Blogia
rocko weblog

De Trenes y Estaciones

De Trenes y Estaciones

Caminar calles y avenidas que se creen olvidadas, siempre te devuelven a descubrir oscuras y lejanas joyas que permanecen haciéndole quiebres al tiempo. La Ex Estación de trenes, en La Paz, es una de ellas, mantenida por obra y gracia de la soledad y el olvido, porque si estas tendrían un lugar donde empezar o terminar sus viajes de seguro serian entre los viejos pasillos y las olvidadas estructuras de la estación de trenes en La Paz.

Rieles oxidadas le dan la bienvenida a sus trenes fantasmas que continúan un ciclo inexistente que se lleva con ellos el romanticismo de un viaje de tren. Como en gran parte de Sudamérica, las rieles y demás implementos tienen como lugar de origen Inglaterra (marcas que aun se pueden ver en las estructuras) aquella vieja ciudad que hizo de los trenes un símbolo suyo introduciéndolas en el imaginario de una moderna generación que se priva de aquel viaje poético entre rieles y vagones. Ahí tenemos al mago Potter o a los huérfanos de las Crónicas de Narnia, haciéndose de una locomotora como condición necesaria para empezar sus aventuras.

Volviendo a La Paz y a su vieja terminal es simplemente para recordar los tiempos en que la historia se hacia sobre rieles, cuando la modernidad aun permitía gozar de un calmado viaje; o cuando contingentes de indigenas viajaban en los lomos del tren hacia guerras lejanas; pero que también las rieles eran parte fundamental de economía del país, grandes vagones eran los responsables de transportar cantidades de dinero entre regiones y con aquel aroma, siquiera se puede recordar un gran asalto al tren donde los ladrones encontraron en la geografía paceña a su mejor aliado para crear sangrientas emboscadas.

La historia del ferrocarril en La Paz se me hace muy confusa, es como si de la noche a la mañana hubiera terminado aquella época dorada donde los gigantes de acero, eran parte fundamental de una nación. Mas raro aun me parece ver trayectos empezados para el tendido de la línea férrea y dejados olvidados a media construcción, según historias me dicen que fue por lo difícil de la geografía (los trayectos prácticamente bordean los cerros por su parte central), otras historias vienen con halos de leyendas fantasmales y hay mas historias que traen de nuevo a criminales encapuchados predispuestos a volar túneles y cerros.

Si las imágenes de la Terminal desabitada nos levantan curiosidad de una época pasada, muchas más curiosidades levantan las vías olvidadas o aquellos trayectos inconclusos donde la única compañera es la soledad.

Un último recuerdo como réquiem a los gigantes de vapor se me viene a la cabeza, como quizás a la mayoría de los sudamericanos con sus trenes, en una época oscura para el tren los 90 donde la consigna de esta parte del mundo era: reducir el Estado a su mínima expresión. Lo que se podía vender se privatizaba y lo que daba pérdidas, como los ferrocarriles, desaparecía, sin importar cuántos pueblos en el interior del país -que vivían gracias al paso de los trenes- desaparecían con ellos.

La Paz ha dejado de ver a aquellas maquinas que gran asombro levantaban (de niño los trenes eran mi fascinación), de no ser por la gran maestranza que se aleja de la ciudad hacia otros rincones y de la estación que aún guarda sus fantasmas y sus recuerdos, quedaríamos vacíos del romanticismo que aun nos trae recordar los trenes.

Vea También:
Álbum completo en
Mi Picasa: Estación de Trenes (La Paz).

3 comentarios

Fernando -

Me gusto mucho la cronología de aquellos momentos en que se disfrutaba viajar en tren.

Estido -

Lindo post. Bastante melancólico, como el alma de esta ciudad.

Yo no vi nunca un tren en la Ínclita, pero me imagino la belleza del espectáculo.

Un abrazo.

Satibo -

Cuando tenía diez años, el mejor espectáculo q podía tener era desayunar en la terraza de mi casa y ver como salia el tren de la estacion y cruzaba el puente de la vita. Y bueno ahora solo queda recorar...
czesc!