Bolivia: Historias compartidas de un mundial de fútbol
Es la historia compartida de un Antonio Quispe y un Erwin Castedo, ambos campesinos, ambos de diferentes regiones de Bolivia, pueblos que las ciudades olvidaron, un kolla y un camba, para ambos la patria no significaba nada. La patria era el lugar donde habían nacido, que al final lo mismo les daba porque nadie lo había consultado, y era donde ambos se deslomaban trabajando; el kolla en tierras áridas y secas sacándole lo imposible a ese pedazo de terruño; el camba trabajando en la zafra donde el sol secaba su piel, pero tampoco importaba. Hubieran nacido metros mas allá metros más acá, lo mismo daba. Pero cuando en 1993 la selección Boliviana empataba con la selección de Ecuador en terreno ajeno y lograba su clasificación al mundial de Estados Unidos de 1994, ambos sintieron -junto con otros tantos millones- que se les rompía el pecho de orgullo.
Las Eliminatorias de 1993:
Fueron 8 partidos clasificatorios uno mas duro que el otro, de la mano del técnico Vasco de nombre Xavier Azkargorta (el maestro, envejeció diez años en menos de dos), se empezó goleando a Venezuela en su propia casa por 1-7, ya de vuelta por Bolivia, en La Paz, el Brasil invicto de 40 años en eliminatorias caiga aletargado por dos goles fulminares de la selección Boliviana. Uruguay y Ecuador no pudieron con Bolivia como local, ambos cayeron derrotados. En los partidos de vuelta Venezuela cayó de visitante por 7-0. El sopapo lo recibimos con Brasil en el estadio Arruda de Recife vengaron aquella derrota en La Paz propinando 6 goles a una Bolivia desconocida, en Uruguay fuimos derrotados por un hombre de negro aliado de los charruas. Fue en Ecuador donde el punto que sellaba la visa al mundial de Estados Unidos se hizo realidad. Era la primera vez que Bolivia se clasificaba a un mundial, obviando los mundiales de 1930 y 1950 donde fuimos invitados.
El mundial de 1994:
Se alzaban en armas los indios mayas en Chiapas, el México profundo estallaba en la cara del México oficial y el subcomandante Marcos asombraba al mundo con sus palabras de humor y de amor.
Moría Onetti, el novelista de las sombras del alma. En una insegura pista europea se desnucaba el brasileño Ayrton Senna, campeón mundial de automovilismo. Serbios, croatas y musulmanes se mataban entre si en la despedazada Yugoslavia. En Ruanda ocurría algo parecido, pero la televisión no hablaba de pueblos sino de tribus, y mostraba la violencia como si fuera cosa de negros.
Los herederos de Torrijos ganaban las elecciones en Panamá, cuatro años después de la sangrienta invasión y la inútil ocupación de las tropas norteamericanas. Las tropas norteamericanas se retiraban de Somalia, donde habían combatido contra el hambre a balazos. África del Sur votaba por Mandela. Los comunistas, rebautizados socialistas, triunfaban en las elecciones parlamentarias en Lituania, Ucrania, Polonia y Hungría, que habían descubierto que el capitalismo también tenia sus inconvenientes, pero la editorial Progreso, de Moscú, que antes difundía las obras de Marx y de Lenin, pasaba a publicar las Selecciones del Reader’s Digest. Fuentes bien informadas de Miami, como lo hacían desde hace ya más de 30 años, anunciaban la inminente caída de Fidel Castro, que iba a desplomarse en cuestión de horas.
Los escándalos de la corrupción demolían a los partidos políticos italianos y el poder vació era conquistado por Berlusconi, el nuevo rico que ejercía la dictadura de la televisión en nombre de la diversidad democrática. Berlusconi culminaba su exitosa campaña con una consigan robada de los estadios de fútbol, mientras el decimoquinto Campeonato Mundial de fútbol se inauguraba en los Estados Unidos, patria del béisbol.
Participaron trece selecciones europeas, seis americanas, tres africanas, Corea del Sur y Arabia Saudita. Se otorgaron tres puntos por victoria, en lugar de dos, para desalentar los empates; y para desalentar la violencia fueron mucho mas rigurosos los jueces, que prodigaron amonestaciones y expulsiones todo a los largo del campeonato. Por primera vez los jueces aparecieron vestidos de colores, pero el negro aun estaba dentro de ellos.
