Así tu decepción será menor.
· Mi sueldo podría alcanzarme para toda la vida. Siempre que no compre nada.
· Si te portas mal, piensa que quizá Dios te ha encomendado la misión de ser un mal ejemplo para el prójimo.
· El día que Dios me señale, es seguro que me meterá el dedo en el Ojo.
· La peor de todas es que tu hermano gemelo olvide tu cumpleaños.
· Una cónyuge es un ser que te saluda preguntando si encontraste trabajo.
· Hoy me levanté optimista porque mañana estaremos peor.
· El saber y la riqueza, mientras más se distribuye, menos le toca a uno. Si no, que lo digan tantas universidades…
· Cuento mis penas para permitir que el prójimo se sienta bien con la desgracia ajena.
· Si alguna de estas frases se parece a la de un escritor clásico, es señal de que estos ñatos siguen plagiando desde el pasado.
· Por más que nos esforcemos, los ricos nos llevan cuando menos un sastre de ventaja.
· Continuara... con aforismos de Luder y un poco de frases grouchomarxistas.

¿Descendemos de los atlantes?

En general, entre los mitos y leyendas más recurrentes en muchas culturas se hace alusión a lugares, ciudades o incluso países enteros que de pronto, por alguna razón inexplicable, desaparecen sin dejar rastro. Entre estos mitos encontramos por ejemplo la ciudad de oro de los incas, también conocida como El Dorado, y con un sentido un poco más religioso, el mito del Paraíso Perdido.
Aunque en la historia ha existido un número importante de exploradores que han buscado evidencia material de la existencia de estos sitios perdidos, no se puede decir lo mismo de las pruebas halladas, pues en los hechos son prácticamente nulas.
Pero pese a ello, existe una historia, referida a una ciudad perdida en el mar, que es quizás la leyenda que más se resiste a morir y quedar en el olvido y respecto a la que incluso no hay acuerdo cierto de la región del planeta donde se sitúa: la leyenda de la Atlántida.
El relato aparece ya en la obras de Platón, en Grecia, quien afirma que existía en un tiempo remoto una próspera nación localizada en medio del Océano Atlántico que, aparentemente por un castigo de los dioses, fue condenada a la desaparición, sumergiéndose irremediablemente en el mar, y sin dejar huellas.
No fue sino hasta comienzos de la pasada década que un militar jubilado de la Royal Navy -Jim Allen-, propuso no sólo que la Atlántida sería una realidad histórica, sino además que existen vestigios y pruebas de que ésta se halla en Bolivia, y más específicamente en La Paz.
A pesar de lo estrambótica que resulta a primera vista esta afirmación, el anciano investigador en el fondo cuenta con algunas pistas verosímiles. ¿Pero cómo puede ser verdadero esto, si ni siquiera tenemos acceso al mar? Ocurre que Allen analizó en un sentido literal las obras del filósofo Platón, y encontró que la descripción de la arquitectura atlante, coincidía con la arquitectura tiwanacota, de la que sí tenemos pruebas concretas. Según el autor de esta polémica idea, gran parte de la arquitectura retratada en los textos del filósofo griego coinciden con la de Tiwanaku, sobre todo en lo relativo a las formas y colores en la organización de las piedras del lugar. A esto Allen podría agregar el hecho que en islas del Océano Pacífico se ha encontrado totoras, y la hipótesis de que algunas culturas de la misma zona eventualmente habrían tenido contacto con antiguas civilizaciones sudamericanas; un indicio de lo “cotidiano” de probables viajes interoceánicos”.
Si bien existe cierta coincidencia entre las descripciones de Platón y lo que hoy conocemos de Tiwanaku, Allen no lograr explicar convincentemente cómo se habría efectuado la comunicación intercontinental, sorteando el Atlántico, hace cientos de años y con tan escasos medios técnicos.
También en Bolivia, el arqueólogo de origen cubano Oscar Córvinson, consideró la posible existencia de esta ciudad, aunque él la situaba también en pleno Atlántico, consideró la posibilidad de que hubiera existido, “de alguna manera”, una comunicación “marítima” con Tiwanaku, no siendo en ningún caso una misma civilización.
Desafortunadamente para los crédulos, las pruebas en la que estos análisis se basan, y la forma en que se desarrollan, no merecen ser llamados “estudios científicos”. Al contrario, las herramientas geológicas y arqueológicas con las que hoy contamos hacen posible afirmar que nunca existió un país, ni menos una civilización, en medio del Atlántico, y que si hubiera existido, no habría podido desaparecer en su totalidad sin dejar vestigios, por mínimos que fueran. Por otra parte, es poco probable que hace tres mil años, o incluso más, las técnicas de navegación en nuestras antiguas civilizaciones estuvieran lo suficientemente avanzadas como para permitir viajes transatlánticos, desde los andes hasta el continente europeo, atravesando las actuales tierras brasileñas.
Los frutos de recientes investigaciones europeas parecen encontrar un punto intermedio entre el mito y la realidad, siempre en el marco de la ciencia objetiva y reconocida. Las hipótesis más convincentes asumen que existió efectivamente una ciudad próxima al Atlántico, pero muy probablemente se trató de un poblado mediterráneo, del cual los griegos tenían escasa noticia y que habría desaparecido por alguna catástrofe natural.
Para decepción de los “paleo snobs”, es improbable que seamos descendientes directos de los míticos y nobles atlantes.

