Bolivia: A 10 días del referéndum
La ley que da legalidad y legitimidad al referéndum están aprobadas, y por el momento la realidad es que en todo lado, de Bolivia se habla de referéndum o bueno en las regiones donde existe un relativo conocimiento del tema.
Es innegable, tambien, que el clímax político actual se basa en el desafío del referéndum, todos los políticos socialistas, dirigentes cívicos, etc. etc. tratan de mostrarnos el que o no hacer y en medio de la maraña de opiniones a favor o en contra del referéndum vinculante decidí leer y entender un poco mas allá de las simples preguntas.
Nadie duda que el referéndum es una muestra del grado de desarrollo de la cultura democrática de los pueblos. Es, en palabras muy simples, el habito de preguntar para gobernar en consonancia con lo que la mayoría de la población exige y, por ello, su metodología propone abordar un solo tema, sin sugestiones de por medio, para evitar cualquier tipo de presión odiosa en las respuestas. Así lo hacen los países europeos como Suecia, con una importante tradición en materia de consulta ciudadana: ¿ Quieren participar de la Comunidad Económica Europea? Si o no. ¿ Quieren la modificación del sistema tributario? Si o no. La experiencia en el tema demuestra que, en lo fundamental, no se busca manipular sino encontrar una respuesta que, además, no requiera de interpretaciones futuras como con seguridad ocurrirá si el Referéndum, convocado por Mesa, se materializa el próximo 18 de julio, en las condiciones planteadas.
El Referéndum de Mesa esta patrocinando una política de gobierno. Es decir, antes de la respuesta ya existe el preconcepto de lo que se debe hacer en relación al gas y se pretende conseguir la aprobación de la población a través de preguntas bonitas que la mayoría de los bolivianos queremos escuchar y que apelan a nuestras legítimas demandas como la recuperación de la cualidad marítima del país o las apremiantes necesidades de trabajo, salud y educación que tenemos los bolivianos pero, solo para ratificar nuestra triste condición de país exportador de materia prima.
Un grupo de profesionales en el área de hidrocarburos de Santa Cruz oficializaron, hace unos días atrás, una carta al Presidente Mesa criticando, precisamente, este objetivo velado del Referéndum, es decir, la exportación del gas natural boliviano en condiciones poco favorables para el país y expresan que la "política energética con cualidad marítima", planteada por Mesa, no contribuye a la mejor definición de los intereses nacionales. "Queremos que la industrialización del gas se realice en nuestro territorio, para que sus principales beneficios se reciban en todo el país. Si se lleva el gas a la costa chilena, a cambio de una salida útil y soberana, sin otros condicionamientos, no podremos impedir que los chilenos industrialicen el gas en la costa", señalan a tiempo de precisar que, esta posibilidad, planteada subrepticiamente en el Referéndum, condenaría a Bolivia a ser solamente un país exportador de materia prima. Son contundentes al señalar que el "negocio mar por gas", que propone Mesa en el Referéndum, pasa primero por recuperar la propiedad del gas aspecto que, sin embargo, está vetado por el art.99 del proyecto de Ley de Hidrocarburos presentado por el propio ejecutivo, al mantener la cláusula tercera del derogado Decreto Supremo 24806 que continua concediendo la propiedad de los hidrocarburos en Boca de Pozo a las petroleras. Aseguran que, en estas condiciones, se está proponiendo reemplazar una Ley por otra que plantea exactamente lo mismo.
Todos sabemos que la legitimidad de un gobierno se logra cuando existe el mayor grado de convencimiento comunitario sobre la justeza y transparencia de sus acciones. En el caso presente y en la medida que la población se encuentra dividida y confundida sobre lo que plantea el Referéndum, no hay legitimidad posible ni fuerza que contenga el malestar que todos estamos empezando a sentir como algo incontenible. Será Mesa, entonces, el que en uso de sus atribuciones mas legítimas y consiente del papel que le ha concedido la historia para luchar por los intereses nacionales, decida un golpe de timón que lo acerque verdaderamente a los bolivianos. Lo contrario, agudizara aún mas la falta de legitimidad de su gobierno.
