Blogia
rocko weblog

Ojo de vidrio

Monstruos

Maquinas como monstruos de caparazones de acero y entrañas de fuego, plástico y mangueras. No-monstruos que tragan tierra, para luego vomitarla en un ciclo constante e interminable. La maldición del monstruo.

La(s) Puerta(s)

39. La puerta es la que elige, no el hombre. (J. L. Borges)
#fragmentosdeunevangelioapócrifo

La Paz en 11 videos musicales

De seguro cuando uno intenta hacer un recopilatorio de ciudades que salen en videos musicales se viene a la mente "Bittersweet Symphony" (The Verve) y el paseo de Richard Ashcrof caminando Hoxton Street en North London. El video es una joya, la mayor parte del video muestra a Ashcroft caminando la calle sin detenerse frente a nadie y, chocando así, a toda persona que se atraviesa en su camino. Tampoco se detiene frente a los automóviles, al punto que trepa a uno de ellos para continuar su camino. Bittersweet Symphony captura el ritmo, no sólo de Londres sino de cualquier gigantesca metrópoli: el gentío, la incómoda presencia del otro y el bullicio de las calles.

 

Y como Londres (1), New York (2), y como New York, Tokio (3) y como Tokio, una lista de ciudades particularmente variadas y fotogénicas que sirven de inspiración a decenas de directores desde la creación del genero. Ciudades que toman papeles protagónicos a las que los videastas las caminan, las destruyen, las pasean, las corren, las sienten, las dibujan (4) y las reinventan.

 

En Bolivia no puede ser de otra manera y aún desconociendo todo el material visual que acompañan canciones hechas en ciudades del país, podría asegurar que es la ciudad de La Paz el escenario preferido para que muchas bandas se paseen por sus calles y usen de complice. Y si bien se pueden encontrar razones justificadas a este fenómeno, entre ellos el económico, para solo salir a las calles y grabar, verán también videos a los cuales la ciudad de La Paz contextualiza y que no solo sirve de recurso geografico sino tambien que se nutre  de su multiple cultura, sus contrastes, sus laberintos, sus abismos imposibles, sus casas peleadas con Newton, sus recovecos y su gente, que al fin y al cabo, es el plasma sanguineo de este organismo ciclopeo.

 

Esta lista de la ciudad de La Paz en 10 video musicales, no tiene mas pretensiones que recorrer y nutrirse, al igual que los videos, de la ciudad de La Paz por lo tanto debe dejarse de lado la critica musical, la validez de los grupos, su trascendencia, su genero o su virtuosismo (Fuera de esta lista quedan géneros musicales como la cumbia y el folklore de grupos nacionales e internacionales que usan a La Paz como escenario y que de aventurarnos a hacer una lista de ellas, y solo las sobresalientes, el ejercicio seria interminable.)

 

Krauss – “Ella”: Un canto a la novia de turno perfecta mientras ella recorre mercados informales en el centro paceño. En La Paz abunda el comercio en sus calles y como toda ciudad que se precie de serlo, suele ser caótica, acá verán algo mientras seguimos a la protagonista cámara en mano (los alrededores de San Francisco donde abunda el comercio artesanal y mas arriba los alrededores de la plaza Eguino, donde abunda el mercado informal). El valle de las ánimas (en el sureste de la ciudad) se cuela en el video, todo un contraste con la bulliciosa y caótica ciudad y sus altos edificios. El silencio y las imponentes rocas erosionadas dominan el paisaje.   

 

 

Ciudad Liquida – “Cada Día Mas”: Desde un balcón se puede ver la Zona Sur de La Paz, con sus edificios codeándose con las montañas. La noche paceña también suele ofrecerte vistas espectaculares con luces que trepan por las laderas y asemejan a estrellas multicolores. Un “corre, Lola, corre” por Miraflores. 

 

 

Octavia – “Viaje”: Un video en stop-motion que se inicia en los alrededores de la ciudad y desciende de las montañas para llegar a recorrer varias calles y avenidas de ciudad para terminar volviendo a su origen.

 

 

Quirquiña – “Senderos”: Un video apto para campaña turística de La Paz, llena de postales, personajes y contrastes de rostros, geografías y sociedades en y de la ciudad (La vista desde El Alto, las laderas descolgándose por Tembladerani, la Terminal, San Francisco, un aparadita, una paseante, un funcionario publico, un lustrabotas, salteñas…)

 

 

Octavia – “Redención”: Canción hiperactiva para una persecución a pie que cruza La Paz y muestran vistas de la zona norte, el centro de la ciudad y Miraflores (La calle Comercio, la Sagarraga, el puente de las Americas, la ex-estación de trenes, el Prado)

 

 

Joey Kittelson – “Tales that are True”: En La Paz todo parece estar cerca, el Illimani por ejemplo parece estar akisitos, casi al alcance de tu brazo, si lo vez desde el Alto, y sin embargo para encontrarlo debes tomarte horas para siquiera rozar sus faldas. Y eso hace Joey Kittelson en “Tales that are True”, subido a una motocicleta, un road-trip para llegar a las animas y rozar la muela del diablo con las primeras luces del sol, para volver a la ciudad por la noche y con la ciudad como reflejo del cielo estrellado que impacta a la llegada mientras se desciende desde El Alto o desde el extremo opuesto, como en este caso. Y que si bien las montañas que la circundan a la urbe paceña se encuentran fuera de los limites de la ciudad, no dejan se estar omnipresentes y siendo parte de la ciudad.

 

 

Electroshock – “Uno Más”: Un enamorado suicida pasea la ciudad en blanco y negro, la canción habla de adicciones, creo. Lo raro es que, si de suicidas enamorados en La Paz hablamos, el video no termine en el puente de las Americas.  

 

 

Deszaire – "Sempiterno": La ciudad de La Paz es un lugar adecuado para la ciencia-ficción y es cierto que la literatura, la fotografía, el arte grafico y el comic lo han entendido y podemos ver a La Paz siendo invadida por ovnis, zombis, cyborgs o en escenarios steampunks con superhéroes y villanos escondidos en mascaras y disfraces de danzas folklóricas populares, pero el material en video es mínimo y por eso rescato este video, con una La Paz postapocaliptica en la que el grupo recorre las ruinas de una desolada ciudad de La Paz. Los efectos son mínimos y mal logrados (muchos planos vacíos y sin fondos) pero la idea es muy buena.

 

 

Matamba – "Alerta Roja": La Paz al raz del suelo en un canto a sus seres fantasmas.

 



Landshapes - "In Limbo": Siempre he creido que La Paz se parece al infierno de Dante (La vista nocturna ayuda y conociendo todas sus bajas pasiones, la refuerza), y el Alto, es el Limbo, imagino que algo similar vieron los ingleses de Landshapes. El video empieza en La Paz y desde una ladera emerge su paseante, una Cholita Luchadora a la que el video sigue, absorbiendo con ella imágenes de ambas ciudades.

 

Según su vocalista, la canción es “una canción de lucha lírica y musicalmente” e hizo la canción inspirada en las cholitas luchadoras y no pudo evitar viajar a La Paz para grabar el video y hacer un “homenaje a esas mujeres a las cuales la sociedad suele discriminarlas por doble partida al ser mujer e indígena” (…) Este video es una celebración a estas extraordinarias mujeres, dentro y fuera del ring.”

