La Familia Zapatista - Una imagen, una historia
Son 6 los seres que habitan la rustica casa de delgados palos y un techo de lamina, la familia posa para la cámara del fotógrafo, todos cubren sus rostros con pasamontañas y pañueletas que parece ser el signo de sus raices y su lucha, el padre con pasamontañas de lana negra es el único que trae zapatos, su mujer y sus niños descalzos, todos ,desde el bebe, miran al fotógrafo con sus fervorosos ojos zapatistas.
La ideologia comienza en los brazos maternos. El "Ya basta" se prolonga en la respiración de mis hijos, parece decir el padre , el maestro, el guerrillero...
La madre, aunque no se la vea ni se la oiga, sonrie por el simple hecho de traer a su hijo en el brazo. Sabe que su criatura es hermosa y fuerte y que su gorro de Lana lo protege de los malos espíritus
La niña, compensa la desnudez de sus pies con un cinturón de mariposa que bien podría echarla a volar si los aires son propicios.
Los niños, tras las caritas castigadas por el clima, pronto iran a la escuela quiza con zapatos o quiza descalzos, quiza con camisa o talvez panzoncitos con el ombligo fuera. Ellos, como sus pequeños amigos, ya no esperan, viven porque el maestro les recuerda, cada dia, que a eso se viene a la tierra, a vivir, carajo.
Pero asi, humildes, como se los ve los zapatistas llevan su corazón vivo en el pecho y saben que son únicos e irremplazables porque nada sucede dos veces. De la firmeza de sus manos de selva y sol surgen las plantas y la nueva vida...
Esta historia es un homenaje a los valerosos zapatistas, que despues de una decada siguen con la firmeza y con su norte fijo en la reivindicacion de la amerindia.
La ideologia comienza en los brazos maternos. El "Ya basta" se prolonga en la respiración de mis hijos, parece decir el padre , el maestro, el guerrillero...
La madre, aunque no se la vea ni se la oiga, sonrie por el simple hecho de traer a su hijo en el brazo. Sabe que su criatura es hermosa y fuerte y que su gorro de Lana lo protege de los malos espíritus
La niña, compensa la desnudez de sus pies con un cinturón de mariposa que bien podría echarla a volar si los aires son propicios.
Los niños, tras las caritas castigadas por el clima, pronto iran a la escuela quiza con zapatos o quiza descalzos, quiza con camisa o talvez panzoncitos con el ombligo fuera. Ellos, como sus pequeños amigos, ya no esperan, viven porque el maestro les recuerda, cada dia, que a eso se viene a la tierra, a vivir, carajo.
Pero asi, humildes, como se los ve los zapatistas llevan su corazón vivo en el pecho y saben que son únicos e irremplazables porque nada sucede dos veces. De la firmeza de sus manos de selva y sol surgen las plantas y la nueva vida...
Esta historia es un homenaje a los valerosos zapatistas, que despues de una decada siguen con la firmeza y con su norte fijo en la reivindicacion de la amerindia.
2 comentarios
ana -
Bene -