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Basin City: la ciudad del pecado y la importancia del color

“…Caminando por los callejones de Sin City, te puedes encontrar cualquier cosa…”

Policías corruptos, asesinos seriales que comen cuerpos con la bendición del cardenal local, atractivas damas de moral distraída, asesinos a sueldo, matones, mafias locales, todo tipo de variados perdedores, gente de mal vivir y matones heroicos fuera de tiempo... son el tipo de personajes que pueblan las historias de Sin City, ese comic del que solo recuerdo haber ojeado algunas paginas en mi adolescencia que mas por el arte que representaba cada pagina, uno siempre estaba tentado de mirar esas revistas solo aptas para adultos.

Ahora Frank Miller se ha aventurado con Robert Rodríguez y Quentin Tarantino a llevarlo a la pantalla grande. ¿El resultado? una de las pocas películas que produce un placer visual verlas. La estética blanco y negro con algunos colores saturados le ha dado ese toque especial a la historia y un relato permanente que te introduce en la vida de los tres personajes que cuyas historias se entrelazan.

SIN CITY: El Conan con gabardina y la prostituta
“…Goldie... la mujer perfecta... Una diosa...Goldie…”

En Sin City y la primera historia de la película conocemos a Marv, al estilo de las novelas hiperviolentas de Mickey Spillane. Marv es un gigante monstruoso, una especie de criatura de Frankestein que consume sus días bebiendo el en garito más sórdido de Basin City y machacando a golpes a todos los que se prestan a meterse en una trifulca. Víctima de las circunstancias, este pedazo de carne se verá envuelto en una trama muy clásica -le acusan de un asesinato que no ha cometido que le conducirá a su redención final.

Sacerdote: Pregúntate si vale la pena morir por una prostituta muerta.
Marv: Vale la pena morir... (Le dispara al cura)
...vale la pena matar… (vuelve a dispararle)
...y vale la pena ir al infierno por ella… (Realiza un tercer disparo)
Amén.

La historia de Marv va marcada de romance, un romance que va teñido de culpa y obligación de vengar a su “Diosa muerta” aquella que el dio el placer mas sublime que nunca pudo siquiera comprar. “Ella huele como los ángeles deben oler” dice mientras mezclan fluidos y se oye una voz que recita una negra poesía marginal.

Marv, interpretado por Mickey Rourke, esa mole humana de fuerza herculea modales de sicario, pero con un corazón de una sensibilidad muy personal, papel que demuestra que Mickey Rourke esta pasando por la mejor etapa artística de su vida.

LA GRAN MASACRE
"Miho. Tú eres un ángel. Eres una santa, eres la Madre Teresa, eres Elvis… eres Dios."

Dwight y las prostitutas de barrio viejo son los protagonistas principales, Benicio del toro (Jackie Boy) un lujo de policía villano y la mafia de mano con los mercenarios hacen su trabajo. Mientras que Tarantino disfruto haciendo la secuencia donde la acidez de su estilo y humor negro son inconfundibles; aquella donde Benicio del Toro lleva incrustada una culata en su frente y mantiene una necrófila conversación con Clive Owen.

“Esta vez no tuve tiempo de decirle que se callara. Era cierto que era un idiota, era cierto que estaba muerto, era cierto me que estaba imaginando que me hablaba. Nada de eso impedía que el bastardo tuviera razón. No tenía ninguna oportunidad en el infierno de rebasar a ese policía. No en esta cafetera. La única pregunta era sí lo iba a asesinar o no. Es duro de decir. Por lo que sabía, él era un policía decente, un muchacho común. Un trabajador con una hipoteca, una esposa y una pila de hijos. Mi mano se mueve por sí misma, desliza mi arma en mi regazo y la amartilla. No sé que hacer”

Dwight es un investigador privado que intenta dejar sus problemas atrás. Después de que un policía sea asesinado, Dwight no parará ante nada para proteger a sus amigas y la escena de la matanza a la mafia es una de las mejores cosas que he visto, no tan solo por lo visual, sino también por el dialogo y la pequeña clase de estrategia…

“…Mi guerrera. Mi Valkiria. Siempre serás mía, siempre y nunca. Nunca. El Fuego, nena. Nos quemará a ambos. Nos matará a ambos. No hay lugar en el mundo para nuestro tipo de fuego. Siempre y nunca. Si esta noche debo morir por vos, lo har酔
Dwight

La poesía marginal también se ve en esta historia, las nubes rojas alucinantes y la balacera se lleva todo el crédito.

ESE MALDITO BASTARDO
“…el viejo muere; la chica vive… me parece justo…”

El detective Hartigan tiene 60 años al iniciarse la historia, y le falta una hora para jubilarse cuando la arriesga todo no sólo la vida en su sentido más biológico, sino la familia, la reputación, el retiro para cumplir con su deber, salvar a una niña de once años y detener al loco homicida de Roark Junior, hijo del corrupto y poderoso senador Roark. Esa decisión será el pistoletazo de salida de su infierno en vida particular, ya que el senador Roark decidirá hacerle la vida imposible en represalia.

John Hartigan (Bruce Willis), el último policía honrado de Sin City, que se encuentra en el tramo final de su carrera tratando de ser un héroe al salvar a Nancy (Jessica Alba) la niña de 11 años. Al salvarla es condenado por un crimen que no cometió y es condenado, gracias a los policías corruptos y un poderoso senador. Después de 8 años sale libre y busca a la niña que salvo que ahora es toda una mujer.