Actualizando mi mouse

Actualizando mi mouse Paola: Oye Rolando... quiza deberiamos cambiar el mouse.
Rolando: y porque... si todavia sirve.

Serenidad

Serenidad ¿No puede usted dormir? Pues tómese un ansiolítico. ¿Está usted deprimido? Pues tómese un antidepresivo. ¿Se murió un pariente? No debe llorar, tómese un sedante. ¿Perdió su gran amor? No sufra (eso quedó para las novelas antiguas), farree hasta caer al suelo, o dópese. ¿Se siente solo porque no puede encontrar pareja? No se angustie, busque terapia de grupo con otros igualmente inadaptados. ¿Su niño es travieso? No se pase el trabajo de ayudarlo a llenar las horas con actividades útiles; llénelo de Ritalin y vea cómo queda con los ojitos desenfocados, pero tranquilo.
Vivimos en la era de la planicie emocional, la era de la equidad minimalista, de las pastillitas mágicas, de la chatura intelectual, de la “mismez” estandarizada. Hoy, las cumbres y los abismos están prohibidos; los sentimientos fuertes están mal vistos. No se puede ser mucho (ni poco). Ser “demasiado” inteligente es tan malo como sufrir de acné. En nuestros días Beethoven, Chopin, Bolívar, Dostoievski, Baudelaire o Rimbaud serían inadaptados, enviados a diagnóstico, psicoanalizados e internados.
En el pasado, preocuparse por el estado del mundo, del país, de la salud, el trabajo o la familia, se tomaba como señal de madurez y responsabilidad, a la gente “seria” realmente le importaba lo que sucedía en su patria o su ciudad. Hace unas cuantas décadas, sufrir de amor era sublime; hoy es una estupidez. Ayer, ser locamente feliz era maravilloso; hoy es señal de ciclotimia o trastorno bipolar. Antes, la angustia era señal de haber comprendido la complejidad de la vida; hoy es señal de vulnerabilidad y motivo de estabilización con Xanax, Prozac, Zoloft o Tranquilax.
Todos debemos encajar, cumplir con patrones de normalidad sin exceder expectativas ni pedir tolerancia. En un mundo acelerado, complicado y sobrepoblado, los que levantan la cabeza por encima de la masa, o los que caen por debajo de la regla, son retirados de la correa transportadora educativa o profesional, para ser descartados por no seguir la norma. Por ello, tanto ansiolíticos, antidepresivos y “neuroequilibradores” se han hecho más populares que la antes infaltable aspirina. Todos los toman. Tanto, que hace poco leí que las aguas del venerable Támesis contienen cantidades “significativas” de antidepresivos, por lo que podemos colegir que la flema inglesa moderna es más alquimia que tradición cultural.
Sin embargo, la planicie es aburrida. Gozar y sufrir son elementos esenciales de la vida; son el cenit y nadir de nuestro sol interno, sin los cuales no podríamos completar el ciclo de la vida. El chato contentamiento no puede parangonarse con la dicha verdadera, y el dolor es padre del impulso creador del dolor, dando vida a Goyescas, Guernica, girasoles enloquecidos, Fausto o el Réquiem de Mozart. ¿Podría haber existido un Dante iluminado sin las luchas de su Florencia natal? ¿Habría surgido Winston Churchill si su patria no hubiera estado sumida en una trágica guerra? Si Eurípides hubiera tomado Prozac, si Homero hubiera englutido Zoloft, si Beethoven hubiera podido dormir, si Van Gogh hubiera tomado litio, ¿tendríamos Edipo Rey, La Ilíada, la Apasionnata o el sol enceguecedor sobre los trigales?
Por supuesto que no se trata de sufrir sin descanso, ni de creer que se puede vivir flameando en la cumbre de la dicha. La vida ofrece altos, bajos y planos intermedios en sabias dosificaciones, y es imprescindible saber saborear la dicha, así como enfrentar la desdicha con serenidad, sobre todo si recordamos que la serenidad no es indiferencia ni es insensibilizar el alma. Serenidad significa sentir y sufrir, aceptando lo inevitable; serenidad significa luchar, asumiendo las consecuencias de la lucha; serenidad significa asumir la magnitud de la pérdida, sin desesperar. Hermoso, ¿no? Demasiado, quizás. Si tuviésemos serenidad… no necesitaríamos escribir sobre estos conflictos, ni recurrir ocasionalmente al cigarrillo, al whisky, al Xanax o al Prazolam, que, al fin de cuentas, nos sacan de apuros cuando se nos cae el mundo encima. ¿Cierto?

