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War of the worlds - La guerra de los mundos

War of the worlds - La guerra de los mundos "Porque los hombres no viven ni mueren en vano"

Desde Burton con su “Marte ataca”, pasando por el mismo Spielberg en su ET o en sus miniseries como Taken, sin olvidar el “cazador de sueños” de Lawrence Kasdan, basado en una obra del maestro Stephen King, y muchas otras películas celebres de extraterrestres trataron de encontrar dentro de la psiquis humana el temor a los seres tan antiguos como hombres en la tierra.

Pero quizás nadie hasta ahora haya podido superar el efecto causado por Orson Welles, basado en la novela de H. G. Wells La guerra de los Mundos, en esa teatralizacion radial que pasó a ser uno de los momentos más gloriosos (y terribles) de la historia de la radio.

La Película

Pese a que estamos acostumbrados a los trabajos de Spielberg como ET, ahora entra en una narrativa visual más efectista y dramática al llevar su versión de la mencionada novela. Muchas cosas rescatables de esta nueva puesta en la pantalla grande, Spielberg recoge partes del libro, otras partes del relato radial y también colabora con lo suyo.

El audio inicial de la cinta está sacado de las mismas letras que H.G. Wells escribiera y que Orson utilizara para iniciar su adaptación, un lujo que no se puede dejar de mencionar.



En la obra original de H.G. Wells los eventos ocurren en Inglaterra, pero para la versión de Spielberg ocurre en New York y el trayecto inventado a Boston. Una de las falencias claras para uno que trata de ver una adaptación con ciertas bases en el libro original.

Indudablemente los efectos visuales son alucinantes, tomando en cuenta que salen de la mente del tipo ficción por excelencia.

Hay secuencias de antología, como la tormenta eléctrica que resquebraja el pavimento para eructar trípodes extraterrestres, o la invasión multitudinaria de un ferry que se hunde bajo el peso de la humanidad en fuga, además de ese tren fantasma rodeado de llamas. La película es entretenida y su parcial condena reside en ofrecer una especie de documental del fin del mundo, menguado por el enfoque individual en una familia de limitado interés.

Tom Cruise es Ray Ferrier, el padre ausente y desamoroso que se preocupa súbitamente por el bienestar de sus hijos, ahora que se los van a comer los monstruos. Estableciendo parámetros: la devastación del planeta es tan gigantesca que reducirla al contorno de los acosados Ferrier es arriesgarse a quitarle envergadura y dejarla relativamente enana.

Cruise nunca fue un actor particularmente comunicativo y está mejor huyendo del cataclismo que palpitando de cariño paternal por Justin Chatwin, petulante adolescente, y por Dakota Channing, que bate por tres alaridos el récord de espanto a gritos establecido por Fay Wray en las garras de King Kong. De los humanos, el más interesante es Tim Robbins, enloquecido superviviente en cuyo sótano penetran los avechuchos del espacio para repetir lo que ya hicieron los mini dinosaurios raptores en Jurassic Park.



Pero mas allá de las escenas de destrucción por parte de los invasores, las muestras de las reacciones y violencia generadas por el miedo humano son muy fuertes y quizás Steven se aferra a esos temores, para mandar mensajes subliminales.

Y es que en este punto es donde se resalta mas el trabajo de Spielberg trata de sacar al aire algunos miedos ocultos y si no los nuestros los miedos de la sociedad estado unidense.

Si en su “Tiburón”, Spielberg, nos daba temor a lo que no veíamos ahora con el temor que quiere jugar es con el temor a lo ajeno, al extranjero, al exterior, catapultado en Estados Unidos, después del 11-S, hasta lo inaudito. Basta recordar el dialogo donde los hijos de Tom Cruise, Justin Chatwin y la maravillosa Dakota Fanning, preguntan por los autores de los ataques que los están haciendo huir de Nueva York, dicen: ¿son los terroristas? ¿vienen de Europa? y muchas preguntas que resaltan el temor que tienen en la actualidad los Estados Unidos. Aunque rebuscando frases de la película me encuentro con una frase que entrara a los albores de la historia si se toma mucha atención:

“Nosotros somos la resistencia, la historia ha demostrado que todas las ocupaciones están condenadas al fracaso”, dice el paranoico Tim Robbins encerrado en su sótano, quiza la mejor actuacion en la pelicula.

Lo que mas se nota en este remake es el excesivo americanismo de Spielberg y quizás ese punto es lo que menos le favorece.
Aunque, cada espectador realizará su propia lectura. Hasta dónde se puede identificar con el interés original de H. G. Wells, en el sentido de denunciar las invasiones de las potencias contra países débiles (algo que podría relacionarse con situaciones actuales).

Lo más destacable, además de los efectos sonoros y los visuales, es dejar la reflexión sobre la crueldad de la guerra, la mayor inmoralidad humana. Quienes piensen que los extraterrestres serán derrotados por las fuerzas armadas de la primera potencial mundial, se defraudarán pero quizás esto los acerque desde una metáfora en apariencia lejana y ajena, a los dramas humanos que vive nuestro planeta. Y es que el final es de algo que todos se quejan hasta ahora o si bien no todos una mayoría, y quizás lo mejor que pude haber visto es el final. Saca muchas sonrisas a algunos pero para mi fue lo mas rescatable de la película.



Si lo comparamos con el libro, quedan muchos huecos pero hay que aceptar que Spielberg tiene que llevar al siglo XXI una historia escrita allá por 1898. Si lo comparamos con la adaptación a la radio de Welles, también la película se queda corta, o talvez quede corta por que ya leí el libro y también oí el relato (fácil de encontrarlo en Internet) y nunca se puede comparar los juegos que nos hacen el cerebro y la imaginación con una película (nunca es suficiente).

En fin, La guerra de los mundos de Spielberg queda lejos de la revolucionaria emisión radiofónica de Orson Welles y del libro, pero aun así es de lo mas rescatable visto últimamente, de las muchas otras películas esperadas.

Apostaría que Spielberg hizo la película para la nueva generación que jamás escucho del libro o del escándalo de la radio.

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