Arcade Fire: The Suburbs Los Suburbios
“De mis disparates de juventud, lo que me da más pena no es el haberlos cometido, sino el no poder volver a cometerlos” (Pierre Benoit)
El regreso… La cruzada que busca revalorizar la época heroica del rock en base a “The Suburbs” el canto introspectivo de autodescubrimiento del sexteto parido en Montreal, Arcade Fire, que con su oda a la adolescencia nos ha regalado el disco del año, una obra maestra, y soundtrack de uno de los momentos fundamentales de la vida que nos redescubre.
Las raíces sonoras y los temas recurrentes del “Funeral” y el “Neon Bible” persisten, pero el trabajo es mas pulido, mas perfecto, mas ecléctico y mas complejo (facetas, sonidos, elementos y variedad sonora) y su concepto y su rareza cronológica nos devuelve a la niñez y/o adolescencia, a los antiguos suburbios “convertidos ahora en un enorme centro comercial” que son lugares, pero también, un estado de mente, que los Arcade nos recuerdan con amorosa crueldad, nostalgia, critica, ironía e ingenuidad. Dieciséis tracks que dependen uno del otro y que defienden el concepto de álbum conceptual, disco que hay que sentarse a leer palabra a palabra. “The Suburbs” definido por sus responsables, Win Butler y su mujer Régine Chassage, como “una mezcla de Neil Young y Depeche Mode”, pero de seguro más de uno encontrara una mezcla de lo mas selecto de la escena musical, temática y lírica y sónica y emocionalmente.
Amorosa crueldad: El viaje en el suburbio comienza con la canción homónima al disco, “The Suburbs”, medio tiempo sobre el inevitable transcurso del tiempo con sonido significativo de piano casi divertido, arreglos de cuerda, falsete enfático para decirnos que ya nada existe y que por más que queramos, volver será imposible… (“En el barrio, en los suburbios, aprendió a conducir. Todos los muros y las casas que se construyeron en los años 70 ya no existen. Quiere tener una hija. En mis sueños todavía gritamos los niños… Recuerdos de infancia”); “Ready to Start” (donde alguien comprende que todo eso que le enseñaron sobre el éxito, bueno...); El mundo de los grandes es despreciado “Modern Man” (con ese pobre tipo esperando en la fila a que le den un número); El universo de los pequeños es rechazado como postura ego/solipsista en “Empty Room” y “Wasted Hours”; “City With No Children” aplausos y una guitarra extraviada que no sabe que rumbo tomar, el futuro de las nuevas generaciones igual es confusa; Y hasta los jueces/fans/cool hunters de The Arcade Fire y los adictos al último sabor de moda reciben una cariñosa bofetada en “Month of May” (Vamos a grabar un disco en el mes de mayo / y ahora todos los chicos nos miran con los brazos cruzados) y en “Rococo” la canción más orquestada de The Suburbs, es también una de las mejores canciones de su discografía, no sólo porque parece burlarse de los modernos que resultan tan vacíos como insoportables, sino por tratarse de una pieza en la que los coros y la producción van cogiendo fuerza hasta convencer al más escéptico (Vayamos al centro a ver a los chicos modernos. Van a comer de tu mano usando todas esas grandes palabras que no saben lo que significan); El mundo cambia, lo otro simplemente muere "Half Light II (No celebration)", “reza a Dios para que no viva lo suficiente para ver la muerte de todo lo salvaje”; “Suburban war” y su viaje nocturno con reflexiones pesarosas (Sí, la noche es tan larga. He estado viviendo en las sombras de tu canción. Viviendo en las sombras de tu canción); Y todo sin olvidar que nos encontramos en un mundo tan veloz y falto de sentido en el que la victoria de la máquina sobre el hombre se convierte en una evidencia sobre lo absurdo de la vida o que simplemente, cada dia la “Deep Blue” nos gana idiotizandonos frente a la pantalla “Deep Blue” (Hey, deja el teléfono celular por un rato. Hay algo salvaje en la noche. ¿Puedes oír cómo respira? Y, hey, deja la computadora portátil por un rato. Hay algo salvaje en la noche); Y donde ya nadie espera recibir una carta o, lo que es lo mismo, la ilusión ha dado lugar a la frialdad y la aspereza (cantado con maestría en la afligida “We used to wait”); Sprawl II (Mountains Beyond Mountains), con esa chica pidiendo el eclipse total de los shopping malls cortesía de la inmensa vocesita de Régine Chassagne, donde las bases electrónicas hacen su presencia más evidente en una canción sobre los cambios a nivel personal en medio del ritmo incomprensible y absurdo de la vida. “Centros comerciales muertos que se elevan como montañas más allá de las montañas Y no hay final a la vista, necesito la oscuridad, por favor, que alguien apague las luces”.