 

El video muestra imágenes de La Paz, sus laderas para luego llegar a El Alto y mostrar sus mercados, sus casas al borde, una entrada folklórica (La Paz, dice Lonely Planet, es una de las diez ciudades mas fiesteras del mundo. No sorprende), y una ceremonia tradicional pidiendo protección a los dioses aymaras para Luisa Gerstein. Lo demás sigue con el espectáculo luchistico de las “Cholitas Wrestling” (Atractivo turístico nacido a base de necesidades). Ian Pons Dirige.

 

 

Naughty Boy - "La La La" ft. Sam Smith: Grabado en La Paz y Potosí, el video narra el viaje de un niño invitado por un brujo aymara (o el escape del niño ante los gritos agresivos de lo que parece, su padre), la travesía la acompaña un perro, un ser de cemento inexpresivo (al que le compra un corazón) y un kusillo. El niño recorre El Prado y Obrajes en La Paz y luego el video nos conduce a Potosí, el cementerio de trenes, el Salar de Uyuni y el Cerro Rico, donde la travesía del niño termina a rodillas al tío (diablo) de la mina. Las referencias a “El Mago de Oz” son directas.

 

 

(1) "London Calling”, The Clash /  "Panic", The Smiths.

(2) Waiting on a Friend”, The Rolling Stones /  “We Want The Airwaves", Ramones.

(3) “Acquiesce”, Oasis o "Read my mind", The killers.

(4) “Masterplan”, Oasis: El video promocional de “The Masterplan” para el Stop The Clocks (2006) es una joya de la animación, arte en movimiento, donde el grupo, en animación, se pasea en un mundo basado en las pinturas del artista de Manchester L. S. Lowry, que junto a la vital canción forman una joya audiovisual. Pero claro, si los Oasis iban a salir animados era el momento preciso para brindarle también una pincelada beatlesca (Abbey Road, Magical Mystery Tour, Yellow Submarine, Sgts. Peppers Lonely Hearts Club Band) y donde además se puedan ver decenas de referencias a la carrera de Oasis.

 

Bizarre Foods with Andrew Zimmern en Bolivia

“Se están comiendo a los caníbales” (Jorge Luís Borges)

La idea de comida se asocia gustosamente a la de naturaleza, pero el nexo es ambiguo y fundamentalmente impropio. En la experiencia humana, de hecho, los valores portantes del sistema alimenticio no se definen en términos de naturalidad, sino como resultado y representación de procesos culturales que prevén la domesticación, la apropiación, la transformación y la reinterpretación de la naturaleza. Los médicos y filósofos antiguos, comenzando por Hipócrates, definieron la comida como «res non naturalis», incluyéndola entre los factores de la vida que no pertenecen al orden natural de las cosas, sino al artificial. Es decir, perteneciente a la cultura que el hombre mismo construye y gestiona.

Vale decir entonces que la comida es el reflejo propio de una cultura que la moldea a su antojo siendo configurada como un elemento decisivo de la identidad humana y como uno de los instrumentos más eficaces para comunicarla. No dudo que bajo este concepto Andrew Zimmern y Anthony Bourdain, este ultimo en un modo mas sofisticado, cínico y políticamente incorrecto (cocinero, viajante, filósofo, fan declarado de “The Ramones” y rocker incurable), basan sus recorridos turísticos en la exploración culinaria de los pueblos y/o culturas. (Ramón Rocha Monroy, un ejemplo más local, ya explora esos caminos y nos identifica en sus recorridos gastronómicos por nuestra comida).

En el caso de Andrew Zimmern (escritor, crítico, chef y gustador de comidas exóticas), se interna en países y busca en ellos las comidas mas extrañas y bizarras, a su parecer, para degustarlos. Lo que para los americanos resultaría repugnante y para los europeos quizá demasiado extraño, para los asiáticos podría ser más que una necesidad de supervivencia, un delicioso impulso natural. O viceversa. En esa balanza gastronómica que se mueve, hace una mirada antropológica a la comida y ofrece, a quien lo ve en pantalla, sensaciones vívidas de las realidades sociales y culinarias que explora.

"Lo mágico sobre las experiencias que compartimos con la gente en nuestro show es que somos capaces no solo de mostrar los sabores de un país, sino que la podemos introducir en experiencias gastronómicas que, en ocasiones, son tan tradicionales y arraigadas que han sido arrasadas por la sociedad contemporánea, incluso en el país que visitamos" (Andrew Zimmern)

De ese modo no les sorprenda verlo comiendo arañas y gusanos en New York; deleitándose con una especie de larva en Filipinas; un feto de ave, casi sin terminar de formarse; cabeza de oveja frita, en Marruecos; en una cacería de caracoles y langostas en Trinidad; Cerdos de un mes de edad al horno, en España; Gusanos de coco a la parrilla con yuca en Ecuador y un desfile de comidas que mas pareciera una apología al sadismo gastronómico.

En una de esas travesías culinarias Andrew Zimmern llega a Bolivia “El país más alto y más remoto de Sur América” según el mismo describe y empieza su recorrido, en busca de lo que el ve extraño y bizarro dispuesto a degustar cuanto platillo pongan delante de el y, gastronomía mediante, explorar la sociedad y aprovechar para mostrar la belleza y las tradiciones culturales de la región. Andrew visita La Paz, El Altiplano, El Alto, Santa Cruz y el pueblo Moco Moco en el lago Titicaca, por supuesto que parecerá extraño la ausencia de Cochabamba (Capital boliviana del abúndate y buen comer) entre los destinos de Zimmern.

Para los no afortunados que se perdieron el paseo de Andrew Zimmern por tierras Bolivianas lo subimos al Youtube para que acompañen al regordete anfitrión de Bizarre Foods en sus descubrimientos (y algunos nuestros propios) de sabores, colores y personajes. Buen provecho.


En Video: "Bizarre Foods" on Bolivia (Season 2) – Parte 1/5. (Link Youtube)

“Si te atraen los lugares remotos y secretos, deberías visitar Bolivia”, dice Zimmern mientras contextualiza a grueso modo al país y lanza su primera perla histórica al recordar la llegada de Butch Cassidy, The Sundance Kid y el Che Guevara por estos suelos. “La comida de Bolivia no es muy complicada y tampoco lo es la gente autóctona del lugar” menciona, como marcando los principios en que basará el programa buscando escapar de las ciudades para buscar fuera de ellas los sabores tradicionales, siendo su primera parada el mercado de Batallas que está en las afueras de La Paz.

En la ciudad de La Paz: Andrew empieza en el restaurante “La casa de los paceños”. El chef de este restaurante es conocido por sus platos de la vieja cocina Boliviana (viejo cochina, según pronuncia Zimmern). Aquí, Andrew come: Riñón de cordero, ranga, mondongo, Caldo de Cardan (sopa de pene de toro). La especialidad de “La casa de los paceños” es la chanfaina (un cocido que contiene venas, pulmones, corazón, hígado, cebollas y sazones). Predomina el sabor del hígado.