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El grafico del matutino La Prensa de Bolivia, edicion 07.07.04.
Es innegable, tambien, que el clímax político actual se basa en el desafío del referéndum, todos los políticos socialistas, dirigentes cívicos, etc. etc. tratan de mostrarnos el que o no hacer y en medio de la maraña de opiniones a favor o en contra del referéndum vinculante decidí leer y entender un poco mas allá de las simples preguntas.
Nadie duda que el referéndum es una muestra del grado de desarrollo de la cultura democrática de los pueblos. Es, en palabras muy simples, el habito de preguntar para gobernar en consonancia con lo que la mayoría de la población exige y, por ello, su metodología propone abordar un solo tema, sin sugestiones de por medio, para evitar cualquier tipo de presión odiosa en las respuestas. Así lo hacen los países europeos como Suecia, con una importante tradición en materia de consulta ciudadana: ¿ Quieren participar de la Comunidad Económica Europea? Si o no. ¿ Quieren la modificación del sistema tributario? Si o no. La experiencia en el tema demuestra que, en lo fundamental, no se busca manipular sino encontrar una respuesta que, además, no requiera de interpretaciones futuras como con seguridad ocurrirá si el Referéndum, convocado por Mesa, se materializa el próximo 18 de julio, en las condiciones planteadas.
El Referéndum de Mesa esta patrocinando una política de gobierno. Es decir, antes de la respuesta ya existe el preconcepto de lo que se debe hacer en relación al gas y se pretende conseguir la aprobación de la población a través de preguntas bonitas que la mayoría de los bolivianos queremos escuchar y que apelan a nuestras legítimas demandas como la recuperación de la cualidad marítima del país o las apremiantes necesidades de trabajo, salud y educación que tenemos los bolivianos pero, solo para ratificar nuestra triste condición de país exportador de materia prima.
Un grupo de profesionales en el área de hidrocarburos de Santa Cruz oficializaron, hace unos días atrás, una carta al Presidente Mesa criticando, precisamente, este objetivo velado del Referéndum, es decir, la exportación del gas natural boliviano en condiciones poco favorables para el país y expresan que la "política energética con cualidad marítima", planteada por Mesa, no contribuye a la mejor definición de los intereses nacionales. "Queremos que la industrialización del gas se realice en nuestro territorio, para que sus principales beneficios se reciban en todo el país. Si se lleva el gas a la costa chilena, a cambio de una salida útil y soberana, sin otros condicionamientos, no podremos impedir que los chilenos industrialicen el gas en la costa", señalan a tiempo de precisar que, esta posibilidad, planteada subrepticiamente en el Referéndum, condenaría a Bolivia a ser solamente un país exportador de materia prima. Son contundentes al señalar que el "negocio mar por gas", que propone Mesa en el Referéndum, pasa primero por recuperar la propiedad del gas aspecto que, sin embargo, está vetado por el art.99 del proyecto de Ley de Hidrocarburos presentado por el propio ejecutivo, al mantener la cláusula tercera del derogado Decreto Supremo 24806 que continua concediendo la propiedad de los hidrocarburos en Boca de Pozo a las petroleras. Aseguran que, en estas condiciones, se está proponiendo reemplazar una Ley por otra que plantea exactamente lo mismo.
Todos sabemos que la legitimidad de un gobierno se logra cuando existe el mayor grado de convencimiento comunitario sobre la justeza y transparencia de sus acciones. En el caso presente y en la medida que la población se encuentra dividida y confundida sobre lo que plantea el Referéndum, no hay legitimidad posible ni fuerza que contenga el malestar que todos estamos empezando a sentir como algo incontenible. Será Mesa, entonces, el que en uso de sus atribuciones mas legítimas y consiente del papel que le ha concedido la historia para luchar por los intereses nacionales, decida un golpe de timón que lo acerque verdaderamente a los bolivianos. Lo contrario, agudizara aún mas la falta de legitimidad de su gobierno.
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El grafico del matutino La Prensa de Bolivia, edicion 07.07.04.
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