Al final, la sensación que queda tras escuchar The Suburbs, es la de haber asistido a uno de los mayores acontecimientos musicales de los últimos años. Una obra tan compleja en su concepción y elaboración como cautivadora, impactante, adictiva, original, de una creatividad deslumbrante. Un trabajo tan estimulante como excéntrico, ecléctico y absolutamente imprescindible.
“Si en Funeral morían algunos y en Neon Bible morían todos, en The Suburbs unos cuantos sobreviven/viven para contar el cuento infantil y cantar los cuarenta años de edad. (…) Viajar a The Suburbs –el mejor disco sobre el explosivo angst de la adolescencia desde Quadrophenia de The Who y el mejor disco sobre la aceptación a regañadientes de la propia mortalidad desde Time Out of Mind de Bob Dylan– con las luces bajas, cuando la luz se va a iluminar el otro lado de las cosas, cuando las únicas luces son las de un auto que pasa con las ventanas abiertas y las canciones más abiertas todavía. (Rodrigo Fresan)
En Audio: Arcade Fire: The Suburbs.
Arcade Fire: The Suburbs – Los Suburbios
En los suburbios yo, yo aprendí a manejar. Y tú me dijiste que jamás sobreviviríamos. Así que busca las llaves de tu madre y nos vamos. Tú siempre pareciste tan segura de que un día estaríamos luchando en una guerra suburbana. Tu parte del pueblo contra la mía. Te vi de pie en la orilla opuesta. Pero para el momento en que cayeron las primeras bombas ya estábamos aburridos. A veces no puedo creerlo, estábamos más allá del sentimiento, a veces no puedo creerlo. Estaba más allá del sentimiento, a veces no puedo creerlo. Estoy más allá del sentimiento otra vez. Los chicos quieren ser tan duros, pero en mis sueños seguimos gritando y corriendo por el patio. Cuando finalmente se vengan abajo todas las paredes que construyeron durante los ‘70, y finalmente se vengan abajo todas las casas que construyeron durante los ‘70. ¿No significó nada? ¿No significó nada? ¿No significó absolutamente nada? A veces no puedo creerlo, estábamos más allá del sentimiento, a veces no puedo creerlo. Estaba más allá del sentimiento e iba hacia la noche. Así que ¿puedes entender por qué quiero una hija mientras soy joven? Quiero tomarle la mano y mostrarle algo de la belleza antes de que todo este daño se haya hecho. Pero si es demasiado pedir, si es demasiado pedir, entonces envíenme un hijo. Bajo el puente de la autopista y en el estacionamiento seguimos esperando. Ya ha pasado así que saca tus pies del asfalto caliente y ponlos en la hierba, porque ya ha pasado, ya ha pasado. A veces no puedo creerlo, estábamos más allá del sentimiento, a veces no puedo creerlo. Estaba más allá del sentimiento otra vez. Estaba más allá del sentimiento. Estaba más allá del sentimiento. En mis sueños, seguimos gritando, seguimos gritando, seguimos gritando.
En Video: Arcade Fire - The Suburbs, dirigido por Spike Jones.
Más Arcades:
Arcade Fires synchronised artwork: Interesante trabajo a detalle para “The Suburbs” y su reproducción con añadidos visuales en reproductores digitales. Solo falta el olor al vinilo.
Arcade Fire, “We Used to Wait” + HTML5 + Chrome + Google Maps: El video interactivo que nos pasea por nuestros suburbios.