Vampiros en la Villa Imperial

Vampiros en la Villa Imperial Bien sabida es la fama que tiene Potosí de ser cuna de historias de vampiros, aparecidos, brujas y de fantasmas en busca de alguna riqueza que perdieron cuando estaban con vida. No hay que hacer nada más que leer algunas páginas de "Leyendas, Mitos y Tradiciones de Bolivia", del cándido Antonio Paredes, para encontrar demonios escapando de cruces bendecidas y de frailes en busca de un tapado en la Catedral o en algún viejo caserón.
Pero las cosas han cambiado hoy en día; y esto no es de extrañarse. Por ejemplo, si visitamos la antigua Iglesia de Belén nos encontramos que ahora es un moderno anfiteatro dedicado a la memoria de Modesto Omiste; el recorrido incluye un paseo por el techo de la Iglesia desde donde se puede ver las 22 torres que circundan toda la región urbana de la Villa de Don Carlos.
Al igual que las Iglesias, las historias y las leyendas urbanas mutan a medida que pasa el tiempo. Las historias de vampiros ahora se escenifican en morgues, las fiscalías y sobre todo en las facultades de medicina; los protagonistas ya no visten capa negra y barba de chivo puntiaguda, si no que hasta podrían ser nuestros hijos, nuestros amigos o cualquier otro personaje cercano a nuestro entorno familiar.
Es el caso de aquel estudiante de medicina que se encontró el cadáver de Sebastián Huanca Poma en las calles de Potosí y decidió llevarlo a su casa (¡que alma más caritativa!). Una vez en su hogar, donde sus padres jamás notaron la presencia del occiso, lo introdujo en un bote de agua y lo trasladó junto con sus dos amigas a su centro de estudios para venderlo como una baratija, o quien sabe para vender sus preciados órganos a alguna transnacional.
Cuando la policía fue informada del hecho, se dirigió a la Universidad Toma Frías y confiscó el cuerpo, luego llamó a todos los alumnos y se procedió a un tenso interrogatorio para armar el rompecabezas de este singular asunto. El principal implicado, Cesar Alberto Martínez Chávez, remarcó que en su condición de estudiante de medicina vio la oportunidad de tener un cadáver para las prácticas y por esa razón no dio parte a las autoridades respecto a la muerte de Huanca Poma. Durante la autopsia llamó la atención la existencia de tres heridas puntiformes en la caja toráxica del occiso, a la altura del corazón, las mismas que fueron producidas por inyecciones que habrían servido para introducir cloroformo al cuerpo. Aún no se sabe si estas marcas fueron hechas antes o después de la muerte de la víctima, un nuevo y curioso hecho de sangre en los anales de la historia potosina.
El caso no terminó todavía y se espera que no llegue a ningún lado, sólo por el hecho de que en nuestro país no estaría tipificado el delito "de robo de cadáveres" o el de "profanación de tumbas". En caso de que se compruebe que los químicos fueron inyectados antes de la muerte de Huanca, entonces se podría abrir un caso por homicidio. Me pregunto si en este caso la Ley no debería consultar por la figura de Jurisprudencia en los casos de vampiros y de demonios en los siglos 16 y 17; (por supuesto que esto es solo una figura literaria del presente artículo).
No es de admirarse que las Iglesias sean ahora museos; que el Sumaj Orcko sea un monumento y que los vampiros sean profesionales, no importa cual sea el área de trabajo que desempeñan. Sin embargo, no hay que olvidarse nunca de decir "Cómo has cambiado, Potosí".

