El Beso - Poemas Ineditos
EL BESO
Hoy, no sé por qué, el viento tuvo
un gran gesto de renuncia,
y los arboles aceptaron la inmovilidad.
Sin embargo (y está bien que así sea)
Una guitarra obstinadamente en el espacio
de la soledad.
Acabamos sabiendo que las flores
se alimentan de la fertil humedad.
Esa es la verdad de la saliva.
Hoy, no sé por qué, el viento tuvo
un gran gesto de renuncia,
y los arboles aceptaron la inmovilidad.
Sin embargo (y está bien que así sea)
Una guitarra obstinadamente en el espacio
de la soledad.
Acabamos sabiendo que las flores
se alimentan de la fertil humedad.
Esa es la verdad de la saliva.
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