En el restaurante Pronto Dalícatessen: el chef Raúl Urquizo fusiona la cocina tradicional con la europea. Cerebro de llama salteado y lengua en salsa de ajo. Carne de llama. Carpaccio de Ispi, el cual se sirve con alcaparras, lechuga, tomates, cebolla y queso. El Ispi es un pez del lago Titicaca. Fuera de la comida, resalta las presentaciones creativas, raras y provocativas del Chef, por ello quizás la veneración a Salvador Dalí, recomendando el paso casi obligado por el restaurante a cualquier viajero.

Mientras se mueve por las calles se topa con la comida rápida tradicional de media mañana de La Paz: Las salteñas parecen gustarle. Nótese la inexperiencia al comerlas (la maldición de los principiantes con una salteña nunca deja de ser graciosa). Ya por la noche Zimmern busca bocadillos que solo se encuentran cuando oscurece, y en La Paz que mejor descubrimiento que el anticucho (corazón de vaca finamente cortado, aderezado con ají de maní, especias y servido con papas) asado sobre carbones naturales.

- "Bizarre Foods" on Bolivia – Parte 2/5. (Clic Aquí para ver): Los mercados públicos de Bolivia: el Rodríguez, el Uruguay, el Lanza, el Camacho y el de las Brujas. En el mercado Rodríguez: Andrew va acompañado de la chef Vesna Lacaste (que parece estar más extraviada que Andrew). Comen patas de cerdos encurtidas en vinagre y sal de tres a siete días y charque de cordero (lamb jerky). En el mercado Uruguay: pescado frito, Chunchula, mondongo (chitlins, large intestines) y charque de llama. Bebida: mocochinchi, los sabores más populares son el de maní y melocotón o durazno.

- "Bizarre Foods" on Bolivia – Parte 3/5. (Clic Aquí para ver): Bolivia es el lugar de origen de la papa, dice y sin dejar de contarnos sus propiedades nos muestra el Altiplano: En las afueras de La Paz, con su guía Jaime y la familia Torrez, participa en la preparación de chuño (papa deshidratada), una papa que se deja afuera por varios días para que el frío de la noche la congele. Luego, se pela con los pies y se vuelve a poner a secar. Con los chuños preparan un casi Chairo, sopa que lleva zanahorias, habichuelas y charqui de llama.

- "Bizarre Foods" on Bolivia – Parte 4/5. (Clic Aquí para ver): Con Evan Abramson (Fotógrafo) como guía, visita El Alto y va a ver la lucha libre entre mujeres aymaras de pollera o cholitas (haciendo notar desde su punto de vista la fortaleza de la chola paceña representada en las cholitas luchadoras, aquel icono turístico moderno creado a fuerza de necesidades). “Bolivia es un país extremo y el clima no es la excepción del aire seco y helado de las montañas a las temperaturas de las tierras bajas las condiciones varían”. 



En Video: "Bizarre Foods" on Bolivia (Season 2) – Parte 5/5. (Link Youtube)

En Santa Cruz: Le sirve de guía la chef Alex Peredo. Ella lo lleva a las afueras a comer, al pueblo Yapacani, no sin antes probar el típico achachairú. Van al restaurante La Cabaña, el cual tiene un menú limitado los cuales son cazados y preparados el momento a ser ordenados: sopa de pescado, surubí, pacu, sábalo y jochi, tatú, plato mixto. Andrew come armadillo (tatú) y jabalí. Los platos van con arroz y papas fritas.

En el lago Titicaca: Junto con Patricia Margain, visita el pueblo Moco Moco, cuyo líder es Pedro Flores. Participa en la ceremonia Apthapi, un banquete tradicional. Andrew come maíz, queso fresco, dumplings de quinua, chuño, papas, truchas fritas y Karachi (peces del lago Titicaca).

“Experiencing food and sharing culture does more that bring us together than any other share activity” (Andrew Zimmern)

A Burroughs le habría encantado llevar a Zimmern a la jornada de exterminio de plagas, por lo menos tendría una conversa grata en lugar de los deletereos vapores despedidos por su tanqueta de pesticida.

Aclaraciones: Bizarre Foods with Andrew Zimmern (Comidas Exóticas) se difunde en Discovery Travel and Living. / El episodio en Bolivia se difundió en la segunda temporada (Mayo de 2008) / Articulo escrito y traído de vuelta gracias a una experimentación culinaria de la que fui parte. / Anthony Bourdain, el cocinero maldito, merecerá una atención preferencial en el blog. 

Lea también:
- Bizarre Foods Blog: Variety... the spice of Bolivia!
- En el lar de los conformes disconformes: ¿dónde llevaría a Anthony Bourdain si viniera por La Paz?
- Miguel Esquirol, el forastero, en su paso por Barcelona nos muestra los recovecos donde se puede encontrar los sabores de la comida Boliviana y los contrastes gastronómicos que hay entre España y Bolivia. (Video)

De las ciudades

Las ciudades, estáticas e inalteradas a simple vista, evolucionan dramática pero imperceptiblemente. Como gigantes, cuyo caminar pasa desapercibido para un insecto.

Somos el plasma sanguíneo de organismos ciclópeos, cuyo devenir, aunque invisible, nos condiciona.

A Hard Rain's A-Gonna Fall

El paisaje me abstrae y en lo único que puedo pensar es en Bob Dylan y en un improbable viaje a La Paz, con su mirada desde El Alto, escribe una bitácora y se pierde contando los innumerables cerros que cobijan a La Paz, “parece que son doce” escribe, busca entrar en la hoyada y solo ve autopistas curvadas desenvolviéndose como serpientes reptando, prefiere descolgarse por el bosquecillo oscuro y frío, sucursal del demonio, piensa. Mientras camina y desciende se pregunta el génesis de la subterránea geografía, un océano muerto quizá. Mira al cielo... una tormenta se aproxima.



Oh, where have you been,
my blue-eyed son?
Oh, where have you been,
my darling young one?

I’ve stumbled on the side
of twelve misty mountains,
I’ve walked and I’ve crawled
on six crooked highways,
I’ve stepped in the middle
of seven sad forests,
I’ve been out in front of
a dozen dead oceans,
I’ve been ten thousand miles
in the mouth of a graveyard,
And it’s a hard, and it’s a hard,
it’s a hard, and it’s a hard,
And it’s a hard rain’s a-gonna fall.

(Bob Dylan - A Hard Rain’s A-Gonna Fall)
.

El Puente de las Américas (The Bridge)


Puente de Las Américas y La Paz (Ampliar Imagen)

La Paz se creo en una hoyada, en una serie de accidentes geográficos domados a fuerza de concreto y afanes de seres de sueños utópicos. La Paz es un duelo eterno de voluntades entre la naturaleza y el hombre donde unos y otros buscan robarle espacios al otro en una pulseta interminable.

El puente de las Américas (Ubicación Google Earth-Panoramio) es un ejemplo claro de aquello. Construido para saltar el vacío de lo que alguna vez fue suelo convertido en vacío gracias a alguna vertiente rebelde que esculpió la piedra e hizo una profundidad impasable y aquellos seres, también rebeldes, cansados de respetar la geografía, decidieron hacer cumplir las leyes de la física (la distancia mas cercana entre un punto y otro es la línea recta) y crearon la estructura capaz de resumir tiempos.