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¿Alguna vez ha notado aquellos stickers que plagan los vehículos de transporte público y que contienen instrucciones como, por ejemplo: “pase al fondo”, “mi educación depende de Ud.”, “no escupa”, etc.?...
Quienes utilizamos el transporte público con frecuencia para realizar largos recorridos día tras día, los stickers son salvavidas. Al cabo de unos meses uno deja de mirar por la ventana ya que el paisaje no cambia y es el mismo todos los días. Sin embargo, los stickers en el interior de buses y minibuses varía casi siempre y entretienen al menos durante unas cuantas cuadras, cuando el paisaje aburre.
Lo más interesante acerca de estos stickers, sin embargo, es el hecho de que...¡funcionan! ¡Definitivamente funcionan! O al menos yo jamás he visto a alguien en un micro deliberadamente distrayendo al conductor, ni escupiendo, ni fumando, ni rehusándose a pasar al fondo, ni siendo maleducado cuando un sticker en la pared lo prohíbe. Claro, deben haber excepciones, pero en general las personas acatan con bastante disciplina los stickers de los micros y minibuses. Yo por mi parte sé que me abstengo de pedir velocidad cuando un sticker en el micro en el que viajo indica que lo que me conviene es exigir seguridad.
La cosa es que, durante uno de esos largos recorridos en micro o minibus, cuando ya ni el paisaje ni los stickers podían hacer nada contra mi aburrimiento, me puse a pensar en qué sucedería si siguiéramos el ejemplo de los transportistas y colocáramos en otros lugares unos coloridos stickers que indicaran la conducta apropiada de las personas. Podríamos llegar a evitar actos de corrupción, crímenes, malos entendidos entre ciudadanos, o al menos crear ciudadanos más educados.
Por ejemplo, imagine que colocáramos en los ministerios públicos unos stickers que digan: “Por favor no coimee a los funcionarios. Es una sugerencia de Shirley’s, su farmacia amiga”. Y en las oficinas de la Aduana: “No escupa (al país). No haga contrabando”. Y en el Senado de la nación: “La educación de Filemón Escóbar depende de Ud.”. Y en los hospitales de Santa Cruz: “Favor no dejar morir a más bebés, es una sugerencia de Laboratorios Aleluya” y “Cristo viene. Acepte su responsabilidad”.
En fin, nada se perdería con intentar.