Y mientras todo ellos pasaba lejos, muy lejos… en un pequeño país a las tres y media de la tarde del viernes 17 de junio de 1994 las calles estaban vacías, y todo un país –nunca fue tan cierta esta frase- tenia puestos sus ojos en los televisores, y los oídos atentos a las palabras de los relatores que transmitían desde Chicago: “Sánchez a Ramallo este mas atrás a Baldivieso mientras que por la punta izquierda se descolgaba Cristaldo”. En el partido inaugural del mundial de 1994 Bolivia y Alemania hacían rodar la gorda en el césped del Soldier’s Field de Chicago.
Una enorme concurrencia de bolivianos hizo que el partido inaugural de la Copa del Mundo de los Estados Unidos pareciese que se jugara en el Siles...o en el estadio de Munich ya que a su vez la selección campeona del mundo trajo a miles de seguidores para ver al equipo de Klinsman Y Lothar Matthaeus. Bolivia jugó uno de los mejores partidos de su historia. Y de la historia de los mundiales, al punto que Eduardo Galeano dedica un capítulo a ese partido en particular en su ya conocido libro de cabecera del deporte rey, "Fútbol a sol y a sombra". "Pulgarcito bailando a Goliat" dice en una de las líneas celebrando la genialidad de Melgar, Sánchez, Cristaldo y el efímero paso del Diablo. Perdimos por 0-1, pero esa es otra historia.
Eduardo Galeano dijo: “Para la selección Boliviana, ganar la clasificación para el mundial del 94 fue como llegar a la luna” y aun lo es, tenemos en ese mundial el principal recuerdo de que algunos sueños, por muy lejanos que parezcan, pueden hacerse realidad, aun para un país acorralado por la geografía y maltratado por la historia… El recuerdo es tan fabuloso que debemos transformar esta añoranza en ganas para regresar de nuevo al Olimpo del fútbol que son los campeonatos mundiales.
Fue en 1993 y 1994 donde un pueblo se hizo uno solo bajo una bandera teñida de rojo, amarillo y verde, algo que nadie había podido hacer, ninguna consigna ya sea política, religiosa o de otra índole pudo lograr, el fútbol lo había hecho.
Gracias a: La selección Boliviana 93-94, al fútbol, Historia contemporánea del fútbol Boliviano, Eduardo Galeano: Fútbol a sol y a sombra, al cajón de recortes de periódicos que nadie se atrevió a botar y al hincha que tengo dentro.
15 comentarios
JUA CHOQUE NUÑEZ -
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richard encinas -
riojano -
lo de ustedes no es futbol
PABLO GAUNA -
PABLO GAUNA -
Hector -
jorge gutierrez -
escriban mejor este pagina ya que es un logro vuestro que tal vez no se repita en unos largos años.
Max Pacosillo Guanto -
Siguiendo con los jugadores de aquella epoca, lamentablemente nuestro idolo Marco Antonio Etcheverry fue lesionado en Chile cuando jugaba en Colo Colo y no se pudo recuperar al 100% para el mundial, si Etcheverry hubiera estado al 100% fisicamente, la historia sería otra. Sin embargo en el partido inaugural de la copa del mundo EEUU 94 les dimos un baile a los Alemanes y ver ese estadio abarrotado de bolivianos cantando el himno nacional fue los mas emocianante. ¡¡ adelante Bolivia tenemos que llegar otra vez al mundial!!!!.
matias -
DARWIN -
saben yo soy camba y vivo en España y cada año que pasa, quiero mas a Bolivia y a los bolivianos y bolivianas sean cambas , collas o chapacos ante todo somos bolivianos y hay que luchar por el País y recordemos el año que Bolivia fue al mundial ese año fue muy lindo mi abuelo me lo contaba cuando yo era bebe, Yo tenia 3 años cuando Bolivia clasifico al mundial y deseo que se volviera a repetir porque nunca Bolivia estubo tan unida como en esa epoca.
bueno cambas collas y chapacos luchen por vivir mejor sin ustedes Bolivia no fuera nada hay que ser cada dia mejor que los demas, demostrar que un boliviano puede mas que cualquiera y que no somos inferiores a nadie bueno mi gente un saludo grande a todos los bolivianos y trabajar duro por ustedes y por BOLIVIA carajo
Sergio -
Javier Rodríguez -
http://oirlohastaenmudecer.blogspot.com
(el gol del Diablo al Brasil)
Y un homenaje al Dylan por su cumpleaños en mi blog personal (denle click a mi nombre nada más).
Gran artículo Rocko, me puso la piel de gallina todavía casi 15 años despues.
Saludos
Andrea -