El puente de las Américas es una batalla ganada por el hombre a la naturaleza, gracias a la obra de ingeniería de fierro y concreto. Pero mas allá de ello, el Puente de las Américas encierra cierta magia que no reside en la construcción y sus dimensiones, sino en lo místico que le rodea: que los recién casados lo caminen y encuentren en el la metáfora de “cruzar cualquier obstáculo en su nueva vida en pareja” hace que se le de al monstruo de hormigón un aire romántico pero al mismo tiempo adquiere, dentro de ese misticismo, un matiz oscuro y maldito al ser, en La Paz, uno de los lugares que ejerce gran atracción sobre los individuos con trastornos del alma que buscan, con y en el, la salida mas próxima a la vida que fruto de circunstancias se hizo tormentosa.

Para estos últimos, paseantes suicidas, una pequeña casa verde policial se nota en afán de protección y/o disuasión y como media extrema, son cuestión de reflexión las decenas de pasajes y citas bíblicas pintadas en el concreto y barandales del puente referidas al amor de Dios y la belleza de la vida, que buscan en el alma desesperanzada cambiar la suerte a ultimo minuto. Caso contrario, los mas afortunados encontraran en el beso del cemento frió de la carretera cientos de metros abajo… el silencio y los menos afortunados sobrevivirán a la caída gracias a un automóvil que coincidió en tiempo y espacio. Son dos, según frías estadísticas, los saltos que se producen por mes, cosa que se multiplica en Septiembre, mes del amor y la primavera (para lo cual tengo una teoría). En Septiembre también se multiplican el paso de los recién casados que caminan de extremo a extremo el Puente de las Américas.

Un dato escalofriante es el que posiciona al Puente de las Américas entre los diez mejores puntos de suicidio del mundo, incluyendo coincidentemente con el Golden Gate de San Francisco (Articulo) el lugar del mundo donde más seres humanos han atentado contra sí mismos, otra cara, al igual que el puente de Las Américas, de un monumento arquitectónico de innegable belleza.

Un tercer componente que hace del Puente de las Américas un espacio ineludible es la vista al hacerse desde lejos uno con la ciudad. O bien desde el, la panorámica privilegiada que ofrece de la ciudad contemporánea, sus inicios en las laderas que se deslizan desde el Alto, una vista, según las montañas te permitan, del inicio de la zona Sur y el resto de los puntos cardinales que rodean el puente.

El Puente de las Américas, es la síntesis de una ciudad que busca progresar según la geografía lo demande, creadora de mitos de bienaventuranza para los recién casados o transportadora directa, en vertical, a una falsa promesa romántica de paz cuyo único requisito es saltar la baranda. Desde el próximo año (2010) la ciudad de La Paz contara con tres puentes similares al Puente de Las Américas, poéticamente llamados “Los Puentes Trillizos” en una nueva batalla ganada a las profundidades y montañas a fuerza de necesidades. Puentes que de seguro se llenaran de mitos, miradas y profundidades.

(Articulo Adicional) The Bridge "El puente de los suicidas": El director Eric Steel colocó varias cámaras en puntos estratégicos del Golden Gate y registró 19 de los 24 suicidios ocurridos en el famoso puente a lo largo de un año. Con ese material, en 2006 estrenó el documental The Bridge” (Ver Trailer de “The Bridge”). Cruel documental que nos relata las historias de los seres que encontraron el final de su destino en el Golden Gate. El documental es oscuro y hasta morboso, pero muy real que invita a la reflexión. Lógicamente, The Bridge no es apta para espectadores sensibles. El director entremezcla secuencias donde muestra la belleza del puente, así como del paisaje que lo envuelve, con escenas donde aparecen transeúntes que, en vez de tomar fotos como el resto de turistas, pasean erráticos junto a la barandilla. Hasta que actúan. Porque de pronto alguien salta el pasamanos, se coloca sobre el alféizar del puente y, casi sin darnos tiempo a reaccionar, se precipita. Después, el sonido de su cuerpo contra el agua. (…) la reflexión más importante surge de un suicida fracasado que, tras ser socorrido por una foca, se planta delante de la cámara para reconocer que no entiende por qué lo hizo y que ahora, cuando la vida le ha dado una segunda oportunidad, cree tener un alma nueva. Porque este personaje ratifica lo que la psiquiatría viene diciendo desde hace años: el suicidio es un acto impulsivo del que se arrepienten todos los que fracasaron.

Lea tambien:
Jumpers: The fatal grandeur of the Golden Gate Bridge – Saltadores: La grandeza fatal del Puente Golden Gate (New Yorker).

Escaleras al cielo

Mirarte

Voy a perderme en tus ojos llokalla. Buscando las razones de esa eterna necesidad de autodestrucción de aquel pedazo de lagrima marrón que se descuelga por tus ojos.

Presencia de la Montaña

El illimani se está –es algo que no se mira.

En el Illimani, el cielo es lo que se mira; el espacio de la montaña. No la Montaña.

En el cielo de la montaña, por la tarde, se acumula el crepúsculo; por la noche, se cierne la Cruz del Sur.

Ya el morador de las alturas lo sabe; no es la montaña lo que se mira.

Es la presencia de la montaña.

Jaime Saenz.

Mapas Google en los blogs y el explora Universos

Tres de mis juguetes google favoritos son sin duda Google Mapas, Google Earth y el mas reciente explora universos Google Sky y por supuesto hay justificación suficiente para hacerlas herramientas fundamentales para el juego de explorador aéreo de las proximidades terrestres o de las latitudes extra terrenas mas alejadas.

Viviendo en una ciudad que gracias a sus altos cerros esta siempre observada desde el cielo y los habitantes de los altos tienen sin la necesidad de otras tecnologías mas que la de sus ojos, hacer el juego similar al de Google Earth o Google Maps, pero aun con ese grandioso panorama hay recovecos que se pierden del ojo humano ante la oposición de los edificios y cerros que se interponen a la vista.

 
Vista Parcial de la ciudad de La Paz, desde el Mirador de Killi-Killi (Link: Mi Flickr).

Son esos pequeños obstáculos que nos obligan a recurrir a los grandiosos mapas de google que sin más obstáculo nos permiten divisar esos ínfimos rincones ocultos que solo pueden parecer manchas de café de un descuidado o simples errores de fotografía. Con Google Maps, mi gusto por la fotografía muy amateur y mi afición bloggera no es menos llamativo entonces que google ahora nos brinde la posibilidad de insertar a nuestros blogs los mapas para identificar los puntos recorridos e inmortalizados con el ojo de vidrio (*). Cierto es que ya lo podíamos hacer con Panoramio, pero la no posibilidad de amplios artículos era una gran limitante para describir lugares u otras historias. Vamos a sacarle jugo a Google Maps y su nueva herramienta.


Ver mapa más grande
Mapa Parcial de La Ciudad de La Paz (Bolivia) desde Google Maps.

Articulo plus:
Google Sky: Si bien éramos grandes amantes del viejo Hubble y sus insólitas fotos del universo, como gloria adjunta nos llega ahora Google Sky, el explora universos, con fotografías de gran resolución en el lugar que les corresponde. Disponible en la ultima versión de Google Herat de descarga gratuita. Disfruten. (Video ilustrativo de instalación y uso de Google Sky – Vía: Astronomía en la red).