Soñando despierto

Soñar es obra exclusiva del ser humano y sello distintivo de cada corazón. Hasta se podría decir: dime que sueñas y te diré quién eres. Soñar nos distingue, nos alienta e ilusiona. Soñamos lo que queremos ser, lo que anhelamos convertirnos y también soñando afloran nuestros peores pensamientos. Si con sólo soñar podríamos seducir, amar o hacer daño otra sería nuestra ética y comportamiento conscientes que estamos libres de toda responsabilidad. Por eso, lo que se sueña y se piensa es lo que verdaderamente identifica y define al individuo, enmascarado por conveniencias casuales que le imponen un alto grado de simulación en sus actos.
Se sueña espontáneamente cuando dormimos y se sueña despierto lo que se quiere, añora o se desea. Los sueños a los que me refiero son los últimos, los que a voluntad los elaboramos, pintamos y dibujamos a nuestro gusto y sabor. Aquellos sueños, tal vez imposibles de alcanzar o realizar, pero que tienen la virtud de alentarnos, elevarnos, sublimarnos y mejorar nuestro espíritu y comportamiento. Los que nos hacen vivir más allá de las conveniencias diarias, mezquinas y circunstanciales. Los que nos proyectan como seres superiores liberándonos por unos instantes de intereses pasajeros tan útiles y necesarios para sobrevivir, puesto que como decía J. J. Rousseau es difícil pensar noblemente cuando sólo se piensa en vivir. Dejar libre nuestra imaginación es bucear hacia nuestro interior en busca del yo íntimo adormilado por el diario vivir y reconocer las distancias que nos separan entre nuestros ideales y en lo que nos hemos convertido. Es retrotraerse a lo que quisimos ser, a los ideales de la juventud o de la niñez. Es recordar lo que pensábamos de la vida, a quien quisimos amar y como soñamos ser amados. Nos permiten, en otras palabras, confesarnos lo que ganamos o perdimos por haber vivido, por haber elegido una determinada manera de vivir y sacrificar en consecuencia otras vidas que soñamos vivir.
Decía Amado Nervo: El hombre que vive mirando las estrellas es una parte de ellas mientras que el hombre que mira el cieno es parte del cieno. Donde llega la insistente mirada va con ella una prolongación de nuestro yo. Soñar por ejemplo: que Bolivia se convertirá al fin en el país más diverso y hermoso del mundo, pese a sus habitantes que permanentemente lo devalúan y desprestigian. Que algún día nos sentiremos orgullosos de ser bolivianos sin importar si somos originarios o no. Soñar que los gobernantes y políticos actuarán en función del interés nacional en vez de hacerlo cuidando el día a día azuzados por un populismo barato que prefiere satisfacer urgencias circunstanciales que hipotecan nuestro futuro. Soñar que al fin comprenderemos que es más importante querer construir un futuro juntos que vanagloriarse de haber tenido un rico pasado, de nada sirven las glorias pasadas si ya no se desea continuar juntos.
Soñemos cosas positivas que nos alegren el corazón y que nos ayuden a darle color a nuestra vida, puesto que si es importante vivir intensamente mientras uno está despierto también es útil y positivo soñar despierto.

La eterna busqueda llamada libertad

Quizá sea porque la libertad es como una pequeña llamita cuya esperanza nunca se apaga.
Lo leí en La fuga, la extraordinaria novela del cineasta y escritor Eduardo Mignogla, no sé si es verdad, pero merecería serlo: "...El Código Penal de la República Argentina no sanciona a los detenidos que intenten huir, por considerar que la búsqueda de la libertad es un instinto irresistible". Sabios conocedores del alma humana los que pensaron así, porque hombres y mujeres, a diferencia de algunos pájaros, son capaces de cantar de soñar y de encontrar espacios de libertad aún en las condiciones más complicadas de prisión y tormento.
Quizás sea porque la libertad es como una pequeña llamita cuya esperanza nunca se apaga. Lo saben, entre otros, las víctimas de las dictaduras latinoamericanas, tiempo de oprobio que no quisiéramos que retorne nunca. Pero la memoria debe estar acompañada de esa escurridiza palabra llamada justicia. La investigación del Plan Cóndor, el descubrimiento de las cuentas secretas de Augusto Pinochet, la negativa de la justicia argentina a poner punto final a los juicios contra los torturadores militares son muestras de que hemos avanzado. Lo es también que a las más bellas plazas de La Paz, se haya inaugurado un espacio para recordar a los desaparecidos, esa herida siempre abierta, aún en democracia.
Ahora bien, como toda palabra símbolo hubo y hay usos para "libertad". En su nombre el enano mental que gobierna Estados Unidos, George W. Bush, mandó a bombardear y a invadir Irak. A propósito, los grandes medios de comunicación norteamericanos publicaron las fotos de los más de mil soldados gringos caídos en lo que fuera el territorio del imperio Persa, me imagino que colocar los rostros de los más de 200 mil iraquíes muertos en esta invasión hubiera llevado muchas más páginas de las que utilizan en todo el mes.
Y en nombre de la "libertad de mercado" los neoliberales nos convirtieron en prisioneros del hambre, del desempleo y del saqueo de nuestros recursos naturales. En el otro vértice, José Stalin mandó a matar a millones de personas usando como excusa la "libertad del pueblo".
Sin embargo, a pesar de tanta muerte, de tanto barrote y de tanto garrote, los seres humanos siguen añorando la palabra "libertad", escribiéndola en paredes cuando las sombras de la noche ocultan sus rostros o con sus uñas en los muros de las prisiones, o en los sueños más enfebrecidos.
Aún sabiendo que la libertad es indomesticable, que el momento en que creemos tenerla le hemos quitado su valor. Quizás por ello ese extraordinario escritor del siglo de oro que fue Francisco de Quevedo decía que: "Sólo lo fugitivo permanece y dura".