ESA CIUDAD PECADORA

La Ciudad Pecado no es una obra para estómagos blandos, es un ejercicio naturalista que desciende de forma abrupta a los aspectos más negros de la estructura humana, aquellos que solamente pueden ser entendidos a través del sexo, la sangre, el crimen, la venganza, la traición y la absoluta decadencia.

Sin City es la cúspide del film noir, no sólo por su contenido, sino por su forma misma; no sólo por su narrativa, sino por su estilo que desborda una pantalla que le queda chica a una realización enorme, innovadora y profundamente violenta.

La obra maestra de Frank Miller, la mirada agresiva de Robert Rodríguez y la crudeza visual de Quentin Tarantino han creado un monstruo en blanco y negro, aunque de ocasionales ojos verdes, sangre roja y cabellos rubios; un coloso fílmico narrado al más depurado estilo pulp y plagado de arquetipos: El duro detective que muere cumpliendo su deber, la rubia con aroma de ángeles, el exconvicto descontrolado en busca de venganza, la ramera traicionera, el asesino a sueldo sin escrúpulos, el policía incógnito, el senador corrupto, el religioso podrido… camina por las calles de Sin City y podrás encontrar cualquier cosa.

Bruce Willis, el duro de matar, Mickey Rourke, Jessica Alba, la muy visible rubia que se sacude de lo fantástico, Rosario Dawson, Benicio Del Toro, Clive Owen, Alexis Bledel, la dulce chica Gilmore, Josh Hartnett y Elijah Wood otrora el hobbit Frodo, conforman magistrales el bestiario de este negro filme; sus personalidades, el grotesco maquillaje, la ausencia o presencia de todos-protagonistas y una fastuosa dirección de arte (nominación segura al Oscar), híbrida de fotografía monocromática y gráfica de alto contraste, reproducen de modo impresionante y literal, cuadro a cuadro, la dantesca novela homónima, convirtiendo por momentos el filme en papel y el papel en celuloide.

Sin City, la película, mantiene el mismo espíritu execrable y crudo, así como la tensión contínua de su forma original, mostrando en su argumento, esencialmente tres historias: la original Sin City (también conocida como The Hard Good-Bye), The Big Fat Kill y That Yellow Bastard (las 3 resumidas arriba); además hay una cruda secuencia inicial tomada de The Customer is Always Right (de la colección Babe Wore Red) que hermana también la exquisita escena final.

Sin City, la serie gráfica, ha sido premiada y alabada por la crítica, no sólo por su argumento y calidad sino por su estilo único, reproducido ahora excelsamente para el 7º. Arte, en la estética de sus visuales, en sus genialmente cínicos diálogos y en una narración perversa que nos permite conocer no sólo los pensamientos de sus ciudadanos, sino incluso, la negrura de su alma... si es que alguna vez tuvieron una.
En el manejo de su tiempo y forma, es innegable la influencia de Tarantino. De hecho, él y Miller aparecen en los créditos como co-directores; la razón para ello es que el mismo Miller supervisó la producción en set, a petición de Rodríguez, mientras que Tarantino de hecho dirigió una secuencia donde la acidez de su estilo y humor negro son inconfundibles.

Sin City es negra hasta la médula, deprimente, ansiosa, salvaje, terrible, pero excelsa. Rodríguez ha dado un tremendo paso, mostrando una visión de lo que podría ser el cine a corto tiempo, uniendo economía y brillantez, con una realidad creada y recreada a voluntad y una inserción simple de complejos personajes dentro de ella.
Habrá muchos a quienes parezca excesiva y en realidad en algunos aspectos es así, pues no se tienta el corazón incluso para mostrar la violencia sólo por la violencia misma… ¿—tentar el corazón— dije? Sin City no tiene corazón, tan sólo voluntad, tan sólo pasión, emoción, vulgaridad, crudeza, traición y muerte… mucha muerte.

Leí en algún artículo de prensa:

“…Uno se siente maravillado cuando se le muestra la originalidad, propuestas nunca perpetrada, osadías felizmente conseguidas, cánones quebrantados, prejuicios superados. Cuando Miller & Rodríguez decidieron calcar en pantalla grande la obra del primero dieron un paso que el cine solo se atrevió a iniciar, fallidamente, con Sky Captain and the World of Tomorrow.

Viva la pantalla azul. El siglo xxi, o mejor, los Noventa, han permitido que cualquier sueño pueda hacerse realidad. Que pueda haber uso y abuso, es cierto. Pero tener el atrevimiento de trasladar las historias duras, crueles, violentas, sangrientas, sucias, repulsivas, delirantes, macabras y, en una palabra, geniales, de Sin City, merece una mención de quién quiera que escriba la historia de este arte…”

Y la verdad no se puede dejar de coincidir con ello la tecnología ha traído de la mano a nuestras mas grandes imaginaciones hechas realidad, algunas de ellas decepcionantes pero viendo Sin City te das cuenta que Miller, Tarantino y Rodríguez dan una cátedra a Marvel y Hollywood de cómo hacer una película de un Comic.

“Sin City” es la película de Rodríguez más lograda hasta la fecha y establece un nuevo estándar para los géneros contemporáneos de adaptación del cine negro y de las series de cómics. No se parece en nada a lo que has visto hasta ahora.

Sin city, el arte negro en su mayor expresión.


YouTube: Sin City (Teatrical Trailer)

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