Gracias a Panorama Maker y mi ojo de vidrio: Una linda Foto Panorámica armada de La Paz vista desde Killi-killi. La pueden ver, enlazar, descargar o cosa similar desde all you can upload.

De Trenes y Estaciones

De Trenes y Estaciones

Caminar calles y avenidas que se creen olvidadas, siempre te devuelven a descubrir oscuras y lejanas joyas que permanecen haciéndole quiebres al tiempo. La Ex Estación de trenes, en La Paz, es una de ellas, mantenida por obra y gracia de la soledad y el olvido, porque si estas tendrían un lugar donde empezar o terminar sus viajes de seguro serian entre los viejos pasillos y las olvidadas estructuras de la estación de trenes en La Paz.

Rieles oxidadas le dan la bienvenida a sus trenes fantasmas que continúan un ciclo inexistente que se lleva con ellos el romanticismo de un viaje de tren. Como en gran parte de Sudamérica, las rieles y demás implementos tienen como lugar de origen Inglaterra (marcas que aun se pueden ver en las estructuras) aquella vieja ciudad que hizo de los trenes un símbolo suyo introduciéndolas en el imaginario de una moderna generación que se priva de aquel viaje poético entre rieles y vagones. Ahí tenemos al mago Potter o a los huérfanos de las Crónicas de Narnia, haciéndose de una locomotora como condición necesaria para empezar sus aventuras.

Volviendo a La Paz y a su vieja terminal es simplemente para recordar los tiempos en que la historia se hacia sobre rieles, cuando la modernidad aun permitía gozar de un calmado viaje; o cuando contingentes de indigenas viajaban en los lomos del tren hacia guerras lejanas; pero que también las rieles eran parte fundamental de economía del país, grandes vagones eran los responsables de transportar cantidades de dinero entre regiones y con aquel aroma, siquiera se puede recordar un gran asalto al tren donde los ladrones encontraron en la geografía paceña a su mejor aliado para crear sangrientas emboscadas.

La historia del ferrocarril en La Paz se me hace muy confusa, es como si de la noche a la mañana hubiera terminado aquella época dorada donde los gigantes de acero, eran parte fundamental de una nación. Mas raro aun me parece ver trayectos empezados para el tendido de la línea férrea y dejados olvidados a media construcción, según historias me dicen que fue por lo difícil de la geografía (los trayectos prácticamente bordean los cerros por su parte central), otras historias vienen con halos de leyendas fantasmales y hay mas historias que traen de nuevo a criminales encapuchados predispuestos a volar túneles y cerros.

Si las imágenes de la Terminal desabitada nos levantan curiosidad de una época pasada, muchas más curiosidades levantan las vías olvidadas o aquellos trayectos inconclusos donde la única compañera es la soledad.

Un último recuerdo como réquiem a los gigantes de vapor se me viene a la cabeza, como quizás a la mayoría de los sudamericanos con sus trenes, en una época oscura para el tren los 90 donde la consigna de esta parte del mundo era: reducir el Estado a su mínima expresión. Lo que se podía vender se privatizaba y lo que daba pérdidas, como los ferrocarriles, desaparecía, sin importar cuántos pueblos en el interior del país -que vivían gracias al paso de los trenes- desaparecían con ellos.

La Paz ha dejado de ver a aquellas maquinas que gran asombro levantaban (de niño los trenes eran mi fascinación), de no ser por la gran maestranza que se aleja de la ciudad hacia otros rincones y de la estación que aún guarda sus fantasmas y sus recuerdos, quedaríamos vacíos del romanticismo que aun nos trae recordar los trenes.

Vea También:
Álbum completo en
Mi Picasa: Estación de Trenes (La Paz).

La Paz: Fotos y Videos antiguos de una ciudad naciente

“Todo lugar es inmortal si lo han amado mucho” (Horacio Armani)

Las fotografías e imágenes antiguas de ciudades tienen cierto encanto dentro de ellas, ejercen en las que las miran una especie de espejismo y como cual maquina del tiempo nos llevan a lugares desaparecidos o mutados por la fuerza del progreso. Son esas antiguas imágenes – las más en blanco y negro- que nos llevan a descubrir el espíritu de la ciudad.

Es por eso que siempre que puedo hojeo los libros de Sáenz, o libros referenciales a la ciudad u otras tantas imágenes en movimiento de una La Paz en blanco y negro que remontan a una naciente ciudad universal tan ajena a las demás por su calidad andina, como lo decía Jaime Sáenz: “La Paz es una ciudad andina, que no europea o norteamericana; por obvio que ello fuera, nunca estará demás recordar esta verdad. Pues muchos la olvidan o pretenden olvidarla, y solo muy pocos la recuerdan”. Pero al mismo tiempo La Paz es tan universal como New York, Dublín o Praga, por aquella esencia que me obliga a buscarla de tanto en tanto y con la que cada paceño se identifica. Así nos lo asegura el espíritu rector que habita la montaña.

Pero no quiero dejarme ganar por el amor a mi ciudad que muchas veces me sobrepasa, volveré sin más remedio a recordar las imágenes de una La Paz en 1943, que si bien ya se mostraba como una gran urbe, aun era una ciudad naciente.


Video: La Paz, Bolivia en 1943 (Parte 1) - Duración: 08:50 – Link (Youtube)

La llegada a La Paz desde El Alto despoblado… el relator define a La Paz como una ciudad en miniatura. Imágenes del paseo del Prado, la Montes, la Camacho, un viejo tranvía escala las empinadas calles, mientras los pocos automóviles existentes hacen su espectáculo. La Plaza murillo y una catedral de nuestra señora de La Paz desconocida. Un hermoso tambo, un mercado indio, un plato de comida y la voz en off que resalta lo picante en la comida tradicional de La Paz. Tiendas de coca y la calle Sagarnaga que se descuelga. La feria de Alasitas y una imagen que resumen la unión entre religioso y pagano, lo mestizo en la cultura, miniaturas y sueños de grandeza, una bella postal. La calle Jaén y la llegada del carnaval, una cueca, un huayño, un patio…


Video: La Paz, Bolivia en 1943 (Parte 2) - Duración: 07:40 – Link (Youtube)

La antigua catedral de San Francisco. Una joya, el cementerio general donde el relator no oculta su asombro por su belleza y al fondo unos cerros limpios. El hermoso antiguo estadio Hernando Siles con su estilo neotiwuanacota diseñado por Emilio Villanueva, con su vieja fachada y unos minutos del clásico Paceño y Boliviano por excelencia: Bolivar y The Strongest y una magnifica hinchada. El viejo cine tesla y en cartelera Evita. Las viejas fábricas, la Soligno y el relator que dice serán el futuro del país. Las nuevas construcciones, la ciudad que se extiende a los cerros, acomodándose lo más posible a la imposible geografía paceña, la miraflores –el otro sueño de Villanueva- nace. La biblioteca municipal y la plaza del estudiante. El surgimiento de una ciudad universal.

Y una imagen que se repite, la de la chola, la mujer trabajadora que aparece en todos los escenarios, desde la venta en las alasitas, manejando maquinaria industrial, siendo madres cariñosas con su hijo a las espaldas, bailando en carnavales o en el trabajo de construcción, si hay un personaje que no se separa de la antigua y la nueva La Paz es la chola paceña y gracias a ella la ciudad evoluciona.

