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TV Realidades

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“De día estamos tan ocupados en nuestros pobres asuntos, que nos parece imposible que alguien, allá arriba, vigile nuestros pasos”
H. G. Wells - La guerra de los mundos (fragmento)

"El carácter simbólico del ser humano debe ser tomado siempre en cuenta como la medida de todas las cosas. Cuando esto no es así, devienen formas de degradación de la especie."

Truman Burbank vive apaciblemente, tiene un buen empleo. Una esposa que lo ama y un gran amigo, pero en verdad todo es falso. Truman es sin saberlo el protagonista de un programa de T.V., transmitido las 24 horas en casi todo el mundo.

The Truman Show parte de una premisa que podría haber sido la base de un respetable mediometraje de ciencia ficción. ¿Qué pasaría si a un individuo le producen un mundo aparte, ficticio, en el que todas las personas –excepto él, que no estaría al tanto– actúan sus respectivos papeles? La película de Peter Weir ensaya una de las respuestas posibles.

La película The Truman Show fue solo preludio de una inagotable fuente de explotación mediática de la televisión en todo el mundo. Basta recordar que a un año después del estreno de la película se ponía en escena Big Brother (salida de la mente de George Orwell en su libro “Gran hermano” de 1984) con la idea similar a la de Truman Show solo que en este caso los ojos estaban puestos en un grupo de personajes desconocidos en una casa aislada llena de cámaras de video, de tal manera que el público podía seguir de cerca el día a día de los sujetos.

Desde 1999 y la puesta al aire de Big Brother, hasta este 2006 las cosas no han sido las mismas… el deseo de ver la realidad en vida y los ojos de otros ha desatado un fenómeno –síndrome- de identificación con los personajes en el que los espectadores se ven o creen verse. El ejemplo mas claro, volviendo a The Truman Show, los espectadores palpitan las vicisitudes de Burbank como si fueran propias. Viven más en él. Pero lo cierto es que en el Truman Show, lo único real es Truman. Sus circunstancias reproducen cualquier cosa menos la experiencia cotidiana de la "gente común", esto es, del público. Semejante impostura ni siquiera podría justificarse en nombre del morbo de la teleplatea, que es lo que eleva los ratings de los todavía vigentes reality shows. Estos se alimentan de lo anormal (brutal, conflictuado, extremo) de las almas reales que exponen, mientras que la esencia del show de Truman pasa por la normalidad –caricaturesca, pero normalidad al fin– que le fabrican al protagonista. ¿Serán los espectadores del futuro, prolongación de los de hoy, lisos y llanos imbéciles?

El fenómeno Reality, no ha hecho más que darle más aristas a la tv realidad (mas de 100 girando en todo el mundo). Aristas que se han degenerado con el tiempo apoyados por el morbo de los televidentes que por supuesto encajan en el círculo de espectador liso y llano imbecil.

-Nota mental (in)necesaria: Dos momentos memorables, la película The Truman Show y una Londres, por citar algún ejemplo real, bajo el ojo de miles de cámaras -de seguridad- que ruedan una película interminable. Un poco de ficción y realidad.-

De la tv realidad, la única realidad es que ese respetable utópico mediometraje de ciencia ficción se convirtió en la forma más desagradable de degradación de nuestra especie.

Además, las excepciones también existen:
Big Blogger: Por medio de un fotolog colectivo, un grupo de bloggers muestran su vida diaria sin restricciones, sin guiones y sin censura.

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