Santa Cruz y el colapso de su discurso
Las marchas, paros, huelgas actualmente en Bolivia es una enfermedad que por el momento es difícil de controlar. La autodenominada "Bolivia Productiva" (Santa Cruz) esta sintiendo en carne propia el hecho de ser el centro de conflictos y con esto se demuestra que la insurgencia se expande por todos lados como una pésima señal para el país entero. Descontento, irracionalidad y en algunos casos incapacidad de gestión oportuna de las autoridades del Gobierno, impulsan este estado de cosas.
Es innegable que Santa Cruz ha sido una región de relativo orden y donde se ha rechazado decididamente todo lo que tiene que ver con marchas, huelgas y, sobre todo, con bloqueos. Como una muestra, el propio presidente del Comité Cívico cruceño, hace algunos días, ha expresado que la Bolivia Productiva es absolutamente reacia a todo lo que sea crear caos, algo que, más bien, caracteriza a la zona occidental del país, es decir a los collas.
No obstante, se está viendo con preocupación que Santa Cruz no escapa de los paros y los bloqueos, porque, en los últimos días, mientras la zona andina ha estado inusualmente tranquila, en el oriente se han visto marchas, y sobre todo graves y contundentes acciones de bloqueadores.
Una de las aristas del problema surge con respecto a la deuda que la empresa UNAGRO debe al estado y que según ellos están de acuerdo en pagar pero que esperan que el Gobierno se decida, de una vez por todas, a firmar el acuerdo que surge de la conciliación que se ha realizado con autoridades del Banco Central. Uno se pregunta: ¿por qué no se llega, entonces, a un acuerdo?.
Otro problema latente es el que se produjo en Puerto Suárez, donde se bloqueó la línea férrea con Brasil y la salida a la hidrovía y donde también se amenazó con cerrar las válvulas de exportación de gas natural al Brasil si no se procede a la construcción inmediata del tramo carretero Roboré-Puerto Suárez. Además se suma a las peticiones la construcción de un parque industrial en la región.
A este malestar, nuevo en Santa Cruz, se suma ahora el bloqueo de algunas arterias de la capital cruceña en repudio a la subida de los precios del transporte público, con actitudes que son fiel reflejo de lo que acontece en la sede de gobierno, es decir, obstrucción, arrogancia, impunidad y abuso desmedido.
¿Qué sucede entonces en Santa Cruz? ¿El síndrome del bloqueo ya está dejando de ser netamente colla? ¿Las tácticas del desorden sistemático en las ciudades y el campo se están imponiendo frente a un orden que ciertamente existía?
Todos los conflictos dan un sopapo a la denominada nación camba y a todo el séquito de cívicos que en el momento de los conflictos de su ciudad nunca aparecen con ideas de desarrollo que tanto enarbolan en sus discursos nacidos en la ambición mas que en la realidad... alguna vez mi madre como consejo y usando un refrán popular me dijo: "nunca escupas al cielo que puede caer en tu rostro", quizá este no sea el caso, pero como hace pensar...
Es innegable que Santa Cruz ha sido una región de relativo orden y donde se ha rechazado decididamente todo lo que tiene que ver con marchas, huelgas y, sobre todo, con bloqueos. Como una muestra, el propio presidente del Comité Cívico cruceño, hace algunos días, ha expresado que la Bolivia Productiva es absolutamente reacia a todo lo que sea crear caos, algo que, más bien, caracteriza a la zona occidental del país, es decir a los collas.
No obstante, se está viendo con preocupación que Santa Cruz no escapa de los paros y los bloqueos, porque, en los últimos días, mientras la zona andina ha estado inusualmente tranquila, en el oriente se han visto marchas, y sobre todo graves y contundentes acciones de bloqueadores.
Una de las aristas del problema surge con respecto a la deuda que la empresa UNAGRO debe al estado y que según ellos están de acuerdo en pagar pero que esperan que el Gobierno se decida, de una vez por todas, a firmar el acuerdo que surge de la conciliación que se ha realizado con autoridades del Banco Central. Uno se pregunta: ¿por qué no se llega, entonces, a un acuerdo?.
Otro problema latente es el que se produjo en Puerto Suárez, donde se bloqueó la línea férrea con Brasil y la salida a la hidrovía y donde también se amenazó con cerrar las válvulas de exportación de gas natural al Brasil si no se procede a la construcción inmediata del tramo carretero Roboré-Puerto Suárez. Además se suma a las peticiones la construcción de un parque industrial en la región.
A este malestar, nuevo en Santa Cruz, se suma ahora el bloqueo de algunas arterias de la capital cruceña en repudio a la subida de los precios del transporte público, con actitudes que son fiel reflejo de lo que acontece en la sede de gobierno, es decir, obstrucción, arrogancia, impunidad y abuso desmedido.
¿Qué sucede entonces en Santa Cruz? ¿El síndrome del bloqueo ya está dejando de ser netamente colla? ¿Las tácticas del desorden sistemático en las ciudades y el campo se están imponiendo frente a un orden que ciertamente existía?
Todos los conflictos dan un sopapo a la denominada nación camba y a todo el séquito de cívicos que en el momento de los conflictos de su ciudad nunca aparecen con ideas de desarrollo que tanto enarbolan en sus discursos nacidos en la ambición mas que en la realidad... alguna vez mi madre como consejo y usando un refrán popular me dijo: "nunca escupas al cielo que puede caer en tu rostro", quizá este no sea el caso, pero como hace pensar...
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