Antiguas fotografías de la ciudad de La Paz: No podía quedarme conforme con ambos videos que si bien abarcan gran parte de aquella La Paz en la primera mitad del siglo XX, aun se quedan ausentes otros lugares igual importantes para la memoria colectiva.


Fotos: 34 Imágenes de La Paz a principios del novecientos. – Link (Álbum Picasa)

Los videos: Producidos en 1943 por Julien Bryan, encargados por la oficina de información de guerra de los Estados Unidos. Tambien produjo otros documentales. El video se puede descargar desde Archive.org.
Las fotografías: Gracias al la pagina Web del gobierno municipal de La Paz, que también se pueden ver en su tamaño original en mi picasa.

Mercados

Entre el gran cañon, sus cerros y sus rascacielos, siempre encuentran escondrijos, callejones estrechos en donde situar su chiwiña, sus productos y su labia. Quien sino la chola para hacerse un mercado, quien sino el mercado para hacer a la chola. La Paz toda es un mercado, dicen, donde el transito es casi imposible, desesperante, aun siendo peatón. Hay que subir pocos pasos entre los nanomercados ambulantes y callejeros del centro paceño para llegar al Mercado Rodriguez.


(Ampliar) El caminar de cholas, el especular de precios, la rebaja, la yapa y las infaltables chiwiñas, que las protegen del sol.

Recorrer un mercado es un placer aparte si lo haces en afanes “turísticos”, mirar, husmear y ver a las vendedoras en su estado natural, porque las caseras no solo son vendedoras también son psicólogas innatas que huelen el miedo del casero principiante a quien algunas veces pueden sacarle incluso el doble del precio del producto adquirido; también son estadistas, políticas y maestras en demás ciencias y conocen “por asi decirlo” los precios del petróleo y todo el movimiento de Wall Street, ya que “la información es poder” ellas siempre son las mejores informadas para el alza y a la baja de sus precios.

Hugo Boero decía que el Bolivia hay 200 variedades de papa, en el Mercado Rodríguez se puede encontrar por lo menos 40 de ellas a ojo de buen cubero (y de un nulo conocedor), y claro, según la especie, el precio de la arroba varia de una a otra. El espectáculo colorido que brindan los tomates, locotos, habas, plátanos, cebollas, nabos y demás productos que la bendita tierra nos brinda, es digno de una postal. Similar espectáculo nos brinda algún tambo con su variedad de frutas y caseras tímidas.


(Ampliar) Un tambo, de los pocos que quedan, en inmediaciones del Mercado Rodríguez. El edificio del fondo nos hace notar la proximidad del mercado a una de las principales avenidas de la ciudad, son dos cuadras, pocos pasos… a la vueltita.

Este gigante mercado, con reminiscencias de incendio, de sueño y de pesadilla, con tenebrosos contornos y con espesas humaredas, puede decirse que es único en su clase: no tiene igual en Bolivia, y puede afirmarse que es prácticamente una institución.

Aquel que quisiese conocer el estado de cosas en lo tocante a precios, calidad de los productos y volumen de abastecimientos, y todo problema concerniente al ramo siempre complejo de los artículos de primera necesidad para la mesa, deberá echar un vistazo al Mercado Rodríguez; pues el Mercado Rodríguez constituye el mayor centro de productos agrícolas y de carne porcina y de cordero de La Paz, y en el que se abastecen todos los demás mercados de la ciudad.

El mercado Rodríguez, como institución precisamente, es inseparable de la chola paceña, la cual es por derecho propio su dueña y señora (…). De un modo u otro, los dominios de un mercado por excelencia como lo es el Mercado Rodríguez, corresponden a la chola paceña, indiscutiblemente y en definitiva; ella hace y deshace, ella es la rueda motriz del inmenso y complicado aparato, es ella quien pone en marcha y quien alienta innumerables cuanto endiablados mecanismos en los cuales participan legiones de seres humanos ejerciendo diversos oficios y practicando diversas ocupaciones (…).

Si alguien puede arrogarse con pleno derecho el titulo de hacedora del Mercado Rodríguez y de todos los demás mercados, es la chola paceña –sin ella, simplemente no habría nada.

El Mercado Rodríguez (Jaime Sáenz – Imágenes Paceñas).

Jaime Sáenz retrata de inigualable manera el Mercado Rodríguez y por inercia la mayor cantidad de mercados existentes en urbe paceña y aunque La Paz se ha modernizado y han llegado los Super Markets, las muchas cadenas de tiendas que se reparten a lo ancho y largo de la ciudad, los mercados tradicionales aun permanecen ocultos entre un montón de edificios y cerros. Clara muestra de ello es la Rodríguez que como antes, y como ahora, esta lleno de aires indios, de aquellos que llegaron para refugiarse en la ciudad –en donde sino-, aun los suelos son los preferidos para mostrar los productos, al aire libre sin mas protección que una chiwiña que cuidara a la mercadería y los niños del sol y los demonios. Aun se puede especular en los precios, pedir rebaja y también la yapa, muy al contrario del precio muerto que ofrecen las cadenas de tiendas formales.


(Ampliar) Entre el gran cañon, sus cerros y sus rascacielos, siempre encuentran escondrijos, callejones estrechos en donde situar su chiwiña, sus productos y su labia.

Alrededor del Mercado Rodríguez y alrededor de la chola paceña como bien describe Sáenz, se reúnen decenas de personajes que le dan vida al mercado -otro micromundo creado dentro de La Paz- desde chóferes, hasta ayudantes, pasando por serenos, policías, orates, amas de casa, empleadas domesticas, caseros amateurs, ambulantes, borrachos, algún que otro ratero y otros tantos pordioseros de los cuales tampoco podría prescindir un mercado como tal.

Pero entre todos ellos se mueve un ser mítico, personaje paceño por excelencia, el cual es uña y mugre con un mercado al igual que la chola, el oscuro ser llamado aparadita, k’epiri o simplemente el cargador. Campesino llegado a la ciudad, adaptado apenas a la urbe, busca refugio en los mercados -tengo la hipótesis de que llegan a el atraídos por el olor a tierra de la papa recién cosechada y atraídos por los tejidos multicolores de las cholas- ellos son poseedores de una fuerza sobrehumana y han sabido, sin querer, ser parte del imaginario de poetas, escritores, músicos y demás artistas. Es por su condición de leyenda que se merecerán un artículo propio con muchas letras, música y fotografías, pero que quede la constancia de que cuando se menciona un mercado se debe mencionar por antonomasia al Aparapita.

Caída la noche, el mercado, como la ciudad misma, cambia de atuendos. La ciudad se disfraza y se convierte en otra diferente, el mercado ha despedido ya a sus habitantes diurnos y se llena de otros, sin alejarse del comercio informal, un grupo de cafeteras se asienta en las aceras de la Rodríguez, un remedio bendito para los entes con alcohol en la sangre, taxistas, paseantes y demás seres nocturnos que por azares de la vida han llegado a aquellos rincones en una noche fría. Es el ciclo de un mercado que gira y parece nunca dormir.

Vea También:
Sus Mercados (según las cámaras de lectores de la BBC Mundo).

