Ronaldo
Ronaldo es en el mundo del fútbol el nombre que quizás mejor lo represente, nombre que es sinónimo de buen fútbol y es para la prensa el icono mediático del momento durante los últimos 14 años. Ronaldo.
Si habría que buscar en estos momentos a quien represente mejor el papel de ídolo en el libreto de Eduardo Galeano –“la pelota lo busca, lo reconoce, lo necesita (…) Él le saca el lustre y la hace hablar, y en esa charla de dos conversan millones de mudos (…) La pelota ríe, radiante, en el aire. Él la baja, la duerme, la piropea, la baila, y viendo esas cosas jamás vistas sus adoradores sienten piedad por sus nietos aún no nacidos, que no las verán.- ese seria sin dudas desde mi perspectiva, Cristiano Ronaldo (CR7), dueño de dones dados por la diosa del viento, fuerte de cabeza y elevación, con una habilidad y técnica envidiable con ambos pies, veloz y explosivo, poseedor de un “dribling” excepcional en velocidad y dueño de un biotipo perfecto para un jugador de fútbol. Si le dan la pelota es un peligro por la banda o por el centro. Si toma la pelota desde su área, ya ha demostrado que en un abrir y cerrar los ojos, se manda un pique de cancha a cancha y sin despeinarse la coloca hacia un lado del portero. Y si lo tumban, por que alguien ya se cansó de tanto baile, se manda un tiro libre que hace que su entrenador diga que ni Beckham o (su santidad) Eric Cantona los cobraban igual.
Ronaldo ha marcado en la anterior temporada 42 goles, registro que logra rebasar la marca del mejor anotador en la historia del Manchester United, George Best. El siete, además, fue columna inexpugnable del Manchester para ganar la Liga Premier y la Champions League. Poseedor del galardón de mejor jugador del fútbol ingles por segundo año consecutivo otorgado por la Asociación de Futbolistas profesionales, denominado el mejor jugador de Europa por la UEFA, favorito para llevarse el “Fifa World player” el 2009 y desde ayer miembro oficial de los dueños del “balón de Oro”.
Pero claro, un detalle que también menciona Galeano y por supuesto es requisito para cumplir el papel de ídolo: “pero el ídolo es ídolo por un rato nomás, humana eternidad, cosa de nada (…) la estrella ha concluido su viaje desde el fulgor hasta el apagón”. Ronaldo, según muchos, es victima de su vanidad, para otros CR7 no es popular, su habilidad les parece humillante, su jactancia difícil de tragar (decir que el se merece el primer, segundo y tercer lugar en el ranking del balón de oro, no ayuda), vanidad que le pasa factura en silbidos constantes de las tribunas ajenas al "Old Trafford" y faltas innecesarias (el partido contra el Villareal fue un ejemplo). Pero mientras CR7 sepa respaldar su vanidad el detalle se pasa. Los grandes campeones suelen ser vanidosos. Mohamad Ali era vanidoso, muy vanidoso.
Desde ayer Cristiano Ronaldo a pasado a ser parte de una dinastía que se repite desde 1994, protagonizada por tres futbolistas que no sólo representan la máxima expresión del arte del balón, coincidencia o no los tres se llaman Ronaldo y para el actual parece ser una etapa de una historia que se repite. Según la historia conocida: el abanico de opciones de Ronaldo dentro y fuera del campo se amplía, la presión de los resultados aumenta y la ausencia de cariño es evidente. El genio también es humano. Llegan las críticas. El divorcio es inevitable…
Todo ello paso con Ronaldo Luis Nazário de Lima, dueño en 1996, 1997 y 2002 del balón de oro. Ese fue el principio de la historia paralela de Ronaldo, la oscura, la de la final del Mundial de Francia de 1998, la de las lesiones, la de su fichaje por el Real Madrid, sus numerosas relaciones sentimentales y los problemas de sobrepeso. La decadencia de Ronaldo coincidió con el auge de su heredero en la cúspide del fútbol: Ronaldo de Assís Moreira, rebautizado Ronaldinho Gaúcho, con su paso fugaz por el París Saint-Germain donde demostró cualidades, fue el Barcelona quien le dio la responsabilidad de liderar el nuevo proyecto azulgrana. Ronaldinho respondió y fue el guía hacia dos títulos de Liga y una Champions, período en el que fue reconocido como el mejor jugador del mundo (2004 y 2005). Pero el título europeo en 2006 fue el último acto de su obra de arte. Al mes siguiente fue señalado como el principal culpable de la pobre exhibición de Brasil en el Mundial de Alemania. Dos años después, Ronaldinho se sumergió en una crisis de juego, ¿sobrepeso?. Descartado por el Barcelona -afición y cuerpo técnico no quieren saber nada del jugador- paso al Milán que espera volver a viejo bríos.
Algunos elementos coinciden en la tercera versión de la historia Ronaldo. Al igual que sus antecesores, CR7 ha logrado el balón de oro; la operación en su tobillo que lo dejo parado tres meses nos acerca a la primera versión de Ronaldo de 1998 y sus difusas relaciones amorosas nos aproximan mas al Ronaldo del Real Madrid; la imagen sobre una cancha de fútbol en los cuartos de final de la Eurocopa, eliminado y derrotado no hace mas que recordarnos al Ronaldinho de 2006. Para darle un sentido más dramático, con el pasar del tiempo el dorsal de su polera ha pasado a decir simplemente “Ronaldo” obviando el Cristiano (C).
Pero claro, todas estas son coincidencias y especulaciones, que un buen degustador de fútbol espera no se repitan en su etapa mas oscura, maldición que esperemos CR7 sepa gambetear con mucha habilidad.
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