Hablando de la paz

El 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz, establecido por la ONU en 1981 para “conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo”. Pero es difícil mantener la esperanza de un mundo mejor si hojeamos los periódicos o miramos los telediarios. Es fácil llegar a la conclusión de que todo está perdido y de que vivimos en una espiral de violencia. Los medios de comunicación moldean esas percepciones por medio de imágenes y mensajes que transmiten día a día.
Además de los actores directos de cada conflicto, los periodistas y las empresas a las que ellos pertenecen también tienen influencia en su desarrollo. La gente, receptora de imágenes y de mensajes, influye en la política internacional en mayor grado si se trata de una democracia. En teoría, un sistema democrático refleja la voluntad del pueblo. Lo que decidan los políticos de estos países tiene consecuencias de peso en la política internacional. Cabe decir entonces que la información influye en cómo se manejan los conflictos.
Muchos periodistas repiten lo que algunos políticos proponen: un mundo con seguridad a cualquier precio. ¿Por qué se reproduce al pie de la letra lo que declaran Bush, Putin, Powell y Uribe? Cada vez los medios son más sumisos y obedientes. O sin la formación adecuada, lo cual los expone a una mayor manipulación. Quizá ya están controlados por tan poca gente que al periodista le queda poca libertad de elección.
Cuando dicen: “No se negocia con los terroristas”, ¿por qué no leemos la versión no oficial? Pocas veces nos explican el fondo de los sucesos violentos. Si buscáramos en Google la palabra “muertos”, encontraríamos miles de titulares de periódicos y artículos. Tanto hablan de muertos y de “daños colaterales” que resulta difícil no dejarse llevar por el pesimismo.
Los medios de comunicación han reducido el concepto de violencia al terrorismo internacional. Los consumidores de noticias centran su atención en los atentados que se producen en todos los Continentes. No se percatan de que el terrorismo es tan sólo una partícula del inmenso Goliath que es la violencia mundial. Y que la paz es fruto de la justicia o silencio de los cementerios.
Mientras se mire el problema desde una óptica tan minimalista, poco se podrá hacer. No sólo está Al Qaeda. Están Chechenia, Colombia, Palestina, Sudán, el Sudeste asiático. Así hasta 34 conflictos bélicos no recogidos en los medios. Un malestar general comienza a extenderse por Latinoamérica. Los mercados no han traído el prometido desarrollo. Han aportado desigualdad y conflicto.
Según los medios, no hay lugar para la paz y la esperanza. Se reduce la verdad a la imagen de un niño corriendo horrorizado, un cadáver con la mirada perdida o un edificio convertido en escombros. La gente se acostumbra y al cabo del tiempo lo ve normal. La costumbre amortigua la sensibilidad.
La pobreza, la opresión, el hambre y la injusticia han empujado a mucha gente hacia el radicalismo. No se trata de justificar las guerrillas, el terrorismo y la violencia como recursos de defensa contra la injusticia, porque la violencia es en sí injusta. Se trata de escarbar y encontrar una respuesta para ofrecer soluciones sensatas.
La información veraz es un derecho subjetivo, como lo son la educación y el acceso a la sanidad. Quienes manejan esa información son tan responsables sociales, como los médicos o los profesores. A pesar de la burda realidad que muestran cada día, hay otra verdad más auténtica “Un mundo más humano es posible porque es necesario”.

AHhHhhh..!!

AHhHhhh..!! AAAAAHhHhhHHh........!!!!
El mundo esta loco....!!!!!

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Imagen: El grito. E. Munch. 1893