El Montículo: Un micro retrato de La Paz

“El Montículo, con todo su encanto y tradición, es el distintivo de la zona de Sopocachi. Y curiosamente, la topografía de la ciudad se reproduce aquí, en pequeño por supuesto, con una fidelidad que sorprende y desconcierta.” (Jaime Saenz).

Ubicado en una de las tantas colinas de La Paz, se encuentra el Montículo, en la zona bohemia de Sopocachi. El barrio paceño es el que conserva mas que ninguno el ambiente humanista que el resto de la ciudad ha perdido debido al progreso y la modernidad.

El escritor Jaime Saenz se refería diciendo: “Es este el mas paceño de los parques, con ocultos vericuetos, con misteriosos senderos que suben y bajan, y con una plazoleta circular, abierta a las montañas del sur, donde se ofrece el mas imponente panorama que imaginarse pueda.”

El Montículo esta lleno de particularidades e historias que muchos de seguro ya han olvidado, pues hace mucho tiempo además de servir como mirador, que te abre una vista espectacular de todo el lado Suroeste de la ciudad de La Paz, también servía como el lugar preciso para los enamorados, ya que con su ubicación casi oculta de las miradas de la ciudad, los pretendientes podían demostrar los dotes de conquistador como otrora haría Romeo. Quizás por ello el Montículo tenga un gran valor sentimental para un gran número de personas, porque de seguro más de una pareja que cumplía el ritual del cortejo en el Montículo término convirtiéndose en familia años después.

Los tiempos han cambiado y la ciudad y sus personas también, el Montículo aun conserva sus lugares secretos, ese aire de romanticismo, intimidad y una armonía que difícilmente pueden encontrarse en el resto de la ciudad, pero los enamorados han olvidado aquel rincón que servia como preludio obligado a una relación amorosa.

Pero además del contenido sentimental del que viene cargado el Montículo, esta llena de otras particularidades arquitectónicas y naturales. Una de ellas es el imponente Arco que abre paso a la plazoleta semicircular y al mirador, el arco es una obra de arte de la arquitectura con detalles espectaculares que ha sido testigo mudo del discurrir de la ciudad y, por la fuerza de la costumbre, se volvió invisible.

Cruzando el arco de piedra, otra de sus particularidades resalta a la vista, es la fuente de Neptuno: Peregrina de la antigua La Paz, encontró su refugio en el Montículo, después de engalanar la antigua plaza de armas (Plaza Murillo), la Gruta de Lourdes, el paseo de la Alameda entre otros.

La fuente se instaló en 1928 y es una obra de los italianos Magnani y Cantela. De mármol blanco de Carrara, de tres metros de altura, es uno de los monumentos mejor logrados, por la expresión de la efigie y la fuerza que denota el pie de Neptuno sobre la cabeza de un pez de cabeza redonda y dientes afilados. El pedestal lleva en las cuatro esquinas cabezas de carnero con detalladas cornamentas, mientras que a los costados del pedestal se levantan dos caballos con medio cuerpo de pez y las patas delanteras con aletas. Todo está sostenido por cuatro conchas que reciben el agua que cae de la boca de otros tres peces colocados a cada lado del pedestal.

Me remito nuevamente al escritor Jaime Saenz que resaltaba otra de las características que hacen del Montículo un lugar único:

"Una de las particularidades del Montículo es sin duda el reloj, que descansa sobre una estructura metálica, montado en una caseta de madera y sin muchas pretensiones. Pues ha de saberse que este reloj es uno de los mas antiguos de la ciudad y el que mejor se conserva, señalando desde hace muchos años y con toda exactitud las horas, las medias y los cuartos, con campanadas que, en días nublados, se escuchan a gran distancia".

Al lado del reloj se encuentra la capilla de Concepción, construida de piedra, que lleva con ella sus propias historias, sus propias almas y sus propios amores.


Turisticamente el Montículo es un lugar olvidado y por el pasar del tiempo y por la fuerza de la costumbre se ha vuelto casi invisible para los habitantes de La Paz, revisitarlo seria renovar toda la esencia de la que esta repleta, y para quienes descubran el Montículo por primera vez encontraran obras de singular belleza que, a la par, son recordatorios del pasado común de la ciudad y sus habitantes.

Y como hoy se celebra la fiesta gringa de San Valentín, vayan a refugiarse al Montículo para recordar esa vieja tradición del cortejo, los poemas románticos, los besos tímidos y las canciones de Arjona.

Vivo y Muero…

“Jaime piedra en piedra rota del Choqueyapu, gravado tu nombre en tinta negra. Descanso al caminar y buscarte, camino al descansar y encontrarte, la roca cubre tu noche, tu distancia recorrida.” (Rodeado por la noche)

Dormite JaimeSí, dormite. Calma un poco la borrachera para que después tu soñoliento cuerpo despierte finalmente, y te halles frente a tus amigos muertos…

Y mientras duermes, que los otros (*) se hagan lió al hablar de vos.

(*) Some Days in the Life of The Night: Notes from Bolivia, June 20-30, 2004 (Forrest Gander and Kent Jonson).

La Jaén

Retenida en el tiempo, la calle Jaén anda poseída por demonios, ánimas y viudas espectrales nocturnas. Voces de otrora que maquinan independencia ante la opresión. Rincón escondido de empedrados roídos por el arduo caminar de héroes. Balcones, faros y tejas ven pasar a los cíclicos cuantos seres transmutantes de hoy.

Pintada de colores “Kinder-garden-tianos”, ojalá que las viudas y demás engendros no se cambien por payasos asesinos y que los patriotas no se manden a mudar. 

“Intacta a lo largo de los tiempos, se desliza esta calle con la hermosura de las sombras, y repite el eco de los pasos.

La calle Jaén, con sus casas venerables y con las piedras de su calzada, ya gastadas por el tiempo, presencio una vez el transito de Pedro Domingo Murillo; el prócer de la Independencia Americana vivió aquí, en una casa hoy reconstruida, que es templo de civismo, al que los americanos acuden para rendir tributo al gestor de su libertad.

La calle Jaén, brevísima en su recorrido y verdaderamente grande en su significación, nace en un recodo de la calle Indaburo y desemboca en el parque Riosiño –una cuadra escasa de longitud, con inconmensurable contenido histórico para los pueblos y naciones.

Por tanto, la calle Jaén, en este sentido, es incuestionablemente la mayor y mas importante de La Paz.”

Imágenes Paceñas - Jaime Saenz.

Lea También:
La Paz, de leyendas y brujas.

Laderas

La ciudad de La Paz crece y se descuelga por las laderas, por calles de vértigo que parecen llevarte a ninguna parte y callejones que abren sus bocas quien sabe a que precipicio. Mas que por necesidad pareciera que los seres que viven en ellas juegan una pulseta con el destino, apostando sus vidas, demostrándose que son valientes, suicidas, kamikases y que el miedo es lo que cada día los mantiene con vida. Habitantes que se creen inmortales por el solo hecho de haber sido paridos en la ciudad inmortal, descubren que no son tales al ser tragados por tsunamis de ladrillo, barro y agua.

A palco abierto sus habitantes se levantan con menudo espectáculo, una ciudad cuyos edificios parecen una mala conjunción de fichas de domino, siguen una línea única empezada por el Choqueyapu -el río ocultado bajo tierra como cual vena tapada por la piel y acallado por bocinas, políticos, sindicalistas, marchistas de toda índole y comerciantes en cada esquina-. Ahí abajo esta La Paz… aquí, en las laderas, es Chuquiago.

