La olla sonora de mi vida
"El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos."
Oscar Wilde
La ciudad habla, se mueve y se transforma todos los días ante nuestras narices; los poetas predicen la historia desde siempre; la música es un relato vital que da vueltas en el tiempo.
Relatos vitales que se vuelven himnos y nos recuerdan, a cada persona, lo que hemos vivido y que nos ha ayudado a aprender que en ese universo abierto y contradictorio todo se deja sentir y escuchar para convivir y complementarse mejor hasta hoy.
Ayer me cruzo con las líneas de Enrique Gil Calvo en su “nacido para cambiar”, en el blog de Ergoth, que no hace otra cosa que remover mis recuerdos y lanzarme un reto disimulado para, en esos recuerdos, encontrar lo que fue, lo que es y lo que será el soundtrack de mi vida, canciones que se volvieron mis himnos personales y que cada vez que los escucho cumplen su función, ya sea la de hurgar en viejas heridas del corazón inexperto, anudar gargantas al no saber que hacer con esa guitarreada que parece haber salido del mismo cielo o las que simplemente te remontan a momentos e instantes que dejaron huellas en tu vida.
"Es bien sabido que la práctica más universal a la que se dedica mayor atención sobretodo en la etapa de la juventud es la música. La música no solo está destinada a sincronizar el tiempo libre sino que se extiende a la vez como curriculum de vida a lo largo del proceso biográfico de una persona. De la cuna a la tumba. Todas las etapas vitales sucesivas poseen su propio soundtrack y marcan una guía sonora capaz de orientar el itinerario biográfico personal. De este modo es posible recordar una etapa de vida por la música que era preferida en ese entonces, pero no solo recordarla, sino también revivirla, ya que el soundtrack despierta también las sensaciones y emociones vividas. Es así que los acontecimientos cruciales de nuestra vida se asocian en la memoria a los ritmos y melodías que los armonizan, así, es posible entender a la música como expresión de la identidad y de su transformación al compás del cambio biográfico. En suma, así como sea tu identidad será tu música y viceversa." (ENRIQUE GIL CALVO "Nacidos para cambiar" 2001.)
Años y Canciones
0 a 5 años: Desde Pinpon, hasta la cucarachacha…
5 a 10 años: Zambas, la musica folklorica nacional en el auge, imposible no enamorarse de doña Zulma Yugar y su “piel morena”, los Karkjas en su maxima expresión. El que compra los discos es mi padre… ya mutare y adquirire gustos propios.
10 a 15 años: Aparece, en el transe, una mujer seductora que se lleva mis primeros sueños humedos, Madonna. Siento que el Rock Latino esta tomando aires renovados y se suman los Pericos, Mana, Sui Generis, Fito Paez, Calamaro, los Rodríguez, Charly Garcia, Soda Stereo, los enanos verdes y los prisioneros. La musica nacional fusionada se abre espacios renovados con el nombre de Wara y con ellos un trovador de la vieja escuela llega a meterse entre mis preferidos, Luis Rico. El papirri y su carisma se apega a mis discos. Un grupo de rock nacional sube a la palestra, Loukass, imposible olvidarlos y empieza a sonar un “después de ti” de los Coda-3 que es el primer y unico tema que aprendi en guitarra. Empiezo a recoger a los Beatles y a Jhon Lennon.
15 a 20 años: Las primeras novias y por inercia los primeros dolores del corazon lo acompañan Ricardo Arjona, Franco de Vita, Ricardo Montaner y Alejandro Sanz. El intento llamado Coda-3 se despide con su 2387 y nace Octavia. Los Loukass dejan de serlo y de ese Dream Team, que lideraba el Krauss solo queda uno, en su despedida “No woman, no cry” se vuelve un himno. De la guitarra de Rodrigo Villegas nace Llegas. Desde la tierra madre llega la “orquesta de Mondragón” y con ella un tal Joaquin Sabina. Mecano, No Doubt, Bon Jovi, Aerosmith, los Guns n Roses, REM, Cramberriers se unen desde afuera. Nirvana mereciera estar un punto mas arriba. Soy mas exigente y busco a Deep Purple, Deff leppard, Inxs, Marley, Clapton y otros.
20 a hasta la fecha: La madurez incompleta llega, el conformismo me asfixia, los oídos crean un filtro y se vuelven más exigentes. Las melodías locales aun presentes, la balada ya no sirve se me hace ya difícil celebrar la tragedia y curiosamente hago un parte aguas. Cuando te haz extraviado debes volver al principio dijo alguien. Bob Dylan es padre, hijo y espíritu santo. Los “The” son unos malditos virtuosos; a ritmo de Fender y Gibson suenan los cielos; la maquina del tiempo me lleva a encontrar guitarras ardientes y pactos con el demonio; los cantos de sirenas me enamoran Baez, Joplin y Smith son diosas… una cosa lleva a la otra, una pregunta lleva a miles de respuestas, descubro, escucho, leo, disecciono y seguimos descubriendo.
Otras canciones en mi cabeza y en el blog: Musica desde la A hasta la Z y un Testigo Musical.
6 comentarios
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Anónimo -
rºCkO -
Ergoth: Pues un placer haber leido tu soundtrack... hablar de musica siempre me levanta viejos recuerdos.
Gracias Bene, creo que Wilde tiene mucha razon en eso de "el arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos".
Solo resta recordar, vivir, llorar, reir y sentir miles de sensaciones.
Bene -
ergoth -
Soñadora Insomne -