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¿Alguna vez ha notado aquellos stickers que plagan los vehículos de transporte público y que contienen instrucciones como, por ejemplo: pase al fondo, mi educación depende de Ud., no escupa, etc.?...
Quienes utilizamos el transporte público con frecuencia para realizar largos recorridos día tras día, los stickers son salvavidas. Al cabo de unos meses uno deja de mirar por la ventana ya que el paisaje no cambia y es el mismo todos los días. Sin embargo, los stickers en el interior de buses y minibuses varía casi siempre y entretienen al menos durante unas cuantas cuadras, cuando el paisaje aburre.
Lo más interesante acerca de estos stickers, sin embargo, es el hecho de que...¡funcionan! ¡Definitivamente funcionan! O al menos yo jamás he visto a alguien en un micro deliberadamente distrayendo al conductor, ni escupiendo, ni fumando, ni rehusándose a pasar al fondo, ni siendo maleducado cuando un sticker en la pared lo prohíbe. Claro, deben haber excepciones, pero en general las personas acatan con bastante disciplina los stickers de los micros y minibuses. Yo por mi parte sé que me abstengo de pedir velocidad cuando un sticker en el micro en el que viajo indica que lo que me conviene es exigir seguridad.
La cosa es que, durante uno de esos largos recorridos en micro o minibus, cuando ya ni el paisaje ni los stickers podían hacer nada contra mi aburrimiento, me puse a pensar en qué sucedería si siguiéramos el ejemplo de los transportistas y colocáramos en otros lugares unos coloridos stickers que indicaran la conducta apropiada de las personas. Podríamos llegar a evitar actos de corrupción, crímenes, malos entendidos entre ciudadanos, o al menos crear ciudadanos más educados.
Por ejemplo, imagine que colocáramos en los ministerios públicos unos stickers que digan: Por favor no coimee a los funcionarios. Es una sugerencia de Shirleys, su farmacia amiga. Y en las oficinas de la Aduana: No escupa (al país). No haga contrabando. Y en el Senado de la nación: La educación de Filemón Escóbar depende de Ud.. Y en los hospitales de Santa Cruz: Favor no dejar morir a más bebés, es una sugerencia de Laboratorios Aleluya y Cristo viene. Acepte su responsabilidad.
En fin, nada se perdería con intentar.
Quienes utilizamos el transporte público con frecuencia para realizar largos recorridos día tras día, los stickers son salvavidas. Al cabo de unos meses uno deja de mirar por la ventana ya que el paisaje no cambia y es el mismo todos los días. Sin embargo, los stickers en el interior de buses y minibuses varía casi siempre y entretienen al menos durante unas cuantas cuadras, cuando el paisaje aburre.
Lo más interesante acerca de estos stickers, sin embargo, es el hecho de que...¡funcionan! ¡Definitivamente funcionan! O al menos yo jamás he visto a alguien en un micro deliberadamente distrayendo al conductor, ni escupiendo, ni fumando, ni rehusándose a pasar al fondo, ni siendo maleducado cuando un sticker en la pared lo prohíbe. Claro, deben haber excepciones, pero en general las personas acatan con bastante disciplina los stickers de los micros y minibuses. Yo por mi parte sé que me abstengo de pedir velocidad cuando un sticker en el micro en el que viajo indica que lo que me conviene es exigir seguridad.
La cosa es que, durante uno de esos largos recorridos en micro o minibus, cuando ya ni el paisaje ni los stickers podían hacer nada contra mi aburrimiento, me puse a pensar en qué sucedería si siguiéramos el ejemplo de los transportistas y colocáramos en otros lugares unos coloridos stickers que indicaran la conducta apropiada de las personas. Podríamos llegar a evitar actos de corrupción, crímenes, malos entendidos entre ciudadanos, o al menos crear ciudadanos más educados.
Por ejemplo, imagine que colocáramos en los ministerios públicos unos stickers que digan: Por favor no coimee a los funcionarios. Es una sugerencia de Shirleys, su farmacia amiga. Y en las oficinas de la Aduana: No escupa (al país). No haga contrabando. Y en el Senado de la nación: La educación de Filemón Escóbar depende de Ud.. Y en los hospitales de Santa Cruz: Favor no dejar morir a más bebés, es una sugerencia de Laboratorios Aleluya y Cristo viene. Acepte su responsabilidad.
En fin, nada se perdería con intentar.
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