En las laderas los senderos se hacen aun mas tortuosos y escarpados -no me imagino en nivel del albañil primerizo creando casas en suelos de 70 grados- son casas que se ríen de Newton y su manzana y que se sostienen en el aire, trepando cerros, sosteniéndose de quien sabe que, moviéndose según el cerro mande. Laderas que suben y bajan, desde y hacia, la ciudad subterránea.

Volviendo a Sáenz que escribía en 1979: “¿Qué será de La Paz mas adelante? Otros ojos miraran la ciudad por nosotros, pues ya habremos muerto, y serán otros quienes presencien transformaciones, el crecimiento y los cambios (…) y que nosotros no soñamos siquiera remotamente”. A mi mismo me contesto esa duda trayendo antes aquel pasaje que el escritor retrataba:

“Tembladerani ha trepado ya hacia las faldas de El Alto, en todo lo largo y lo ancho de la región se deslizan interminables y misteriosos callejones, y de su seno impresionante, siguiendo aquí y allá los accidentes del terreno, emergen oscuras tuberías de drenaje y de desagüe, cual serpientes fabulosas conformando un cuadro mas bien raro, como de angustia y desolación, junto con numerosos riachuelos de negruscas y ominosas aguas que, según se dice, socavan incesantemente la ciudad en lo profundo” Jaime Sáenz (Tembladerani).”

Las laderas de la ciudad, Tembladerani en especifico, no han llegado solo a las faldas de El Alto han cumplido su ciclo y se han unido a el, han mutado completamente y las laderas de La Paz y las calles de El Alto ahora ya solo se dividen por una avenida. La Paz se esta transformando increíblemente y los cerros pulcros de antes se están llenando de casas, de ladrillos y de suicidas.

Velocípedos y garabatos

Velocípedos y garabatos

Manos en el bolsillo, paciente, mira, le da su nombre, va buscando firmas desde antes que acabe la carrera. No los conoce pero va llenando las hojas de su cuaderno con nombres y garabatos que identifican a aquellos. Camina de un lado a otro buscando a ciclistas de armaduras flácidas y coloridas en sus velocípedos, un colombiano le niega la firma, quizás por el cansancio, el frió, el hambre o el uniforme ridículo.

Por azar o por descarte llega donde el señor moreno de sonrisa tímida -que hace segundos estaba levantado en hombros y rodeado de gente con el puño al aire en señal de victoria- él no le pregunta el nombre, solo toma en cuaderno y estampa la firma deseada. No se si el niño sabe que al señor que le pide el garabato es el ganador de la tercera etapa de la doble Copacabana de ciclismo, que es el primer Boliviano en ganar una etapa completa en 10 años, que es Orureño o que se llama Herminio Cortez. Lo cierto es que tiene un autógrafo mas entre las hojas de su cuaderno que quizás tenga la firma de un próximo Lance Armstrong. Llegara a casa, le mostrara las firmas a su madre y lo guardara en su cajón de tesoros.

Años después un señor con el nombre en una de esas paginas y de rostro moreno, con brazos y manos robóticas gana el Tour de France. Mientras la madre del niño pone la caja de los tesoros, con la libreta de autógrafos, en la basura… con esa ultima firma de sus manos biológicas de aquel Herminio.

Cementerios y muertitos

Portón gigante que quiere –sirve para- recepcionar, supongo, la mayor cantidad de almas posibles, las que entran y las que yacen sin vida en algún rincón oscuro y olvidado y que, sin su cuerpo a cuestas, recorren las calles para encontrarla y dejarse absorber.

Como un vivo, es la primera imagen que se estampa del cementerio general de La Paz, la entrada se completa con la capilla que sirve como nexo entre lo que seria un resumen de La Paz en chiquitito. La ciudad de los vivos representada por la ciudad de los muertos.

Recorrer sus pasillos inacabables, muchas veces vacíos, es parte de la magia que guarda el cementerio que te encierra en una burbuja que se aleja -o te suspende- fuera de una ciudad que se mueve, suena, grita; el cementerio no parece hacerlo, permanece quieto silencioso cobijando a sus muertos.

Es “General” porque les es común a todos los seres que constituyen el todo de la ciudad, es el rincón donde cualquier muerto que se digne en llamarse así desearía “vivir”. Desde algún punto alto, el jardín de cruces juega pulsetas con las figuras sacras que rezan a su muerto que con un poco de habilidad e imaginación podrían rezar por su ciudad que se descuelga por los cerros.

Sus muertitos traen sus propias historias a cuestas, es fácil sentarse frente a un “conocido” y recapitular pedazos de su vida, lanzar una oración a los cielos para abrir una charla entre un vivo y un muerto, hablar de filosofía, música, del amor que lleva a la muerte, política talvez, de la vida cruel, en una serie de preguntas sin respuestas y de respuestas sin preguntas. Robarle un poco de tierra, como amuleto, nunca esta demás. Si conoces al muerto como deberías, no estaría demás ir con una botellita de alcohol para calmar la sed que sus intestinos -ahora inertes- pedían con ansias. Si no lo conoces puedes inventar una historia al tan solo ver su sepulcro, el final de ella variaría según la frescura de las flores, la calidad del nicho y las engañosas lapidas.

La quietud del cementerio será violada por dos días, donde las almas descenderán de los cielos o ascenderán de algún otro lugar, para ver si alguien se ha acordado de ellos… será en todos santos y en el día de los difuntos (1 y 2 de Noviembre) donde las oraciones se multiplicaran por miles…

Hagamos un lapsus, esperemos ver un cementerio ajetreado, no el general si no el del Alto, el de villa ingenio, cargado desde hace pocos años de simbolismo y patriotismo justificado… subiremos a buscar almas olvidadas en el cementerio olvidado de los héroes de los octubres… continuamos el viernes.

Volviendo al cementerio general, no puedo dejar de omitir las letras que le escribiera Jaime Sáenz diciendo:

Este cementerio, como todo cementerio, es la historia viva de los muertos que yacen; pero he aquí que no se expande como todos los demás –tal la sola y extraña diferencia de este cementerio.

Pues evidentemente no se expande, ni en sentido horizontal ni en sentido vertical, y si esto es así, cabria preguntarse en que sentido se expande, habida cuenta que los muertos necesitan ser enterrados y para ello se requiere espacio.

¿Desalojan a los viejos muertos de sus tumbas, con tan acelerado ritmo como para disponer del espacio siempre requerido por los nuevos muertos?

Hay interrogantes que resultan demasiado obvios; pero sin embargo, no por ello dejan de ser terriblemente inquietantes.

¿Acaso no somos libres nosotros los vivos de preguntarnos alguna vez por los muertos, aunque más no fuera que ingenuamente y para manifestar nuestra honda preocupación?

¿Por qué no se expande el cementerio?

Aun guardara esa preocupación, viendo desde el otro lado?

Lea también en el blog “Rodeado por la noche” de Paul Telleria:
Crónicas de a Pie (Cementerio I).
Crónicas de a pie (Cementerio II de Héroes y Anónimos).
Crónicas de a Pie (Cementerio III del encuentro con la noche).